"Al bajar del autob¨²s vimos que nos estaban tiroteando", dice un agente herido

Jos¨¦ Carlos S¨¢nchez Mart¨ªn es uno de los 16 guardias civiles heridos en el atentado. Tiene 25 a?os, casado y con una hija. Sufre heridas de metralla en ambas piernas. Conmocionado a¨²n, tiene el lado derecho de la cara salpicado de, peque?as heridas: "?bamos a relevar a los compa?eros de la embajada. Yo iba delante, a la derecha del microb¨²s. Al pasar ante el coche bomba, sent¨ª como un gran fogonazo, y por instinto me inclin¨¦ hacia la izquierda. En aquella confusi¨®n, tremenda, nuestra primera idea fue abandonar el microb¨²s. Yo mismo tuve que hacer saltar la puerta de una patada"."Al bajar", contin¨²a el herido, "o¨ªrnos silbar balas muy cerca. Nos estaban tiroteando. Nosotros est¨¢bamos aturdidos y hab¨ªamoss perdido algunas armas, pero los que pudieron empezaron a disparar tambi¨¦n. Yo recuerdo que v¨ª a un coche, Ritmo, de color azul, conducido por un hombre moreno, que recog¨ªa a alguno de los terroristas. Me parece que eran cuatro o cinco. Salimos en su persecuci¨®n, pero dispararon y nos refugiamos entre otros coches aparcados. No se si dieron a un compa?ero. Luego nos fueron evacuando a todos".

Parado en un sem¨¢foro

Cama por cama, junto al guardia civil se encuentra Alfonso Trillo Bernabeu, de 38 a?os, soltero, del¨ªneante, vecino de Alcobendas, herido en el hombro derecho y con contusi¨®n tor¨¢cica: "Iba caminando a mi trabajo, en la calle Serrano. En otro sem¨¢foro de la plaza me detuve cuando pas¨® el microb¨²s y luego segu¨ª andando. Enseguida o¨ª una explosi¨®n espantosa, mir¨¦ y lo v¨ª todo lleno de humo y sent¨ª mucho calor. Yo cre¨ª que hab¨ªan muerto todos. Luego v¨ª que sangraba mucho por el. hombro y me asust¨¦. Ped¨ª ayuda a un autobus de la EMT, que iba casi vac¨ªo, y el conductor me recogi¨® y me llev¨® hasta el hospital."