Londres ha salido perdiendo en su pugilato con Mosc¨²

CARLOS MENDO, Las sucesivas expulsiones de ciudadanos sovi¨¦ticos y brit¨¢nicos por parte de los Gobiernos de Londres y Mosc¨², que ha terminado en un empate a 31, ha demostrado una falta de an¨¢lisis de la situaci¨®n internacional y una infravaloraci¨®n de la capacidad de reacci¨®n del nuevo l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, por parte de la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher. C¨ªrculos pol¨ªticos y diplom¨¢ticos de Londres consideran que el Reino Unido ha salido perdiendo en lo que la Prensa londinense ha calificado como "la guerra de los esp¨ªas" entre los dos pa¨ªses. La explicaci¨®n para radica en el hecho de que la representaci¨®n oficial y oficiosa sovi¨¦tica en el Reino Unido es mucho m¨¢s numero sa que la brit¨¢nica en la URSS. As¨ª, despu¨¦s de las expulsiones, provocadas por la deserci¨®n a Occidente, la pasada semana, del jefe del KGB en Londres, Oleg Gordievski, el total de diplom¨¢ticos, personal administrativo de embajada, delegaciones comerciales y periodistas brit¨¢nicos en la URSS ha descendido de 103 a 78, mientras que los sovi¨¦ticos han pasado de un total de 284 a 205.

En opini¨®n de los analistas pol¨ªticos, Margaret Thatcher ha cre¨ªdo que aplicando una pol¨ªtica de dureza pod¨ªa salirse con la suya, pasando por alto que la direcci¨®n del Kremlin no pod¨ªa dar sensaci¨®n de debilidad ante Occidente cuando Gorbachov tiene que entrevistarse con el presidente Reagan en Ginebra escasamente dentro de un mes, de una parte, y de otra, que no era previsible que un l¨ªder sovi¨¦tico que lleva poco tiempo en el Kremlin pudiera dejar en mal lugar a sus servicios de inteligencia. Entre tanto, los servicios de inteligencia brit¨¢nicos contin¨²an sus sesiones de trabajo con Gordievski con el fin de completar su informaci¨®n sobre la red de espionaje sovi¨¦tica en el Reino Unido y en el resto de los pa¨ªses occidentales. La deserci¨®n del doble agente brit¨¢nico, acelerada posiblemente por las m¨²ltiples defecciones en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), fue arreglada por el servicio de inteligencia brit¨¢nico, m¨¢s conocido por MI5, que, junto con el MI6, encargado de las operaciones en el exterior, son las agencias que se ocupan del espionaje y contraespionaje para el Reino Unido. Las dos agencias dependen directamente de la jefatura del Gobierno brit¨¢nico, aunque en su secretariado est¨¢n representados los ministerios de Asuntos Exteriores, Interior y Defensa. Todos los intentos de colocar los servicios de inteligencia brit¨¢nicos bajo la supervisi¨®n de una comisi¨®n parlamentaria han fracasado an e la negativa rotunda de primeros ministros, tanto conservadores como laboristas. El escritor Nigel West, que acaba de publicar un libro sobre actividades del MI5 durante Guerra Mundial, compara a los servicios secretos con el antiguo Ministerio de la Guerra del imperio y, refiri¨¦ndose a las dificultades para obtener informaci¨®n, escribe: "es como tener relaciones sexuales con un elefante, no se obtiene ning¨²n placer, tienes todas las posibilidades de que te aplasten y pasan a?os antes de tener resultados".