La Comisi¨®n Europea comparte la preocupaci¨®n del Gobierno espa?ol por el presupuesto comunitario, declara Varfis

El proyecto de aumentar la aportaci¨®n de Espa?a a las arcas comunitarias en 1986 ha sido una sorpresa desagradable no s¨®lo para el Gobierno espa?ol, sino para la propia Comisi¨®n Europea, seg¨²n reconoce en esta entrevista Grigoris Varfis, responsable desde el pasado 1 de enero de la pol¨ªtica regional en la Comisi¨®n. de las Comunidades Europeas. El comisario europeo, que ha mantenido hace unos d¨ªas entrevistas en Espa?a con los ministros de Econom¨ªa y Administraci¨®n Territorial, considera que a¨²n no est¨¢ dicha la ¨²ltima palabra ni en el terreno presupuestario ni en el de las ayudas a las regiones espa?olas.

Pregunta. El Gobierno espa?ol ha solicitado formalmente aumentar los fondos destinados para el desarrollo de las regiones menos favorecidas en nuestro pa¨ªs. ?Cree que podr¨¢ solucionarse este conflicto y que Espa?a, como desea, pueda obtener una mayor ayuda del Fondo de Desarrollo Regional (FEDER)?Respuesta. La Comisi¨®n Europea hizo su propuesta a tiempo, con objeto de que se pudieran iniciar las entregas de dinero a Espa?a para ayuda regional. No entro en los detalles, pero no hay conflictos, y para ser la primera vez para Espa?a, este tema est¨¢ muy avanzado. Pero no hay problemas en este terreno con el Gobierno espa?ol. Prueba de ello es que el 1 de enero va a ?niciarse el pago d¨¦ lo que le corresponde a su pa¨ªs. Sin embargo, Espa?a ha solicitado mayores fondos de los que proporcionalmente le corresponde. De ah¨ª que deba realizarse una elecci¨®n en funci¨®n de las prioridades, que ser¨¢n fijadas de acuerdo con el Gobierno espa?ol. No hay un problema de proyectos, sino de elecci¨®n de proyectos.

P. Sin embargo, la Comisi¨®n hab¨ªa propuesto una proporci¨®n variable, entre un 17,95% y un 23,95% del presupuesto del FEDER, para asignar a Espa?a, y el Consejo de Ministros ha optado por la cantidad menor. ?No es un contrasentido reducir la aportaci¨®n a Espa?a cuando la CEE pretende aumentar la contribuci¨®n espa?ola a los fondos comunitarios?

R. Usted plantea el tema de los m¨¢ximos y m¨ªnimos. Evidentemente, todos los Estados miembros desean obtener el m¨¢ximo. El m¨¢ximo implica obtener un 20% m¨¢s que la media, mientras que el m¨ªnimo es un 10% menos que esa media. Para nosotros hay unos criterios objetivos para distribuir esos fondos: calidad de los proyectos, nivel de desarrollo, etc¨¦tera. La Comisi¨®n tiene este marco para aplicar esos criterios. De ah¨ª que sea muy pronto a¨²n para decidir cu¨¢l ser¨¢ el porcentaje que finalmente se otorgue a Espa?a. Hemos realizado una propuesta que a¨²n no ha sido aprobada por el Consejo.

P. ?No le parece sorprendente que se haya incluido en el proyecto de presupuesto comunitario un incremento de la aportaci¨®n espa?ola?

R. La Comisi¨®n comparte, evidentemente, la procupaci¨®n del Gobierno espa?ol sobre el anteproyecto de presupuesto que est¨¢ discutiendo el Consejo y en el que se plantea precisamente un incremento del 45% de los fondos de ayuda regional. Pero las ¨²ltimas decisiones del Consejo han representado una sorpresa desa adable incluso para nosotros. Ese es un problema real y verdadero para nosotros, aunque las perspectivas permanecen abiertas, afortunadamente. El Consejo ha dicho que se volver¨¢ a examinar en una segunda lectura, donde se tendr¨¢n en cuenta las reacciones del Parlamento y las preocupaciones no s¨®lo del Gobierno espa?ol, sino tambi¨¦n las nuestras. Existen unos textos jur¨ªdicos, adem¨¢s de unos compromisos pol¨ªticos firmados a ra¨ªz de la adhesi¨®n de Espa?a, que, en nuestra opini¨®n, deben ser tenidos en cuenta. ?ste es un problema muy importante.

P. ?Cree realmente que el Consejo puede todav¨ªa solucionar la situaci¨®n en este terreno?

R. Eso espero. Estamos en un momento en el que las puertas est¨¢n a¨²n abiertas. La discusi¨®n del presupuesto es algo lento. Hay reglas bastante complicadas y que a menudo no son muy l¨®gicas. Eso obliga a que las dos ramas de la autoridad presupuestaria tengan unas negociaciones dif¨ªciles para aproximar posiciones alejadas. De ah¨ª que para nosotros esta propuesta del Consejo haya sido una sorpresa, pero no una sorpresa total.

Relaci¨®n con las regiones

P. En Espa?a la financiaci¨®n de las autonom¨ªas plantea evidentes problemas. ?Cree que en la relaci¨®n de las autonom¨ªas espa?olas con la CEE puede haber alg¨²n problema en el futuro?

R. Hay problemas en Espa?a, al igual que los hay en Francia o en el Reino Unido, por ejemplo. En todos los pa¨ªses donde hay un sistema descentralizado hay problemas, inherentes a sus propias caracter¨ªsticas. Por ejemplo, en los programas de desarrollo regional presentados por Espa?a hemos comprobado que han participado en su elaboraci¨®n las diferentes regiones, lo que es una buena cosa. Las reglas de los fondos regionales implican que estos proyectos no pueden ser presentados m¨¢s que por el Gobierno central, sin que haya posibilidad de presentaci¨®n aut¨®noma por las regiones. Pero eso no impide que la CEE tenga relaci¨®n con las regiones. Pero tanto la negociaci¨®n como el dinero se canaliza a trav¨¦s del Gobierno central, que los revierte a las regiones espec¨ªficas.

P. ?Cree que ser¨¢ necesario para el Gobierno espa?ol tener que renegociar el acuerdo firmado como en el caso de Grecia?

R. Mire, hay una diferencia, creo, muy grande. Grecia negoci¨® muy r¨¢pidamente, en un a?o y medio, y para Grecia la cuesti¨®n era entrar antes que Espa?a y que Portugal en la CEE, porque en vez de 1980 corrr¨ªa el riesgo de entrar en 1986. Pero Espa?a ha estado negociando muchos m¨¢s a?os, en los que ha tenido oportunidad de dejar bien amarradas todas las cuestiones. El Gobierno puede hacer lo que quiera, pero creo que no ser¨¢ necesario renegociar el tratado.