Los partidos gallegos hacen balance
Sobre la r¨ªa de Pontevedra, a poco m¨¢s de 50 kil¨®metros de, Santiago de Compostela, sede del Gobierno y el Parlamento gallegos, est¨¢ el peque?o chal¨¦ donde pasa el mes de agosto el vicepresidente de la Xunta, Jos¨¦ Luis Barreliro. Desde all¨ª, y con ayuda a veces de su tel¨¦fono sin cables, el hombre que, seg¨²n todos, maneja los hilos del Gobierno aut¨®nomo controla cada movimiento de la pol¨ªtica gubernamental, incluidos los pormenores de la televisi¨®n auton¨®mica, que inicia ahora su andadura. "Es natural", confiesa Barreiro, sentado al borde de la min¨²scula piscina de la casa; "un ministro puede irse de vacaciones tranquilamente, porque la Administraci¨®n central est¨¢ muy montada ya, es algo que funciona solo; pero si un conselleiro se va de vacaciones se organiza un l¨ªo tremendo".Este desvelo por los asuntos de gobierno est¨¢ ¨ªntimamente ligado a lo que Barreiro considera como uno de los logros esenciales de la Xunta de Galicia: el haber arraigado en la comunidad la propia instituci¨®n auton¨®mica. "Hay que comprender", dice, "que aqu¨ª no hab¨ªa ninguna tradici¨®n parlamentaria, ni el m¨¢s m¨ªnimo aparato administrativo. Adem¨¢s de que hemos pasado de tener las menores transferencias, cuando nos hicimos cargo del poder, a tenerlo pr¨¢cticamente todo". Aunque dentro de este pr¨¢cticamente queda un apartado clave, el Insalud, cuyo presupuesto de 60.000 millones de pesetas es casi la mitad del presupuesto global de la Xunta en el a?o 1984.
Para el vicepresidente del Gobierno aut¨®nomo, lo de, menos es que las nueve conseller¨ªas que lo constituyen est¨¦n un tanto desperdigadas por edificios de Santiago, desde el palacio de Raxoy hasta ins¨®litos pisos de alquiler. No s¨®lo porque est¨¢n muy avanzados los trabajos de reforma del cas¨®n de San Caetano, que albergar¨¢ en breve todo el tinglado administrativo auton¨®mico tras una inversi¨®n de m¨¢s de 2.000 millones de pesetas, "sino porque lo importante", a?ade Barreiro, "es que est¨¦n o no en pisos de la ciudad, todo el mundo sabe d¨®nde est¨¢n. Lo importante es que estamos organizados, que se ha creado una Administraci¨®n suficientemente eficaz, de acuerdo con nuestras necesidades". Una Administraci¨®n que se sostiene sobre m¨¢s de 1.100 funcionarios en las sedes gubernamentales y otros 40.000 repartidos por toda la comunidad.
D¨¦ficit bajo
El vicepresidente de la Xunta se siente orgulloso adem¨¢s del trabajo parlamentario que se ha desarrollado en estos ¨²ltimos cuatro a?os. "Ah¨ª est¨¢n leyes tan importantes como la del Suelo, la de Normalizaci¨®n de la Lengua Galega y una pol¨ªtica de inversiones que ha abordado los principales problemas de Galicia, desde la red viaria hasta la reforma de numerosos puertos, pasando por la construcci¨®n de un puente sobre la r¨ªa de Arousa, sin que en estos momentos tengamos ning¨²n d¨¦ficit, porque los 8.000 millones de pesetas a que ¨¦ste asciende no pueden considerarse una cantidad digna de menci¨®n".
"No es que el d¨¦ficit sea bajo, es que en 1984 ha habido conseller¨ªas que s¨®lo han gastado el 22% de su presupuesto y que han tenido que realizar inversiones, a veces descabelladas, a ¨²ltima hora para invertir el resto", afirma Pablo Gonz¨¢lez Mari?as, el candidato a la Xunta por Coalici¨®n Galega.
Para Gonz¨¢lez Mari?as, la Xunta, "que ni siquiera ha expuesto un programa de Gobierno", no ha abordado, sino muy a ¨²ltima hora, los principales problemas de la regi¨®n, tales como la electrificaci¨®n rural o la concentraci¨®n parcelaria. Antonio Olives, secretario del Parlamento, tambi¨¦n de CG, culpa al Gobierno que preside Gerardo Fern¨¢ndez Albor de haber llegado tarde tambi¨¦n a la hora de afrontar algunos temas tan fundamentales como el de la reconversi¨®n naval. "Ah¨ª est¨¢n esos 4.000 millones de pesetas de ayuda a este sector que no han podido ser utilizados por falta de caminos para la inversi¨®n". Otros, como Suso Seixo, uno de los principales nombres dentro del sindicato nacionalista INTG (Intersind¨ªcal Galega), -que se ha mostrado especialmente activo en los ¨²ltimos conflictos registrados en el sector naval- est¨¢n firmemente convencidos de que no hay tal despiste o ineficacia por parte de la Xunta en este punto. "Simplemente, Alianza Popular y el PSOE est¨¢n plenamente de acuerdo en lo que respecta a los grandes temas econ¨®micos".
No obstante, la precampa?a electoral de Coalici¨®n Popular en Galicia se ha centrado en la cr¨ªtica a la pol¨ªtica socialista de reconversi¨®n del sector naval y a los acuerdos pesqueros, en cuya firma ha tenido especial protagonismo el candidato a la presidencia de la Xunta del PSGA-PSOE, Fernando Gonz¨¢lez-Laxe, actual director general de Ordenaci¨®n Pesquera. Gonz¨¢lez-Laxe re¨²ne en la breve biograf¨ªa de sus 32 a?os todos los m¨¦ritos del galleguismo: antiguo integrante del Partido Socialista Galego, miembro del prestigioso Seminario de Estudios Galegos -instituci¨®n que recoge toda una tradici¨®n cultural gallega- y secretario general de Adega (Asociaci¨®n para la Defensa Ecol¨®gica de Galicia) durante cinco a?os.
A este pedigr¨ª pol¨ªtico y nacionalista une un decidido intento de alianza con los sectores que representan en su opini¨®n la Galicia moderna. Desde dise?adores como Adolfo Dom¨ªnguez hasta grupos de la movida rockera de La Coru?a o Vigo -caso de SemenUp, por ejemplo-, pasando por industriales abiertos a la idea de Europa, todo es v¨¢lido para sostener un mensaje de modernizaci¨®n y desarrollo. Pero es quiz¨¢ ese acuerdo pesquero con la Comunidad Econ¨®mica Europea lo que m¨¢s seguro le hace sentirse a Gonz¨¢lez-Laxe a la hota de valorar sus m¨¦ritos. "De 106 licencias de pesca en 1985 hemos pasado a 150 en 1986, y en lo que respecta a la merluza, de las 8.900 toneladas autorizadas en 1985 hemos pasado a las 18.000 toneladas para 1986". El m¨¢s discutible acuerdo con Portugal, que, seg¨²n otras fuentes, vulnera seriamente los intereses pesqueros de la zona de Mar¨ªn y Vigo, s¨®lo es negativo, seg¨²n el director general de Pesca, para "14 barcos de los 5.000 que componen la flota gallega".
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