Un exceso de experiencia que suscita recelos

Muchos de los hist¨®ricos del Partido Socialista portugu¨¦s consideran que Antonio Almeida Santos no es el hombre indicado para dirigir una campa?a electoral en la que el PS debe tratar de recuperar el desgaste causado por dos a?os de gobierno impopular: hubieran preferido un hombre menos comprometido con esta acci¨®n gubernativa, para colocar la campa?a bajo el lema del cambio, de la recuperaci¨®n del electorado de izquierda.Pregunta. Desde 1974, y con excepci¨®n de los Gobiernos de Alianza Democr¨¢tica, ha sido ministro de todos los Gabinetes. ?A qu¨¦ atribuye esta longevidad pol¨ªtica?.

R. No es ciertamente el hecho de carecer de calidad...He estado en sectores muy dif¨ªciles. Hice la descolonizaci¨®n, como ministro de Administraci¨®n Territorial. Fui ministro de Comunicaci¨®n Social en el peor momento, cuando toda la informaci¨®n estaba en manos de los comunistas. Despu¨¦s lo fui del Ministerio de Justicia, para hacer las grandes reformas impuestas por la nueva Constituci¨®n. Seguidamente fui adjunto de Mario Soares, el n¨²mero dos del PS en el Gobierno. Ahora soy ministro de Estado, que es un poco ser ministro de todo sin ser ministro de nada. He dirigido la revisi¨®n constitucional de 1982, en representaci¨®n del PS.

P. Sus adversarios dicen que era el ¨²nico dirigente socialista capaz de elaborar una ley.

R. Es cierto que desde el 25 de abril de 1974 fui fundamentalmente un legislador. Las principales leyes actualmente v¨ªgentes han sido hechas por m¨ª. Y para legislar es necesario tener una idea bastante precisa de los problemas de un pa¨ªs. La ley de reforma agraria, en su versi¨®n final, fue hecha por m¨ª. Conozco los problemas laborales y las leyes del trabajo: la ley sindical vigente fue hecha por m¨ª, cosa que poca gente sabe. Ning¨²n asunto del Gobierno me coge totalmente desprevenido; no hay ning¨²n ¨¢rea de la gobernaci¨®n en que tenga que empezar de cero.