El falso ecumenismo de Maim¨®nides
En el Panorama semanal de EL PAIS correspondiente al 16 de septiembre de 1985 he le¨ªdo la cr¨®nica del se?or Funcia sobre el 1 Congreso Internacional sobre la Vida y Obra de Maim¨®nides, que se celebr¨® recientemente en la ciudad de C¨®rdoba.A ese se?or Maim¨®nides se le califica de pensador "de riqueza inagotable", cuya principal caracter¨ªstica fue su ecumenismo, y se cita al profesor Badillos, de la universidad de Granada, para quien el tal Maim¨®nides "tuvo una actitud de rompimiento, de apertura".
Tal vez se trate de otro Maim¨®nides, pues del que yo tengo noticilas, Musa ibn Maymun, alias Maim¨®nides, no cabe la menor duda de que fue un consumado jud¨ªo talmudista, un perfecto m¨¢ncer (en el sentido vulgar de la expresi¨®n) abrasado de un odio implacable contra cristianos, moros y otros gentiles, y especialmente contra el homo sapiens melanodermo.
El Maim¨®nides que yo conozco -muy distinto del que se est¨¢ dando a conocer en las nuevas Espa?as, donde, seg¨²n el propio se?or Funcia, "la investigaci¨®n [maimonista] es escasa"-, fue un furibundo negr¨®fobo. En el libro III, cap¨ªtulo 51, de su Gu¨ªa de perplejos (me refiero, por supuesto, a una edici¨®n no expurgada) asent¨® solemnemente que la naturaleza de los negros "es como la ¨ªndole de los animales mudos, y, en mi opini¨®n, no se hallan al nivel de los seres humanos, sino que su nivel entre las cosas existentes es por debajo del del hombre y por encima del de un mono".
El m¨¦dico Maim¨®nides que yo conozco expres¨® su ecumenismo y proyect¨® su actitud de rompimiento y apertura en estos t¨¦rminos: "En cuanto a los gentiles (...) se proh¨ªbe salvarlos si est¨¢n a punto de morir; si, por ejemplo, vemos que uno de ellos cae al mar no deberemos rescatarlo".
Este singular galeno prohibi¨® "curar a un gentil, incluso si de ello se desprendiese alguna ganancia". Es cierto que fue m¨¦dico de Saad ad Din (Saladmio) y de otros potentados musulmanes de la ¨¦poca, pero sus m¨®viles estaban enteramente divorciados de ese "arnar al pr¨®jimo como a s¨ª mismo" (pues, para los talmudistas, los gentiles no son pr¨®jimos); por el contrario, ten¨ªan sus ra¨ªces en las ense?anzas talm¨²dicas sobre las ventajas que los jud¨ªos pueden derivar del favor de los gentiles poderosos.-
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