Victoria de Olof Palme en las elecciones generales en Suecia
Olof Palme, de 58 a?os, primer ministro socialdem¨®crata de Suecia, continuar¨¢ gobernando durante un nuevo mandato de tres a?os tras conocerse los resultados provisionales de las elecciones generales celebradas ayer. Los datos ofrecidos por la televisi¨®n sueca otorgaban al bloque de izquierda (socialdem¨®cratas y comunistas) 178 esca?os de los 349 que componen el total del parlamento unicameral de Estocolmo frente a los 171 del bloque burgu¨¦s (conservadores, liberales y centristas).
La victoria del bloque de izquierda, con un 50,3% de los votos emitidos frente al centro-derecha, se ha visto reducida, sin embargo, en relaci¨®n a las elecciones de 1982 (51,2%). La diferencia de 23 esca?os en los anteriores comicios se ha visto reducida a siete cuando todav¨ªa faltan por escrutar el 60% de los votos emitidos por correo -unos 70.000.Los resultados provisionales dan 159 esca?os a los socialdem¨®cratas (166 en 1982) y 19 para los comunistas (20). En el bloque burgu¨¦s los conservadores obtienen 76 (86 en 1982), 44 los centristas (56) y 51 los liberales (21).
El espectacular aumento del n¨²mero de esca?os del Partido Liberal conducido por Bengt Westerberg, un economista joven de escasa relevancia hasta ahora en el escenario pol¨ªtico de Suecia, no lograba compensar la disminuci¨®n experimentada por el Partido Conservador, cerca de un 2%, y la acusada ca¨ªda del Partido del Centro, que de un 15,5% de los votos conseguido en 1982 pasaba a 11 % y perder¨ªa, seg¨²n estos resultados, 12 esca?os.
Olof Palme, que, seg¨²n estos resultados, seguir¨¢ siendo el primer ministro de Suecia, expres¨® en sus primeras declaraciones su satisfacci¨®n por lo que calific¨® el apoyo del pueblo sueco a la "tercera v¨ªa", encarnada en la socialdemocracia en contraposici¨®n con la pol¨ªtica neoliberal y "ego¨ªsta" del partido conservador.
En lo que respecta a los resultados en los municipios, la situaci¨®n se corresponde con los del Parlamento, anot¨¢ndose tambi¨¦n un leve retroceso de la socialdemocracia que, de acuerdo a las cifras de 252 comunas escrutadas de un total de 362, perder¨ªa las ciudades de Estocolmo y Malmo, de significativa importancia.
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La gesti¨®n econ¨®mica, principal acierto del Gobierno socialdem¨®crata sueco de Olof Palme
Viene de la primera p¨¢ginaLa campa?a electoral sueca se ha visto caracterizada esta vez por una intensidad y una duraci¨®n mayores que en los per¨ªodos anteriores. Las diferencias existentes en los criterios ideol¨®gicos y econ¨®micos con que el Gobierno de Olof Palme hab¨ªa conducido al pa¨ªs en estos tres a?os y los que postulaban los partidos burgueses, especialmente el conservador, se fueron ahondando de manera sensible, todo lo cual explica el ardor de la campa?a. El Gobierno socialdem¨®crata, que triunf¨® en las elecciones de 1982 tras dos per¨ªodos consecutivos de Gobiernos burgueses, logr¨® formar un equipo ministerial homog¨¦neo y eficiente que, sobre todo en el ¨¢rea econ¨®mica, tuvo en Kjell Olof Feldt un brillante conductor.
El Gobierno acometi¨® r¨¢pidamente los aspectos econ¨®micos en los que los sucesivos Gobiernos burgueses, en el poder desde 1976 hasta 1982, no hab¨ªan logrado resultados satisfactorios, sea por imposibilidad propia, por la coyuntura internacional o por ambas cosas a la vez. La p¨¦rdida de capacidad competitiva en los mercados internacionales, el debilitamiento de las inversiones en la industria, la ca¨ªda de las exportaciones, el aumento del ¨ªndice de parados y un d¨¦ficit fiscal que rondaba los 90.000 millones de coronas (1,8 billones de pesetas), eran algunos de los ¨ªndices econ¨®micos en septiembre de 1982.
En dos a?os, el Gobierno de Olof Palme pudo cambiar la situaci¨®n y la tendencia de la producci¨®n industrial se volvi¨® positiva, los nuevos pedidos de la industria aumentaron tanto en el mercado interior como en el de exportaci¨®n, y se abri¨® as¨ª una etapa m¨¢s prometedora para la econom¨ªa sueca.
El punto de partida de este cambio fue la devaluaci¨®n iniciada por el Gobierno de Palme al iniciar su gesti¨®n, que mejor¨® notablemente la posici¨®n del pa¨ªs en el mercado internacional, aunque no faltaron cr¨ªticas al monto de dicha medida, que alcanz¨® un 16%. Paralelamente, el ¨ªndice del paro comenz¨® a disminuir, la inflaci¨®n se ha mantenido, si no en las metas que se hab¨ªa propuesto el Gobierno, en un nivel aceptable, lo que ha contribuido a mejorar el comercio de intercambio y el d¨¦ficit fiscal.
Se estableci¨® durante algunos per¨ªodos la congelaci¨®n de precios y la identificaci¨®n de objetivos entre el partido de Gobierno, y el movimiento obrero, amalgamado en la famosa Central de Trabajadores (LO) facilit¨® la obtenci¨®n de un nivel salarial que, si bien signific¨® una disminuci¨®n del poder real de los salarios, no alter¨® significativamente la situaci¨®n de los trabajadores.
Con el 45,6% de los votos y 166 esca?os en el Parlamento en las elecciones de 1982, el Partido Socialdem¨®crata tuvo mayor¨ªa propia sobre el bloque de partidos burgueses, que totalizaron entonces entre los tres 163 esca?os, pero, adem¨¢s, cont¨® para sacar adelante sus propuestas con los votos del Partido Comunista, 20 en total, que no integr¨® el Gobierno pero que forma con aqu¨¦l el denominado bloque socialista.
Los partidos burgueses
Los partidos llamados burgueses evolucionaron en los ¨²ltimos a?os en cuanto a su significaci¨®n en la pol¨ªtica sueca de tal forma que el Partido Conservador, antiguamente llamado partido de derechas, se constituy¨® en el mayor de todos ellos. En las elecciones de 1982 obtuvo el 23,6% de los votos, mostrando desde 1970 un crecimiento constante.
Encabezado por Ulf Adelshon, un pol¨ªtico joven y agresivo polemista que accedi¨® a la direcci¨®n del partido tras el retiro voluntario del anterior l¨ªder Gosta Bohman, centr¨® sus ataques en la figura de Palme, al que acus¨® de llevar el pa¨ªs al totalitarismo.
La libertad fue el eslogan preferido por los conservadores en la campa?a electoral. El crecimiento del Partido Conservador se hizo en parte a costa de los otros dos integrantes del espectro burgu¨¦s, los partidos centrista y liberal, lo que determin¨® que la pol¨ªtica sueca se fuera polarizando en los ¨²ltimos a?os y, m¨¢s notoriamente, en esta campa?a, entre la socialdemocracia y los conservadores.
El partido del centro que capitanea Torbjon Falldin, que en las elecciones de 1976 obtuvo el 24,1% y era el mayor de los tres, hab¨ªa tenido un dram¨¢tico descenso en las encuestas previas a las elecciones de ayer. El Partido Liberal, en cambio, se ha recuperado ahora de la ca¨ªda en vertical sufrida en las elecciones de 1982, cuando pas¨® de un 10,6% en 1979, a 5,9%, casi el mismo porcentaje que el Partido Comunista Sueco.
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