Bimal Kaur Khalsa
Viuda de uno de los presuntos asesinos de Indira Gandhi, es candidata a las elecciones de Punjab
Bimal Kaur Khalsa, de 35 a?os de edad y madre de tres hijos, es la viuda de Beant Singh, uno de los presuntos asesinos de la entonces primera ministra india, Indira Gandhi. En las elecciones que se celebran ma?ana en el Estado indio de Punjab se presenta como candidata a un esca?o en la Asamblea Nacional, y ha jurado que cumplir¨¢ los deseos de su marido y que luchar¨¢ por los derechos de las mujeres sijs.
Su nombre -Khalsa- significa pura. Desde la muerte de su mando, uno de los guardaespaldas de Indira Gandhi, que cay¨® abatido por las balas de otros miembros de la seguridad de Indira, ha recibido diariamente los homenajes de la poblaci¨®n.Pero ahora es ella, en la soledad -no representa a ning¨²n partido-, quien ha prometido, al presentarse como candidata, cumplir los deseos de su marido y luchar por los derechos de las mujeres sijs.
Esta mujer, vestida con la tradicional t¨²nica amarilla brillante, con la cabeza cubierta y un pu?al ritual sij en la cintura, espera ganar un esca?o en la Asamblea Nacional. "La gente entiende mi misi¨®n y me votar¨¢", asegura Khalsa. Sonr¨ªe al recordar su pasado, cuando, en 1976, siendo enfermera en un hospital del Gobierno en la capital del pa¨ªs, Nueva Delhi, conoci¨® a Beant, entonces un joven polic¨ªa. M¨¢s tarde, ambos se convertir¨ªan en sijs fundamentalistas, tras una ceremonia bautismal.
Es una novata en pol¨ªtica, pero eso no le asusta. Es una mujer valiente -ha rechazado el uso de un chaleco antibalas durante la campa?a- y se enfrenta a dos importantes oponentes -el partido Akali Dal y el Partido del Congreso (1) del primer ministro, Rajiv Gandhi- en los dos distritos del norte de Punjab en que se presenta. "Ganar¨¦ en los dos distritos", afirma, segura de s¨ª misma.
Cuando vaga por los polvorientos pueblos haciendo campa?a, su suegra cuida de los ni?os. "?Casarme de nuevo?", se pregunta. "No, no me casar¨¦ otra vez. Adem¨¢s, no me siento sola, porque Dios est¨¢ conmigo", asegura.
Khalsa lucha por conseguir resultados positivos para las mujeres. "Quiero que las mujeres aprendan a ser independientes y a superar las dificultades sin perder la esperanza", manifiesta. Ella quiere ser el vivo ejemplo de lo que dice. "Las mujeres sijs tenemos nuestro propio feminismo. Somos audaces e igualamos a nuestros hombres en valor. Lo demostrar¨¦ en mi vida", afirma con firmeza.
No cree en la violencia. En relaci¨®n al asesinato presuntamente cometido por su marido, manifiesta: "El acto de mi marido no fue violento. Era venganza y Dios le ayud¨®". Pero, a continuaci¨®n, afirma: "Yo no hubiese hecho lo que hizo mi marido, pero ¨¦l era un hombre fuerte. Nunca habl¨® conmigo sobre eso, pero yo s¨¦ que Dios estaba con ¨¦l".
Apoya el acuerdo de paz para Punjab firmado por Rajiv Gandhi y el moderado dirigente del Akali Dal, Harchand Singh Longowal, el pasado mes de julio, para poner fin a tres a?os de sangrientos enfrentamientos en ese Estado. Este acuerdo posibilit¨® la celebraci¨®n de estas elecciones, pero uno de sus art¨ªfices, Longowal, no podr¨¢ ser testigo de sus resultados. Fue asesinado el 20 de agosto por extremistas sijs.
Khalsa, que antes recib¨ªa los honores por la violenta acci¨®n de su marido, podr¨ªa convertirse ahora, de forma pac¨ªfica, en bandera del feminismo sij.
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