Otro fracaso de Bonn

THE WASHINGTON POST

Evidentemente, el asunto del espionaje alem¨¢n lleva camino de alcanzar unos costes demasiado altos. En un tiempo en que las relaciones Este-Oeste no son muy buenas ¨¢ ning¨²n nivel, esta ¨²ltima afrenta es un recordatorio de todas las conocidas razones que se?alan que todos los cuidados son pocos para tratar de mejorarlas. Como el canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Helmut Kohl, observaba tristemente, esto muestra Ia diferencia existente entre la propaganda y la situaci¨®n real." Para Kohl, estos acontecimientos constituyen un gran problema. No es que vayan a forzarle a dimitir, como le sucedi¨® a Willy Brandt en 1974, pero pueden convertirse en el punto vulnerable de un Gobierno que, hasta la mitad de su mandato, no ha, dado se?ales de energ¨ªa e iniciativa. ( ... )

Para la Rep¨²blica Federal de Alemania, la lucha por controlar el espionaje exterior es extraordinariamente dif¨ªcil. Hay una cadena continua de refugiados procedentes del Este y los alemanes occidentales consideran una obligaci¨®n acogerlos en todas las ¨¢reas de la vida de la RFA sin nig¨²n tipo de obst¨¢culos. Algunas veces esto significa admitirlos en trabajos delicados aunque se conozca poco acerca de sus antecedentes. Estas defecciones no cambian nada fundamental. Sabemos que la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Alemania puede llegar muy lejos en su obsesi¨®n de espiar a la RFA y que la Rep¨²blica Federal de Alemania est¨¢ comprometida en mantener abierta su sociedad.

Pero este episodio es, un fracaso para la RFA en su guerra secreta.

26 de agosto