Parsifal: ?un nuevo santo italiano?
Vicenzo Scotti, vicesecretario de la Democracia Cristiana, uno de los participantes en el Meeting, atribu¨ªa el ¨¦xito del modelo Parsifal al hecho de que en "una sociedad posideol¨®gica, como la italiana, lo que interesa es la b¨²squeda de sentido, el camino del hombre".De nuevo surge entre los j¨®venes italianos la idea del cristianismo militante. Parsifal es un hombre de acci¨®n. Busca la aventura. Y los populares han estado seis d¨ªas predicando, a trav¨¦s de una considerable presencia de medios audiovisuales, que es posible actuar y comportarse, en fidelidad, con un ideal trascendente. S¨®lo el hombre que hace cosas, que se relaciona con el otro, camina, viene a ser una de las principales conclusiones.
El hecho moral de la experiencia unitaria y de la coherencia es buen reclamo para la juventud moderna. En la fraternidad, comuni¨®n y liberaci¨®n, tres hombres importantes se reparten papeles diversos: D. Luigi Giussani es el padre de la fe, el Mois¨¦s de la promesa; Rocco Buttiglioni, el fil¨®sofo, y Roberto Formigoni, el l¨ªder de la acci¨®n social y pol¨ªtica.
Para este ¨²ltimo, "el nudo de la cuesti¨®n reside en la identidad eclesial con el compromiso temporal. Para nosotros, los del Movimiento Popular, la fe crea por s¨ª misma un sujeto humano, maduro, capaz por s¨ª mismo de medirse valerosamente con los problemas pol¨ªticos y sociales. Aqu¨ª nace nuestra opci¨®n, en la experiencia concreta, no como fruto de una deducci¨®n abstracta. Pedimos a todos los cristianos que se comprometan con m¨¢s coraje, sin complejos de inferioridad".
Y as¨ª surgi¨®, a comienzos de los a?os setenta, este brazo pol¨ªtico del CL. Precisamente porque predominaba en la cultura italiana el deseo, de superar todo integralismo o confusi¨®n entre la fe, y la pol¨ªtica. El aldabonazo que despert¨® a los cat¨®licos populares fue el doble fracaso del refer¨¦ndum, primero sobre el divorcio (1976) y luego sobre el aborto (1981).
Recomponer la unidad
Hab¨ªa que "recomponer la unidad del mundo cat¨®lico", dividido entre los cristianos del disenso, que valoraban la laicidad del Estado y la libertad de la conciencia religiosa, muchos de los cuales pertenec¨ªan a las filas de la AC, y aquellos otros que no renunciaban a exigir, como un imperativo de la fe, los grandes principios del "derecho natural", "imponible" a todos los ciudadanos.
La llamada "opci¨®n religiosa" de la AC protestantizaba, ajuicio de los populares al catolicismo. El reconocimiento del pluralismo cultural y del di¨¢logo con las instituciones civiles constitu¨ªa, de hecho, p¨¦rdida de la propia identidad cat¨®lica. Vino despu¨¦s el primer congreso nacional (1976) sobre Evangelizaci¨®n y promoci¨®n humana, que trat¨®, de reconstruir la unidad de la Iglesia italiana despu¨¦s de la crisis del refer¨¦ndum.
Presencia cat¨®lica activa
Por un lado, se hab¨ªa puesto en evidencia que no exist¨ªa ya una unidad de conciencia nacional sobre algunos valores cristianos fundamentales, lo cual exig¨ªa una presencia cualificada, activa, de los cat¨®licos en la sociedad. Por otra parte, era claro que esa presencia llevaba consigo, para ser eficaz, una mayor unidad pol¨ªtica de los cat¨®licos.
En el segundo congreso nacional, celebrado en Loreto este mismo a?o, el Papa exhort¨® a los cat¨®licos italianos a proceder con mayor unidad en las grandes cuestiones de la ¨¦tica p¨²blica, mientras, distingu¨ªa, por sus fines y los medios utilizados, entre las asociaciones apost¨®licas y la acci¨®n de los cat¨®licos en la pol¨ªtica.
En Rimini se han confrontado estas dos actitudes o maneras de entender el compromiso temporal con tres destacados representantes del Movimento Cristiano del Laboratori (Lucio Toth), de la AC (Dino Boffo) y del Movimiento de los Laureados Cat¨®licos (G. Bianchi).
Ba?o de realismo
En la mesa redonda, ante el p¨²blico asistente, Toth pon¨ªa su acento en lo social, como discrepancia de los populares. Bianchi (ACLI) defend¨ªa la identidad de cada asociaci¨®n, como un ba?o de realismo, para dar respuestas concretas a la sociedad italiana en un desarrollo que concilie el pleno empleo con el progreso tecnol¨®gico e industrial.
Todos ve¨ªan como m¨¢s factible cierta unidad de acci¨®n en el plano prepol¨ªtico, respetando las diversas soluciones u opciones propiamente pol¨ªticas. Pero el caso es que las cuestiones teol¨®gicas de fondo son mucho m¨¢s profundas. No es posible evangelizar sin hablar un lenguaje inteligible para todos los hombres y esto afecta a la traducci¨®n de los contenidos religiosos.
Alguien afirmaba estos d¨ªas que en la AC se votan siempre las decisiones importantes,- y entre los populares todo se interpreta desde arriba. Son, pues, diversos los sentidos de participaci¨®n y de interpretaci¨®n del magisterio eclesi¨¢stico. Las espadas siguen, pues, en alto.
Ausencias notables
De todos modos, no deja de sorprender que en Rimini no haya estado presente ning¨²n otro cardenal italiano que Biffi, el de Bolonia, conocido por su identificaci¨®n con Comuni¨®n y Liberaci¨®n. La Conferencia Episcopal Italiana, por su parte, no ha enviado a este encuentro ni un simple telegrama. La ausencia de obispos y te¨®logos italianos de renombre es ostensible.
Formigoni se quejaba p¨²blicamente el viernes de la resistencia de la misma DC a aceptar en sus listas de candidatos a miembros del Movimiento Popular. ?Se teme su prepotencia y dogmatismo? Parsifal es un guerrero de la trascendencia, pero resulta peligroso oponer al dogmatismo de las ideolog¨ªas otros dogmatismos pr¨¢cticos que extienden excesivamente las exigencias del Evangelio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.