Retrospectiva de Georges Franju en el festival de cine fant¨¢stico de Sitges

El Festival Internacional de Cine Fant¨¢stico, que se celebra en Sitges, cerr¨® su jornada fant¨¢stica de anteayer con un party vamp¨ªrico en una sala de fiestas, equipada con un l¨¢ser, cuyo rayo verde sirve de faro nocturno para gentes que empiezan a vivir a media noche. La fantas¨ªa m¨¢s pura la proporcion¨® la secci¨®n retrospectiva. Judex (1964), de Georges Franju, es un homenaje a los seriales del cine mudo hecho por un cineasta que ha entendido a Max Ernst, Bu?uel y la po¨¦tica de la crueldad. La proyecci¨®n, muy deficiente, no pudo con la magia del magn¨ªfico baile de hombres-p¨¢jaro ni con la monja salteadora de caminos.La fantas¨ªa futurista nos la su ministr¨® Super, del alem¨¢n Adolf Winkelmann, retrato pesimista del inmediato fin de nuestra civilizaci¨®n. Simb¨®licamente, la acci¨®n transcurre en un motel-gasolinera absurdo, pues la autopista que deb¨ªa pasar junto al edificio nunca se construir¨¢. Es la crisis: los paisajes desiertos, las ciudades inh¨®spitas, los coches polvorientos y los personajes desorientados capaces de todo, incluso de traficar con vidas humanas, con tal de sobrevivir. Para el espectador todo este catastrofismo no es nuevo y las buenas maneras de Winkelmann no bastan para hacer atractiva o interesante la cr¨®nica del ma?ana.

La fantas¨ªa espacial corri¨® a carto de Lifeforce, de Tobe Hooper, una pel¨ªcula que, para que su t¨ªtulo resultara m¨¢s acorde con el contenido, debiera titularse Orgasmo mortal y c¨®smico. En ella unos vampiros del espacio, resucitados por la curiosidad de unos astronautas, invaden la tierra y est¨¢n a punto de acabar con ¨¦sta, ya que absorben toda la energ¨ªa de los seres vivos, que se convierten en purulentos zombies. Mezcla de Alien, Noche de los muertos vivientes y Dr¨¢cula, Lifeforce cuenta con una esforzada partitura de Henry Mancini.