Londres estudia "urgentemente y con cuidado" una respuesta a Mosc¨²

El Gobierno brit¨¢nico estudia la respuesta m¨¢s adecuada a la expulsi¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica de 25 de sus ciudadanos. El secretario del Foreign Office, Geofrey Howe, convoc¨® el domingo a sus asesores para estudiar una medida "urgentemente y con cuidado". Algunas horas despu¨¦s del anuncio de la expulsi¨®n de los diplom¨¢ticos, periodistas y hombres de negocios brit¨¢nicos, el jefe de la diplomacia del Reino Unido declar¨® que "el gesto sovi¨¦tico, completamente injustificable, tendr¨ªa consecuencias" en el proceso de mejora de las relaciones entre los dos pa¨ªses.

Fuentes autorizadas anunciaron ayer que el Gobierno se dar¨¢ un plazo de unas 48 horas antes de tomar una decisi¨®n. Sea cual sea ¨¦sta, el di¨¢logo entre Londres y Mosc¨² ha sufrido ostensiblemente con la vuelta al lenguaje de la guerra fr¨ªa.

A los ojos de Londres, la ley del tali¨®n aplicada por la URSS no constituye m¨¢s que una "pura venganza". El Gobierno brit¨¢nico cree que, mientras que la expulsi¨®n de 25 sovi¨¦ticos del Reino Unido estaba justificada por su participaci¨®n en actividades de espionaje, no hay ninguna justificaci¨®n para expulsar a los brit¨¢nicos.

La decisi¨®n del Gobierno de Londres ha sido, sin embargo, criticada por la oposici¨®n laborista, uno de cuyos diputados, Tam Dalyell, solicit¨® ayer que el Gobierno explique las razones que le llevaron a expulsar a los 25 sovi¨¦ticos. Dalyell cree que estas expulsiones son "poco afortunadas" en el caso de los periodistas y, particularmente, de Mijail Boghdanov, "cuyo comportamiento fue, en todo momento, escrupulosamente correcto". Dalyell pregunta al Gobierno "qu¨¦ hacen los periodistas sovi¨¦ticos en Londres que no hagan los brit¨¢nicos en Mosc¨²" y solicita una lista de acusaciones.

Expertos occidentales en materia de espionaje consideran que con su sorprendente reacci¨®n Mosc¨² ha querido advertir a Londres de los peligros que supone el intentar conseguir demasiada venta a sobre la URSS. El Reino Unido obtuvo la pasada semana el ¨¦xito de que el jefe del KGB en Londres se pasase a Occidente.