El despertar unitario de la oposici¨®n contra Pinochet
Luego de siete meses de hibernaci¨®n obligada por el estado de sitio, la oposici¨®n chilena ha despertado con un dinamismo imparable. Una nueva ofensiva en defensa de la vida, el pronto retorno a la democracia y el restablecimiento del Estado de derecho ya ha comenzado. Existe la m¨¢s irrenunciable decisi¨®n de todo el espectro pol¨ªtico para poner fin a los 12 a?os de decadencia, dolor y desintegraci¨®n nacional a los que la dictadura nos ha conducido.Las jornadas de protesta pac¨ªfica, una de la! formas de movilizaci¨®n social, han sido obra colectiva y espont¨¢nea de un pueblo cansado de sufrir y esperar. en vano. Desde ahora habr¨¢ que profundizar la movilizaci¨®n social, esto es, levantar las demandas populares, organizar al pueblo y organizar el enfrentamiento con la dictadura.
Se trata de crear una organizaci¨®n en torno a las reivindicaciones sociales, logrando as¨ª dos objetivos: superar el vac¨ªo producido por la destrucci¨®n del tejido social, premeditadamente ejecutado por la dictadura, y adquirir el control de la lucha, es decir, ser la expresi¨®n de los intereses dis¨ªmiles de un pueblo multifac¨¦tico.
Los s¨ªntomas de la crisis
La magnitud y profundidad de la crisis por la que atraviesa el pa¨ªs tiene or¨ªgenes anteriores al r¨¦gimen militar. Con el golpe de Estado culmina un proceso que, en sus rasgos principales, puede identificarse como un rompimiento del consenso democr¨¢tico.
Con el golpe, la crisis se agrav¨® y luego se eterniz¨®. Sus aspectos m¨¢s relevantes ser¨ªan:
1. En el orden pol¨ªtico rige una dictadura, que otorga a quienes la ejercen la suma de los m¨¢s importantes poderes, derivados del mantenimiento indefinido de los estados de excepci¨®n, que justifican constantes violaciones de los derechos humanos. La seguridad de los chilenos est¨¢ gravemente amenazada por la acci¨®n incontrolada de los ¨®rganos policiales; la Prensa est¨¢ sometida, y las libertades de expresi¨®n, conculcadas. El pa¨ªs vive entre el temor de la represi¨®n y el de la cotidiana violencia. La continuidad del r¨¦gimen se funda en la fuerza para prolongar el poder personal. Su debilidad est¨¢ impl¨ªcita en el uso sistem¨¢tico de la brutalidad represiva.
2. En el orden econ¨®mico se ha desarrollado una pol¨ªtica orientada a favorecer a grupos privados, privilegiando la especulaci¨®n y el lucro, lo que ha llevado a la destrucci¨®n de las fuentes de trabajo y, por ende, a un paro sin precedentes. El endeudamiento exterior por habitante es el m¨¢s alto del mundo, triste r¨¦cord. Todo este cuadro hace que las carencias del pueblo sean inaguantables.
3. La crisis es integral por tanto, moral y cultural. El pa¨ªs ha perdido las bases ¨¦ticas que hicieron grande a la Rep¨²blica. La impunidad campea, por lo que la corrupci¨®n, las irregularidades y la ilegalidad se han hecho permanentes. En la degradaci¨®n cultural basta denunciar s¨®lo una estad¨ªstica escalofriante: hace 15 a?os, en Chile se le¨ªan m¨¢s libros por habitante que en cualquier otro pa¨ªs de habla hispana, incluyendo a la propia Espa?a; produc¨ªa tantos libros como Argentina, con casi tres veces menos poblaci¨®n. Hoy, es el s¨¦ptimo pa¨ªs en lectura de libros en el mundo de habla castellana.
La propuesta opositora
Ante este catastr¨®fico estado de la naci¨®n en estos d¨ªas, se ha gestado una propuesta que viene de lejos.
Se inici¨® con la aproximaci¨®n humana de hombres pol¨ªticos que se hab¨ªan combatido enconadamente a?os antes. Se cultiv¨® en la solidaridad con los detenidos, desaparecidos, perseguidos y exiliados. Se conquist¨® en la vida sindical, amenazada constantemente con la represi¨®n y el paro. Se perfeccion¨® comparando experiencias de pa¨ªses que hab¨ªan recuperado la democracia. Nos alentaron la valent¨ªa de los j¨®venes y el coraje de las mujeres. Cambiaron el orden de nuestra vida los testimonios frente al abuso, el enga?o y la crueldad. El sufrimiento colectivo nos ha transformado, haber compartido el dolor de tantos chilenos indemnes ante las armas.
Transitando por este largo y pedregoso camino, finalmente se ha Regado al gran acuerdo nacional, que ha sido suscrito por el m¨¢s amplio arco de los partidos pol¨ªticos de derecha, centro e izquierda. Fundamental para el acuerdo ha sido la progresista Iglesia chilena, que, con la presencia del cardenal Juan Francisco Fresno, y de un grupo de asesores, hizo posible la feliz cristalizaci¨®n del esfuerzo unificador.
El documento, llamado Acuerdo nacional para la transici¨®n plena a la democracia, constituye el acontecimiento pol¨ªtico m¨¢s importante desde el golpe de Estado de 1973. Este hist¨®rico acuerdo fija la actuaci¨®n conjunta de la oposici¨®n con la proposici¨®n de medidas inmediatas: restablecimiento de las libertades p¨²blicas, autonom¨ªa de las universidades, t¨¦rmino del exilio, t¨¦rmino de los estados de excepci¨®n, registros electorales, legalizaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, libertad de Prensa y propaganda y la celebraci¨®n de un plebiscito para la ratificaci¨®n de las medidas. Sucintamente, ¨¦ste es el programa com¨²n unitario.
Como es de todos conocido, Pablo Neruda viv¨ªa en Madrid cuando sobrevino la guerra civil espa?ola; golpeado por el acontecimiento, puso todo su fervor y desesperaci¨®n en la causa democr¨¢tica. Motivado por su gran amor, desde las trincheras de Barcelona nace Espa?a en el coraz¨®n. Su verso es la lacerante denuncia: "Generales traidores: mirad mi casa muerta, mirad Espa?a rota". Hoy, los espa?oles invierten el escenario y dicen: "Chile en el coraz¨®n". En las condiciones actuales del proceso chileno se requiere de esa emoci¨®n y se exige el compromiso.
?ltimamente se ha devaluado y minimizado el apoyo a la causa democr¨¢tica chilena. Desde la multitudinaria concentraci¨®n de hace dos a?os, con la participaci¨®n del vicepresidente del Gobierno, el compromiso y la atenci¨®n se han ido diluyendo. Pareciera necesario que en el ¨¢mbito internaciorial sucedan hechos luctuosos para concitar la preocupaci¨®n. El respaldo a la lucha del pueblo chileno para recuperar su democracia cuenta, afortunadamente, con la unanimidad del espectro pol¨ªtico espa?ol.
No nos basta que cada representante cumpla cada mes de septiembre con su presencia ritual, dejando tranquila su conciencia. Necesitamos, por ejemplo, la creaci¨®n en Espa?a de instancias permanentes que vigilen y denuncien la constante violaci¨®n de los derechos humanos en Chile, la falta de libertades, el retorno de los exiliados que han hecho que la dictadura haya sido condenada durante 11 a?os en los foros internacionales por los dos tercios de los pa¨ªses del orbe. Aqu¨ª dejamos como un desafio esta propuesta a nuestros amigos de la clase pol¨ªtica espa?ola para que recojan esta iniciativa, la perfeccionen y materialicen en un compromiso amplio y operativo con nuestro pueblo.
En la v¨ªspera de la primavera chilena, donde todo florece, renacen nuestras esperanzas. All¨ª se contin¨²a.en la lucha pac¨ªfica de un pueblo sin armas; los dirigentes pol¨ªticos han llegado a trascendentales acuerdos; Pinochet est¨¢ cada d¨ªa m¨¢s aislado. Ahora es cuando todos los dem¨®cratas debemos hacer el esfuerzo final para reconquistar nuestra institucionalidad perdida. Ahora es cuando precisamos al m¨¢ximo la solidaridad.
Luis Risopatr¨®n Renard es representante para Europa del Partido Dern¨®crata Cristiano de Chile.
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