Ser una bomba
J¨®venes 'kamikazes' hacen la guerra a Israel en L¨ªbano suicid¨¢ndose al volante de su coche-polvor¨ªn
El ritual es casi siempre el mismo. Suelen tener apenas 20 a?os, ser musulmanes de confesi¨®n, militan en las filas de un partido laico, y, con un autom¨®vil repleto de explosivos, se adentran por las estrechas carreteras del sur de L¨ªbano con la esperanza de provocar, al mismo tiempo que su muerte, la de militares israel¨ªes o de miembros de la milicia del Ej¨¦rcito del Sur de L¨ªbano (ESL), creada y financiada por Israel.Horas despu¨¦s de su acci¨®n kamikaze aparecen, uniformados y sonrientes, por la televisi¨®n libanesa en un v¨ªdeo previamente grabado, en el que afirman disponerse a cumplir con un deber patri¨®tico para liberar al pa¨ªs de sus ocupantes israel¨ªes", ensalzan al presidente sirio, Hafez el Assad, y piden tambi¨¦n a veces a sus padres que est¨¦n orgullosos de sus hijos.
Apenas concluye la difusi¨®n del mensaje p¨®stumo, acompa?ado del balance de las v¨ªctimas enemigas de la operaci¨®n suicida, sistem¨¢ticamente desmentido por el portavoz castrense de Tel Aviv, empieza a resonar en Beirut la crepitaci¨®n de las metralletas y el tableteo de las ametralladoras con las que los milicianos disparan al aire para celebrar la haza?a de su compa?ero de armas kamikaze. D¨ªas despu¨¦s, la agencia oficial de Prensa siria, Sana, anunciar¨¢ el bautismo en Siria de una plaza, una calle o un colegio con el nombre del ¨²ltimo m¨¢rtir de la resistencia libanesa.
La ¨²ltima m¨¢rtir fue, el mi¨¦rcoles pasado, Miriam Jeiredin, de 19 a?os de edad; en total, 14 atentados suicidas han sido cometidos desde principios de a?o contra el Ej¨¦rcito de ocupaci¨®n y sus ac¨®litos libaneses -nueve, desde que en junio el grueso de las fuerzas israel¨ªes se retir¨® del pa¨ªs-. Pero si los primeros fueron especialmente sangrientos para el enemigo, los ¨²ltimos distan mucho de ser militarmente eficaces.
El 10 de marzo, por ejemplo, el conductor del coche bomba que se precipit¨® contra una caravana militar israel¨ª logr¨® dar muerte a 12 soldados, mientras 14 resultaron heridos; pero desde que, en abril, Sana Mhaydalli, de 16 a?os de edad, mat¨® con un Peugeot 504 a otros dos ocupantes jud¨ªos, ning¨²n otro israel¨ª ha fallecido en este tipo de atentados, seg¨²n Tel Aviv.
"Es imposible impedirlo del todo", reconoci¨® entonces Sim¨®n Peres, primer ministro israel¨ª. Desde aquellas fechas las fuerzas armadas de Israel han conseguido, multiplicando las medidas preventivas, limitar los da?os, obligando a los resistentes a buscar nuevos y originales m¨¦todos de ataque, como la utilizaci¨®n de burros con alforjas cargadas de explosivos.
Eficacia
Los dos primeros que lo intentaron por el nuevo m¨¦todo fueron detenidos por los cascos azules de la ONU; pero, por fin, en agosto, el joven militante comunista Jamal Sati logr¨® volarse junto con su montura. Los israel¨ªes no tardaron en sacar la lecci¨®n de esta innovaci¨®n: hicieron r¨¢pidamente un recuento de las cabalgaduras y otorgaron permiso para montarlas a los propietarios dignos de confianza.La eficacia militar de estas acciones no s¨®lo ha sido cuestionada por Israel y su aliado, el general Antoine Lahd, el jefe del ESL, que sosten¨ªa recientemente que la "abrumadora mayor¨ªa de las v¨ªctimas de estos ataques son civiles inocentes", sino, sorprendentemente, por los ultraintegristas isl¨¢micos del Partido de Dios (shi¨ª).
Uno de sus m¨¢ximos dirigentes, el jeque Sobhi Tofalli, no rechazaba en agosto el principio de las operaciones suicidas llevadas a cabo anta?o por miembros de su organizaci¨®n contra objetivos norteamericanos y franceses en L¨ªbano. Pero denunciaba sus actuales fines, "meramente propagand¨ªsticos", al tiempo que daba impl¨ªcitamente la raz¨®n a Tel Aviv al asegurar que originaban "muchas v¨ªctimas civiles libanesas y pocas bajas a las fuerzas del enemigo". "No deber¨ªan", a?ad¨ªa, "estar permitidas".
Junto con el Partido de Dios, la poderosa milicia shi¨ª Amal se abstiene tambi¨¦n de protagonizar acciones kamikaze. Prefiere desarrollar una guerra de guerrillas m¨¢s convencional y, sobre todo, evitar que los fedayin palestinos puedan regresar al sur de L¨ªbano para infiltrarse en la zona de seguridad, la franja meridional que las tropas del Estado israel¨ª a¨²n controlan en territorio liban¨¦s.
Curiosamente, la vocaci¨®n del suicidio parece ahora estar reservada a miembros de movimientos pol¨ªtico-militares laicos. Aunque alg¨²n comunista figura en el elenco de los m¨¢rtires, la mayor¨ªa son militantes de la rama libanesa del Partido Baaz -sirio, en el poder en Damasco-, y, sobre todo, del Partido Social Nacional Sirio (PSNS), una formaci¨®n multiconfesional que preconiza la fusi¨®n de Siria, Irak, Jordania, L¨ªbano, Chipre y Palestina en un solo Estado.
Ambos movimientos tienen ¨®ptimas relaciones con Damasco, motivo por el cual Israel ha acusado a Siria de instigar desde lejos los atentados, pero el PSNS tiene m¨¢s peso en el escenario local. No en balde es la ¨²nica organizaci¨®n libanesa -una de cuyas sedes, la de Eshtaura, en la llanura de la Bekaa, ha sido bombardeada este a?o por la Fuerza A¨¦rea Israel¨ªque consagr¨® todas sus dem¨¢s incursiones a acuartelamientos de grupos palestinos.
En su despacho, empapelado con carteles que reproducen fotografias de los m¨¢rtires, los mismos que han sido pegados en las calles de Beirut y Damasco, Marwan Fares, relaciones p¨²blicas del PSNS, revela que "un centenar de candidatos al sacrificio heroico espera que el ala militar del partido decida cu¨¢ndo, c¨®mo y d¨®nde ha de asestarse el pr¨®ximo golpe al adversario".
Solteros
El ¨²nico requisito exigido a los afiliados al PSNS para su inclusi¨®n en la lista consiste en ser solteros. "Por lo dem¨¢s", afirma Fares, "nuestros miembros est¨¢n psicol¨®gicamente preparados y pol¨ªticamente motivados para que baste, antes de asignarles el objetivo, con impartirles simplemente una breve formaci¨®n t¨¦cnica". A lajoven Sana Mhaydalli -m¨¢s conocida ahora por sus apodos p¨®stumos de novia del Sur o de Juana de Arco ¨¢rabe- fue, por ejemplo, necesario ense?arla a conducir antes de entregarle el volante del coche bomba.Fares se muestra convencido de que, "al igual que la fuerza multinacional occidental se march¨® de Beirut a causa de los atentados suicidas de inspiraci¨®n integrista isl¨¢mica, los israel¨ªes ser¨¢n expulsados de L¨ªbano con el mismo m¨¦todo". Acaso sea menos eficaz militarmente que las emboscadas o la colocaci¨®n de minas activadas a distancia, pero ofrece la ventaja de galvanizar a una juventud ¨¢rabe rom¨¢ntica en busca de ideales, adem¨¢s de realzar en Oriente Pr¨®ximo el prestigio del r¨¦gimen baazista sirio.
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