Ginebra: una propuesta contra la crisis del control de armamentos
Ginebra es en estos d¨ªas la ciudad de las expectativas. Ha empezado la cuenta atr¨¢s para el encuentro Reagan-Gorbachov, y cada potencia da los pasos que considera m¨¢s adecuados para llegar a Suiza con una posici¨®n de fuerza: Mosc¨² inici¨® el 6 de agosto una moratoria unilateral de pruebas de nuevas armas nucleares, y el l¨ªder sovi¨¦tico concedi¨® una entrevista de cuatro horas a la revista Time para presentarse no s¨®lo como diferente a sus predecesores, sino como alguien responsable, dejando en manos de Reagan el dar un paso que le otorgue credibilidad como dirigente serio. La Prensa influyen te de EE UU ha urgido al presidente a que haga algo que no sea insistir en el peligro sovi¨¦tico. La respuesta no vino, como se suger¨ªa, por la v¨ªa diplom¨¢tica, sino iniciando la militarizaci¨®n del espacio, al realizar en la noche del 13 de septiembre una prueba con un arma antisat¨¦lite (ASAT). Mientras crece esta tensi¨®n (agravada con los esp¨ªas descubiertos en el Reino Unido y la Rep¨²blica Federal de Alemania), los delegados de los 124 pa¨ªses signatarios del Tratado de No Proliferaci¨®n de Armas Nucleares (TNP) se reunieron desde finales de agosto, y durante un mes, en Ginebra para examinarlo. Asimismo, las delegaciones sovi¨¦tico-norteamericanas iniciaron un di¨¢logo por aquellos d¨ªas sobre control de armas estrat¨¦gicas, de alcance medio, y la guerra del espacio.Esto, en el nivel oficial. Zero al mismo tiempo, no muy lejos del Grand Palais, donde se celebr¨® el examen del TNP, y de las misiones de las superpotencias, hace una semana se reunieron a mediados de septiembre expertos en armamentismo, pol¨ªticos, embajadores, pacifistas y delegados de iglesias, convocados por la Campa?a por la Congelaci¨®n de las Armas Nucleares (Freeze), de EE UU y Reino Unido, con objeto de discutir la vinculaci¨®n entre el TNP, las pruebas nucleares, el control de armas y la posible congelaci¨®n de los arsenales. ?C¨®mo se relacionan todas estas cuestiones? La conexi¨®n es menos compleja de lo que aparenta, y puede suponer, si se lleva a cabo, un paso hacia la seguridad o, si se deja de lado, un mayor peligro de crisis internacional.
La propuesta es la siguiente: el art¨ªculo VI del TNP subraya la necesidad de que las potencias nucleares signatarias den pasos efectivos hacia el desarme. Esto no se ha cumplido y el TNP corre el peligro de desaparecer en la pr¨®xima d¨¦cada (vence en 1995) y ser solamente papel mojado para fin de este mes, agudizando todav¨ªa m¨¢s la crisis actual del control de armas. Si Mosc¨² y Washington, y luego el Reino Unido, Francia, China y la India, aceptaran una moratoria de las pruebas nucleares -que implica que no pueden experimentarse nuevas armas cuafitativamente superiores y m¨¢s desestabilizadoras- y luego se firmara un Tratado Amplio de Prohibici¨®n de Pruebas (Comprehensive Test Ban Treaty, CTBT), se empezar¨ªa, en cierta forma, a cumplir el art¨ªculo VI del TNP.
Con el cese de pruebas y un CTBT, la propuesta de congelaci¨®n multilateral EE UU-URSS estar¨ªa m¨¢s cercana (aunque sin firmeza de los Gobiernos dificil ser¨¢ frenar la codicia de los complejos militares-industriales). Moratoria, cese de pruebas, tratado de prohibici¨®n de las mismas y primeros pasos de la congelaci¨®n abrir¨ªan un par¨¦ntesis en la tensi¨®n y permitir¨ªan que el encuentro Reagan-Gorbachov, si bien simb¨®lico, no fuera solamente un escaparate de las superpotencias.
La palabra clave que sobrevolaba Ginebra, que entra en las p¨¢ginas de opini¨®n de los peri¨®dicos y se discute en los c¨ªrculos del control de armas es verificaci¨®n. Mary Elizabeth Heinke, asesora de la delegaci¨®n de EE UU ante la reuni¨®n oficial de TNI`, se mostr¨® esc¨¦ptica sobre la posibilidad de firmar una prohibici¨®n de pruebas. El f¨ªsico Frank Barnaby, en cambio, fue terminante: "Se puede verificar con los mismos sistemas con que se detectan terremotos y gracias a sat¨¦lites que permiten captar cualquier explosi¨®n nuclear (como ocurri¨® con la que realiz¨® Sur¨¢frica sin ning¨²n tipo de control internacional). Daniel Ellsberg, ex planificador nuclear del Pent¨¢gono, afirm¨® que "cada nueva prueba nuclear es un crimen, es una preparaci¨®n para nuevas armas y es un uso potencial del armamento nuclear".
Velocidad de la tecnolog¨ªa
Los debates e intervenciones de la reuni¨®n del Freeze y las conversaciones con pol¨ªticos y expertos presentes en Ginebra permiten extraer algunas conclusiones. Primero, que la crisis del control de armamentos, como mecanismo de regulaci¨®n del equilibrio nuclear del terror, es enorme. Queda en claro que no sirve sentarse a la mesa de negociaciones para tratar de reducir partes equivalentes de arsenales que siguen creciendo d¨ªa a d¨ªa, precisamente porque los sistemas de cada arsenal son diferentes, y porque lo que se busca constantemente es la superioridad y poder contar con armas y estrategias que permitan pensar en librar y ganar guerras nucleares.
Se necesitan, por tanto, otras iniciativas -moratorias, tratados de prohibici¨®n de pruebas, creac¨ª¨®n de zonas libres de armas nucleares, cumplimiento del TNP, etc¨¦tera- porque, como dijo Barnaby, "la tecnolog¨ªa va m¨¢s r¨¢pido que el control de armas".
En segundo lugar, a las mesas de negociaciones ya no pueden sentarse solos los delegados de Mosc¨² y Washington. Europa y el Tercer Mundo (por albergar armas nucleares en su suelo, por estar inmersos en alianzas militares, por sufrir las guerras, por ser posibles blancos nucleares, entre otras razones) deben opinar, presionar, decir y hacer, como lo hacen los pa¨ªses n¨®rdicos (en especial Suecia) y algunos Gobiernos del oc¨¦ano Pac¨ªfico.
No es s¨®lo un problema de orgullo nacional y soberan¨ªa, sino de control pol¨ªtico del futuro de cada uno: la seguridad ser¨¢ com¨²n o mantener la estabilidad internacional se convertir¨¢ en tarea imposible.
es miembro del Grupo de Desarme de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos y del Centro de Investigaci¨®n para la Paz.
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