El SIDA acaba con la vida de Rock Hudson
El fallecimiento del actor incrementa la atenci¨®n sobre una enfermedad que se ha convertido en la peste de los a?os ochenta
La muerte de Hudson se produjo a las nueve de la ma?ana, hora de California (cinco de la tarde, hora peninsular). A su lado se encontraba ¨²nicamente su amigo Tom Clark. "Es tan terrible que no puedo creerlo", dijo Doris Day, su eterna compa?era de muchas comedias de los a?os sesenta. "Despu¨¦s de tantos a?os trabajando con ¨¦l", a?adi¨® emocionada, "le ve¨ªa grande, saludable, indestructible. Es tan terrible que no puedo creerlo. Pero la vida el eterna, y espero que nos volvamos a encontrar". "Le quiero, y se ha ido tr¨¢gicamente", coment¨® Elizabeth Taylor, con quien interpret¨® Gigante.[El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, ex actor, di fundi¨® una declaraci¨®n en la que lamentaba, en uni¨®n de su esposa Nancy, la muerte de Hudson "Siempre ser¨¢ recordado por su impacto en la industria cinematogr¨¢fa, y sus admiradores de todo el mundo seguramente llorar¨¢n su muerte", dice la declaraci¨®n de Reagan. "Ser¨¢ recordado por su humanidad, su talante agradable y su bien merecida reputaci¨®n de amabilidad. Descanse en paz.]
Rock Hudson ya era una som. bra viviente, con las mejillas hundidas, cuando hace unas semanas apareci¨® por ¨²ltima vez en p¨²blico para apoyar el lanzamiento televisivo de un show de Donis Day. Los m¨¦dicos dijeron ayer que era ya demasiado tarde y Hudson estaba muy d¨¦bil cuando, el 21 de julio, acudi¨® a. Par¨ªs para probar una medicina nueva desarrollada en el Instituto Pasteur. El enfermo estaba muy d¨¦bil y tuvo que regresar a morir a Calif¨®rnia en un avi¨®n jumbo fletado a Air France por 250.000 d¨®lares (unos 40 millones de pesetas).
La revelaci¨®n de que Rock Hudson sufr¨ªa el SIDA volc¨® el inter¨¦s de la opini¨®n p¨²blica. norteamericana sobre esta extra?a enfermedad sobre todo relacionada con los, homosexuales, los hemof¨ªlicos y las transfusiones de sangre, que ya ha causado m¨¢s de 6.000 muertes en este pa¨ªs. El mal, que comenz¨® conoci¨¦ndose como "la plaga gay", ha saltado a la comunidad heterosexual y se ha convertido en la primera amenaza sanitana en Estados Unidos.
El Gobierno norteamericano anunci¨® el lunes, 48 horas antes de la muerte de Hudson, que hasta 1990 no estar¨¢ disponible una vacuna contra el SIDA, y que la enfermedad seguir¨¢ extendi¨¦ndose hasta el a?o 2000. Rock Hudson ya s¨®lo recib¨ªa a sus amigos m¨¢s ¨ªntimos en su casa, y no pudo ni siquiera asistir a una fiesta celebrada el pasado 19 de septiembre, en Hollywood, en la que se recogi¨® un mill¨®n de d¨®lares para luchar contra el SIDA. Burt Lancaster ley¨® el que ha sido el ¨²ltimo mensaje del actor. "No estoy feliz por tener el SIDA", afirmaba Hudson, ."pero si esto puede ayudar a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia tiene un valor positivo". El ¨²ltimo papel de Hudson fue en la serie de televisi¨®n Dinast¨ªa, donde trataba de seducir, sin conseguirlo, a Linda Evans, una de las actrices m¨¢s sexy de Estados Unidos. Los besos que se daban ambos en esta pel¨ªcula provocaron que se hablara en Hollywood de prohibir estas escenas a actores homosexuales.
Hudson fue, sobre todo, reconocieron ayer los cr¨ªticos de cine, un ¨¦xito f¨ªsico, muscular, nacido de su agradable presencia. Era el compendio de las virtudes del hombre americano. "Es completo", escribi¨® en 1958 la revista Look. "No suda. No tiene granos. Huele a leche. Su apariencia es de limpieza y de respetabilidad. Este chico es puro". No era un gran actor, y cuentan que en su primera pel¨ªcula, a la que lleg¨® desde la profesi¨®n de conductor de camiones despu¨¦s de la II Guerra Mundial, s¨®lo ten¨ªa una frase, y tuvo que repetirla 38 veces. Alcanz¨® la cumbre de la interpretaci¨®n en Gigante, junto a Elizabeth Taylor, papel por el que recibi¨® un oscar en 1956.
Durante casi 40 a?os, los intereses de la industria de Hollywood ocultaron, la condici¨®n homosexual de Rock Hudson, entendiendo que una revelaci¨®n as¨ª ser¨ªa un desastre para el p¨²blico que le admiraba en el cine. Cuando en los cincuenta una revista de esc¨¢ndalo estuvo a punto de revelar el secreto, el estudio de Hudson le organiz¨® una boda con la ex azafata Phyllis Gate, de la que se separ¨® tres a?os m¨¢s tarde. .
No lo ocult¨®
Roy Scherer Fitzgerald era su verdadero nombre hasta que lleg¨® a Hollywood procedente de Winnetka (Illinois), hace casi 40 a?os. Nunca hab¨ªa ocultado su homosexualidad. Gran fumador, y en ocasiones bebedor, Hudson frecuentaba bares gay de San Francisco como Trocadero Transfer y I-Beam, sin preocuparse de que le reconocieran. En una de sus ¨²ltimas entrevistas, Hudson afirm¨®: "Me gusta mantener mis secretos y creo que morir¨¦ con ellos".Pero el apuesto gal¨¢n de m¨¢s de 60 pel¨ªculas, obras de teatro y series de televisi¨®n no cumpli¨® suprop¨®sito. Hace dos a?os comenz¨® a perder peso y a notarse cansado. Al principio sus m¨¦dicos creyeron que eran los efectos de una. qu¨ªntuple operaci¨®n coronaria que sufri¨® en 1981. Hace un a?o viaj¨® en secreto a Par¨ªs para estudiar la posibilidad de tratamiento con la droga HPA-23. Se desconoce si lleg¨® a, ser tratado. A finales de julio, Hudson decidi¨® revelar su enfermedad en Par¨ªs. El anuncio se convirti¨® en la noticia del verano, y se dijo que el actor estaba respondiendo bien al tratamiento y que pr¨¢cticamente estaba curado. Cuando fue bajado en camilla del avi¨®n en Los Angeles, a su regreso, fue internado en el hospital de la universidad de California, pero los m¨¦dicos decidieron que el proceso estaba muy avanzado, y Rock Hudson fue trasladado de nuevo a su casa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.