Una obra que vive en nosotros

RICARDO MORENO El secretario permanente de la Academia sueca, Lars Gyllensten, hizo p¨²blico ayer el nombre del novelista franc¨¦s Claude Simon como el destinatario del Premio Nobel de Literatura 1985 dotado- con algo m¨¢s de, 30 millones de pesetas. "Se puede considerar el arte narrativo de, Claude Simon", dice un comunicado de la Academia, "como una suerte de representaci¨®n de algo que vive en nosotros, quer¨¢moslo o no, comprend¨¢moslo o no, fuente de esperanza a despecho de toda la crueldad y el absurdo que parecen caracterizar nuestra condici¨®n y que son expresadas en sus novelas con tanta claridad, penetraci¨®n y profusi¨®n".

Esta vez ni los periodistas que aguardaban en la sede de la Academia, ni los suecos familiarizados con la literatura, tuvieron que preguntarse, como ocurri¨® alguna vez en circunstancias similares, qui¨¦n era el laureado. No solamente porque alguno de sus libros est¨¢n traducidos al sueco y porque adem¨¢s una minor¨ªa puede leerlos en su lengua original, sino porque el nombre de Claude Simon aparec¨ªa como favorito con fundamentos valederos.

No s¨®lo por su obra, profusa y densa y de reconocimiento universal, sino porque.se sab¨ªa qtre contaba con firmes predilecciones dentro de la Academia sueca. En los medios literarios se recuerda que en cierta ?portunidad, concretamente cuando en 1983 le fue otorgado el Premio Nobel al escritor brit¨¢nico William Golding, trascendieron -hecho inusual en la historia de la Academia-, discrepancias sobre la elecci¨®n. Reflexiones en voz baja del acad¨¦mico Artur Lindqvist, que habr¨ªan llegado a los o¨ªdos indiscretos de alg¨²n periodista, atribuyeron a aquel expresiones de disconformidad con la elecci¨®n de Golding y sus preferencias por el novelista franc¨¦s.

Claude Simon se consideraba quemado" como posible destinatar¨ªo del NobeL Dos a?os despu¨¦s los temores de Simon se revelar¨ªan infundados y un d¨ªa antes de la decisi¨®n su nombre cobr¨® impulso como un "premio anunciado". Las secciones especializadas de los grandes diarios de Estocolmo insinuaron a Claude Simon como un firme candidato. El editor sueco de su novela Las ge¨®rgicas, la ¨²ltima del escritor, declar¨® que la edici¨®n de dicha obra se hab¨ªa agotado pero que estaba pronto para reimprimirla.