Acuarela monocolor de Fernando D¨ªaz-Plaja
El se?or D¨ªaz-Plaja -Las nostalgias de Ulises, EL PAIS, 1 de septiembre de 1985- ironiza sobre el proceso de la distensi¨®n en Europa, cuyo punto m¨¢s alto fue el acta final de Helsinki, un logro despu¨¦s nunca ya alcanzado. ?Acaso estuvo mal vivir en una Europa relajada? Debo recordar que el proceso de Helsinki influy¨® positivamente, entre otras cosas, en el desmantelamiento del franquismo y del salazarismo. ?Es mejor Europa ahora, erizada de misiles, acerc¨¢ndose cada d¨ªa m¨¢s al abismo?Somos firmes partidarios de la tercera cesta de Helsinki, la de los intercambios culturales y los derechos del hombre. El se?or D¨ªaz-Plaja toma solamente un aspecto de esto: ?hay o no hay peri¨®dicos comerciales de Occidente en los quioscos sovi¨¦ticos? (los hay, pero pocos, y no siempre). Implantarlos en abundancia es solamente dedicar a ello m¨¢s divisas, y ya est¨¢. El m¨¢s importante derecho del hombre es tener empleo y seguridad de empleo, educaci¨®n buena y trabajo cierto despu¨¦s de la graduaci¨®n, servicio m¨¦dico eficaz para todos.
Y otras muchas cosas esenciales de la vida. Por nuestra parte, todo eso lo hemos cumplido. Hemos publicado los acuerdos de la tercera cesta, hemos incluido tambi¨¦n sus 10 puntos en nuestra Constituci¨®n y en nuestra vida.
Al mismo tiempo satisfacemos los pormenores de la tercera cesta. S¨®lo en un a?o la URSS compr¨® a Occidente y distribuy¨® 7.1162.000 d¨®lares de libros y revistas, mientras Occidente nos compr¨® s¨®lo 3.305.000 d¨®lares. En un a?o hemos comprado a Estados Unidos y al Reino Unido y publicado en nuestras editoras 10.000 t¨ªtulos; estos dos pa¨ªses, a nosotros, 500 t¨ªtulos. A Francia compramos 6.000 t¨ªtulos; ellos a nosotros, 600. Anualmente editamos 120-180 t¨ªtulos espa?oles, entre cl¨¢sicos y contempor¨¢neos, en los m¨²ltiples idiomas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. ?Cu¨¢ntos se ven en una librer¨ªa espa?ola de escritores sovi¨¦ticos contempor¨¢neos? Uno o dos, si hay suerte. La misma pregunta es v¨¢lida para las obras contempor¨¢neas del cine, el teatro o la televisi¨®n sovi¨¦ticos. Claro est¨¢ que no compramos a Occidente tebeos, 007 o revistas del coraz¨®n.
Pero tanto, tanto en la torre de marfil el autor no se encuentra. Especialmente cuando llega a la pol¨ªtica internacional. Le extra?a que Finlandia no forme parte de la OTAN, siendo al mismo tiempo "realmente independiente", y que teniendo 1.000 kil¨®metros de frontera com¨²n con la URSS, en 40 a?os no haya habido la menor fricci¨®n entre ambos pa¨ªses, siendo Finlandia "totalmente occidental". En el art¨ªculo, que est¨¢ dedicado a dos pa¨ªses vecinos en el norte europeo, el autor subraya muy correctamente que la renta per c¨¢pita finlandesa es mayor que las de Francia y Jap¨®n, que aquel pa¨ªs no conoce el paro. Pero olvida mencionar que la Finlandia neutral mantiene un comercio boyante con el Este y el Oeste, que por la seguridad que tiene hall¨¢ndose fuera de los bloques puede dedicar solamente una insignificante parte de su presupuesto estatal para la defensa, de manera semejante a la igualmente neutral y prospera Austria.
Tampoco est¨¢ Ulises lejano de' las tendencias propagand¨ªsticas del d¨ªa, muy concretas y bien definidas. Le Monde, en un art¨ªculo reciente dedicado al pensamiento pol¨ªtico en Espa?a, constat¨® con
cierta preocupaci¨®n que el antisovietismo primario del franquismo i est¨¢ liquid¨¢ndose en este pa¨ªs y E que no ha surgido un nuevo antisovietismo intelectual, m¨¢s moderno, para sustituirlo.-
. Escritor sovi¨¦tico. i
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