EE UU y la URSS, en ?frica del Sur
El espectro de la Uni¨®n Sovi¨¦tica pende sobre el actual torbellino de ?frica del Sur. Con creciente frecuencia y urgencia, la crisis en Sur¨¢frica es descrita por surafricanos y norteamericanos como una batalla entre Este y Oeste.Pero existe una ignorancia total sobre los actuales objetivos sovi¨¦ticos en ese territorio.
La pol¨ªtica de los sesenta se ocup¨® seriamente en la fundaci¨®n de La Lanza de la Naci¨®n, el ala combatiente del Congreso Nacional Africano. Desde entonces proporcion¨® la parte del le¨®n del entrenamiento militar y del equipamiento al movimiento de liberaci¨®n nacional.
El Congreso Nacional Africano, por su parte, se dirigi¨® en busca de apoyo al Este de Europa s¨®lo despu¨¦s de que le fuera denegado en Occidente. Mosc¨² ejerce cierta influencia en la estrategia de la insurecci¨®n a trav¨¦s del Partido Comunista de Sur¨¢frica, un grupo estalinista que ha sido exiliado.
El apoyo militar sovi¨¦tico para la lucha armada hasta la fecha ha sido modesto, y el Congreso Nacional Africano ha combatido una campa?a de bajo nivel de guerrilla contra el Gobierno blanco sin mucho ¨¦xito. Claro est¨¢, el Congreso Nacional Africano ha conquistado el coraz¨®n y la mente de muchos negros surafricanos y ha celebrado conversaciones recientemente con l¨ªderes blancos que representaban el mundo de los negocios, pero ha logrado poco cuando se atacaba el aparato de seguridad del Gobierno. Muchos l¨ªderes del Congreso Nacional Africano est¨¢n presos o exiliados.
Hay muchos simpatizantes sovi¨¦ticos dentro del Congreso Nacional Africano, pero est¨¢n en minor¨ªa, dada la mayor¨ªa de cristianos y de organizaciones populistas. Sin embargo, con un peque?o suministro de armamento y dinero, Mosc¨² ha logrado ganar adhesiones en el Congreso Nacional Africano y ha obtenido considerables ganancias de propaganda en la comunidad internacional al difundir su actitud sobre el apartheid.
El apoyo sovi¨¦tico al Congreso Nacional Africano se ha nutrido por una simbiosis muda entre Mosc¨² y el r¨¦gimen dominante en ?frica del Sur. Los l¨ªderes blancos de la afiricanidad tratan de pintar a Mosc¨² como el demonio que est¨¢ detr¨¢s de todos los disturbios internos, y los l¨ªderes sovi¨¦ticos est¨¢n muy contentos de que se les d¨¦ cr¨¦dito como causantes de dichos incidentes internos.
En realidad, la mayor¨ªa de los expertos en asuntos surafricanos afirma que el reciente levantamiento, como los tumultos de Soweto de 1976, ha sucedido espont¨¢neamente, como resultado de un sistema absolutamente inhumano de separaci¨®n racial y no de acuerdo a un gran objetivo. Hasta los l¨ªderes del Congreso Nacional Africano fueron cogidos por sorpresa por lo inesperado de esos levantamientos.
16 de septiembre
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