Elem Klimov, el cineasta de moda en Mosc¨²
La pel¨ªcula Venga y vea, que gan¨® el reciente festival internacional de Mosc¨², ha sido proyectada en la secci¨®n Zona abierta del certamen donostiarra, con la discreta presencia de su director, Elem Klimov, de 47 a?os, que se ha convertido en el cineasta de moda en Mosc¨². Antes de viajar a San Sebasti¨¢n habl¨® de las perspectivas que, seg¨²n ¨¦l, se abren para el cine sovi¨¦tico con la presencia de Mijail Gorbachov en el poder. Seg¨²n su estimaci¨®n, "los cineastas vivimos con nuevas esperanzas".
PILAR BONET, Tres pel¨ªculas, afectadas por destinos simult¨¢neos y diversos, han catapultado a este artista de ojos profundos y complexi¨®n atl¨¦tica, que comenz¨® su actividad en los a?os sesenta con una sarc¨¢stica cr¨ªtica social. Se trata de Venga y vea, la cinta sobre la II Guerra Mundial ganadora del festival de Mosc¨²; Agon¨ªa, estrenada esta primavera tras 10 a?os de congelaci¨®n, y Adi¨®s a Matiora, una pel¨ªcula sobre la destrucci¨®n de la forma de vida rural que s¨®lo ha sido proyectada marginalmente en la URSS y que no ha sido autorizada para su exportaci¨®n internacional.
Klimov, que se gradu¨® como ingeniero aeron¨¢utico, e incluso ejerci¨® temporalmente esta profesi¨®n, pertenece a aquella generaci¨®n de artistas que se form¨® en el clima de mayor libertad creativa propiciado por Nikita Jruschov, a finales de los cincuenta y principios de los sesenta.
Testimonio de aquella atm¨®sfera es la pel¨ªcula con la que consigui¨® su diploma de cineasta en 1964: Bienvenidos o prohibido el paso de los extra?os. En esta cinta, Klimov muestra a trav¨¦s de un campamento de vacaciones infantil la burocracia, el servilismo, la adulaci¨®n y la hipocres¨ªa de la sociedad sovi¨¦tica de la ¨¦poca.
Ciudadanos sovi¨¦ticos que todav¨ªa encuentran actuales las viciadas relaciones sociales que se muestran en aquella cinta creen que hoy en d¨ªa, no ser¨ªa posible hacer una cr¨ªtica tan ¨¢spera de la sociedad. Klimov piensa, sin embargo, que los j¨®venes cineastas sovi¨¦ticos de ahora "son muy indecisos y t¨ªmidos". "Saben hacer pel¨ªculas, saben filmar, pero sus cintas son impersonales, les falta coraje. Si se atrevieran a m¨¢s, nuestro cine dar¨ªa un nuevo paso adelante", agrega Klimov.
Relaci¨®n con la muerte
A la generaci¨®n de Klimov pertenece el director Andrei Tarkovski, hoy emigrado en Occidente, y la propia esposa de Klimov, Larisa Shepitko, muerta en un accidente de tr¨¢fico en 1979. La muerte de Larisa parece haber marcado profundamente a Klimov e incluso haber influido en su estilo art¨ªstico, antes comedia y ahora m¨¢s proclive a la tragedia. "Ahora tengo una relaci¨®n personal con la muerte", dice Klimov, en cuyo apartamento moscovita hay un enorme retrato de Larisa rodeado de cestos y jarrones de porcelana colocados en el suelo y llenos de flores.
"Venga y vea es una pel¨ªcula claramente antifascista, antimilitar", nos dice Klimov, quien recuerda que 628 aldeas bielorrusas fueron quemadas totalmente junto con sus pobladores por las tropas alemanas ocupantes.
A Klimov no le parece que existan ya suficientes pel¨ªculas de guerra. "La hay y las habr¨¢. Mi mujer hizo la pel¨ªcula Ascensi¨®n sobre el tema de la guerra, y yo siempre quise hacer la m¨ªa. Soy un ni?o de la guerra. Nac¨ª en Stalingrado, la guerra comenz¨® cuando yo ingres¨¦ en el primer curso de la escuela, he visto la ciudad quemada y destruida, cad¨¢veres y prisioneros. Los recuerdos de la infancia son los m¨¢s fuertes. Y adem¨¢s lo consideraba como un deber de ciudadano".
La pel¨ªcula Agon¨ªa, centrada en el personaje de Rasput¨ªn sobre el tel¨®n de fondo de los ¨²ltimos a?os del zarismo, ha sido el estreno m¨¢s comentado desde que Gorbachov subi¨® al poder. La autorizaci¨®n del pase es, sin embargo, anterior a este acontecimento, seg¨²n afirma Klimov. El director cree que el largo tiempo que la cinta ha pasado en el trastero -mientras se proyectaba en Europa occidental- se debe a: "La destrucci¨®n del estereotipo de la pel¨ªcula sovi¨¦tica sobre temas hist¨®ricos, lo que, al parecer, no le ha gustado a alguien".
"La destrucci¨®n de estereotipos es siempre un proceso dram¨¢tico. Hubo gente que se opuso a la pel¨ªcula y otra que la defendi¨®. Inicialmente, vencieron los primeros. Luego la situaci¨®n ha cambiado", a?ade Klimov.
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