Nervios, angustia y brillantez de Espa?a antes de lograr los puntos para ir a Mexico
Espa?a se clasific¨® para el Mundial de M¨¦xico gracias a una fase de buen juego que abarc¨® los 10 ¨²ltimos minutos del primer tiempo y la mitad del segundo. El triunfo result¨® apurado por culpa de los nervios del equipo espa?ol durante los primeros 35 minutos, en los que recibi¨® un gol y cometi¨® muchos errores. Dos jugadores de la casa, Rinc¨®n y Gordillo, marcaron los goles de Espa?a para j¨²bilo del p¨²blico sevillano.
Islandia fue exactamente el equipo que se esperaba. Bien armado atr¨¢s y con un estilo de juego brit¨¢nico, que transita por el centro del campo con rapidez, para llegar en un par de pases largos a la zona de ataque. El portero siempre saca con el pie y, en general, el equipo island¨¦s no demuestra ning¨²n inter¨¦s en construir la jugada y siempre llega adelante lo antes posible y por el camino m¨¢s r¨¢pido. Arriba cuentan con la calidad de Petursson, el buen jugador del H¨¦rcules, que ayer se mostr¨® como un excelente hombre para este sistema de juego.
Frente a un equipo as¨ª, Espa?a anduvo nerviosa y descompuesta durante el primer tercio del partido. Gallego no consegu¨ªa dirigir el equipo, Gerardo se equivocaba mucho, Rojo no encontraba el sitio y, en general, todos acusaban excesivo nerviosismo. Exist¨ªa adem¨¢s el problema de que a Espa?a, con cuatro defensas en l¨ªnea, le sobraba un jugador en esa zona, que quiz¨¢ hubiera hecho falta m¨¢s adelante. Pero Mu?oz, sin duda, ten¨ªa miedo a la posibilidad de que alg¨²n contraataque island¨¦s cogiera descubierta a la retaguardia espa?ola y mantuvo siempre a sus cuatro hombres atr¨¢s. Especialmente preocupante era la falta de ajuste en los marcajes, que se traduc¨ªa en entradas a destiempo y en faltas innecesarias.
Pasada la media hora de juego, Espa?a no hab¨ªa producido m¨¢s que tres potentes disparos a puerta de V¨ªctor y alguna jugada aislada de Butrague?o. Repentinamente, Islandia, en un saque de banda pr¨®ximo al ¨¢rea, ligaba una jugada r¨¢pida que terminaba en gol. El objetivo de la victoria m¨ªnima se colocaba as¨ª para Espa?a en dos goles por lo menos.
Pero, curiosamente, fue a partir del gol cuando Espa?a empez¨® a jugar bien. Fue como si descubriera de repente que peor no pod¨ªan estar las cosas y que ya no hab¨ªa nada que perder. De ah¨ª al descanso se produjeron tres llegadas muy claras de gol, una de las cuales se tradujo en el empate. Pero el mejor f¨²tbol espa?ol vino despu¨¦s del descanso., Si en los ¨²ltimos minutos de la primera parte se hab¨ªan producido algunas jugadas bien construidas gracias al entusiasmo general y a que algunos de los seleccionados hab¨ªan recobrado la lucidez, en el segundo tiempo casi todo funcion¨® bien. Gallego recuper¨® su papel de director, Gordillo realiz¨® continuos desbordes por su banda, Butrague?o hizo m¨¢s frecuentes sus apariciones y hubo una fase de f¨²tbol realmente bueno. Islandia resisti¨® poco y en el minuto 50 recibi¨® el segundo gol, obra de Gord¨ªllo, que obten¨ªa as¨ª el premio a su excelente tarea por la banda izquierda.
La racha de buen f¨²tbol espa?ol dur¨® todav¨ªa m¨¢s minutos, hasta que se hizo presente cierta prudencia. Una victoria m¨ªnima era suficiente y el empate se dibujaba como un peligro demasiado grave como para correr riesgos. As¨ª que, Espa?a empez¨® a tomar las cosas con m¨¢s calma y a subir arriba cada vez con menos gente. Islandia se adelant¨® algo, pero a esas alturas del partido el calor de Sevilla hab¨ªa provocado ya la suficiente fatiga en los islandeses como para que constituyeran un verdadero peligro. As¨ª, entre unas cosas y otras, el partido fue muriendo poco a poco, sin m¨¢s incentivo que las galopadas de Gordillo por la izquierda; las apariciones espor¨¢dicas, pero siempre brillantes, de Butrague?o y alguna ocasional amenaza de los islandeses a la puerta de Zubizarreta.
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