El carb¨®n para calefacciones no podr¨¢, contener en Madrid m¨¢s de un 1% de azufre

El Ayuntamiento de Madrid y la patronal Carbouni¨®n han llegado a un acuerdo para suavizar la aplicaci¨®n de la Ordenanza de Protecci¨®n del Medio Ambiente en lo relativo a las calefacciones de combustible s¨®lido. El Ayuntamiento elimina algunas restricciones al uso de antracita y permitir¨¢ renovar las calderas existentes. A cambio, los almacenistas se comprometen a no distribuir carb¨®n que contenga m¨¢s de un 1% de azufre.

La patronal del carb¨®n hab¨ªa manifestado su inquietud por el contenido restrictivo de la ordenanza, que proh¨ªbe instalar nuevas calderas de carb¨®n en siete distritos c¨¦ntricos, prohibici¨®n que se mantiene, y consideraba el resto de las instalaciones de este tipo a extinguir. Tales medidas, seg¨²n la patronal, pod¨ªan poner en peligro parte de la producci¨®n del sector. Madrid consume en calefacci¨®n aproximadamente medio mill¨®n de toneladas de antracita al a?o, que equivalen al 80% de la producci¨®n nacional de calidad.El acuerdo establece que los almacenistas de antracita deber¨¢n proporcionar a todas las comunidades de propietarios de Madrid que utilizan este combustible un certificado acreditativo de que el carb¨®n adquirido no contiene una proporci¨®n de azufre superior a la permitida. "En Espa?a podemos garantizar la producci¨®n de carb¨®n de alta calidad, con muy baja proporci¨®n de. azufre, suficiente para abastecer Madrid", explica Manuel Arroyo, presidente de la patronal Carbouni¨®n, "y el carb¨®n con m¨¢s azufre habr¨¢ que colocarlo en otras zonas".

La Ordenanza General de Protecci¨®n del Medio Ambiente, aprobada por la corporaci¨®n madrile?a el pasado mes de abril, suscit¨® una pol¨¦mica entre los responsables municipales y las empresas y representantes laborales del sector del carb¨®n, que temieron por las repercusiones negativas de la nueva normativa sobre el consumo de este combustible. "Los granos de antracita", explica Arroyo, "se utilizan casi exclusivamente en las calefacciones, por lo que las restricciones anunciadas por el Ayuntamiento, de haberse aplicado, hubieran tenido graves repercusiones econ¨®micas en nuestro sector". La ordenanza preve¨ªa no autorizar modificaciones o reparaciones en las calderas de carb¨®n, con la finalidad de fomentar su sustituci¨®n por otros tipos de combustible menos contaminantes de la atm¨®sfera.

La normativa municipal proh¨ªbe, en todo caso, la instalaci¨®n de nuevas calderas de carb¨®n en el casco urbano de la ciudad, en particular en los siete distritos del centro de Madrid: Arganzuela, Centro, Retiro, Salamanca, Tetu¨¢n, Chamber¨ª y Chamart¨ªn.

Desde 1983 el Ayuntamiento est¨¢ realizando una campa?a para reparar las calderas de calefacci¨®n en mal estado, con objeto de disminuir la contaminaci¨®n en la ciudad durante el oto?o y el invierno y ahorrar energ¨ªa. El principal incentivo consiste en una subvenci¨®n a fondo perdido a las comunidades de propietarios del 20% del coste de las obras de reparaci¨®n.