Emilio S¨¢nchez y Sergio Casal, ¨²nicos espa?oles que siguen en el torneo God¨®

S¨®lo quedan cinco cabezas de serie en los octavos de final del torneo God¨® de tenis, que se disputa en Barcelona, ya que ayer, adem¨¢s de Nosh (Francia, 2), fueron eliminados Tomas Smid (Checoslovaquia, 4) Jos¨¦ Luis Clere (Argentina, 9) y Andreas Maurer (RFA, 11). Sergio Casal (14) y Emilio S¨¢nchez son los ¨²nicos espa?oles que se mantienen, tras ser eliminados ayer Fernando Luna y David de Miguel.

Casal y S¨¢nchez son los ¨²nicos espa?oles supervivientes, de 15 inscritos, en el God¨®. Casal venci¨® al argentino Marcelo Ingaramo por 6-4 y 6-4, mientras S¨¢nchez derrotaba al australiano Peter McNamara por 6-0, 2-6 y 6-3. Luna perdi¨® ante Mart¨ªn Jaite (Argentina, 6) por 1-6 y 3-6, mientras De Miguel ced¨ªa ante el italiano Francesco Cancellotti por 4-6,.6-0 y 3-6.S¨¢nchez sali¨® como un misil tierra-tierra a la pista y consigui¨® un 6-0 ante McNamara. Luego olvid¨® la t¨¢ctica empleada hasta entonces, bolas largas y cruzadas que hac¨ªan mucho da?o a un McNamara que cojea al correr a causa de una grav¨ªsima lesi¨®n de rodilla, y perdi¨® la segunda manga para recuperar el ritmo en la tercera.

Casal, por su parte, que comenz¨® el a?o en el puesto 179? y ahora es 49?, ha cambiado. Antes no sab¨ªa terminar los partidos. "Me pon¨ªa tan nervioso que lanzaba las bolas fuera de la pista", reconoce ¨¦l mismo. Ayer gan¨® ante Ingaramo en la primera bola de partido de que dispuso.

La eliminaci¨®n de Noah

Yannick Noah se paseaba estos d¨ªas por las instalaciones del Real Club de Tenis Barcelona con una gorra negra de marino y unos peque?os auriculares hundidos en sus o¨ªdos. Deambulaba sin rumbo fijo, firmando de vez en cuando alg¨²n aut¨®grafo y charlando con sus compatriotas. El martes, ante el espa?ol Avenda?o, ya pas¨® ciertos apuros. Ayer, ante el argentino Arg¨²ello, concluy¨® su participaci¨®n en el torneo individual. Y lo hizo dejando un cierto sabor amargo en las gargantas de los aficionados que presenciaron su partido. Perdi¨® por 6-7 (4-7), 6-2 y 4-6.Noah caminaba por la pista con m¨¢s lentitud de la habitual. Fallaba golpes sencillos, re¨ªa ante sus errores y no celebraba sus aciertos. Ante un rival de d¨¦bil car¨¢cter habr¨ªa podido seguir en el torneo, pero Arg¨¹ello era como un pirata ten¨ªstico con la raqueta entre los dientes. Se agarr¨® a la pista, dispuesto a salir de ella como ganador o con los pies por delante. Y Noah no est¨¢ ya dispuesto a sufrir. Cuando se sentaba, en los cambios de lado, se colocaba de nuevo los auriculares de su walkman. Parec¨ªa estar deseando estar en una playa del Caribe escuchando m¨²sica reggae.

Pese a tener sus mejores recursos en su servicio y sus movimientos cerca de la red, Noali se empe?¨® en ganar el encuentro desde el fondo ante un aut¨¦ntico especialista en ese tipo de juego. Arg¨¹ello, que golpea de derecha y de rev¨¦s cogiendo la raqueta con las dos manos, gan¨® la primera manga, se asust¨® en la segunda ante la idea de poder vencer y acab¨® remontando un 2-4 en la tercera ante la inoperancia de Noah.

El jugador franc¨¦s ni siquiera se preocup¨® en disfrazar la derrota: "No se puede jugar bien durante todo el a?o". Alguien se atrevi¨® a preguntarle qu¨¦ m¨²sica escuchaba durante los descansos: "No es m¨²sica", dijo sonriendo. "Es mi gur¨²".