Un soldado se suicida de un tiro en la cabeza tras sufrir un accidente con el coche oficial que conduc¨ªa

El soldado canario Miguel ?ngel Garc¨ªa Bola?os, destinado en la Divisi¨®n Acorazada Brunete n¨²mero 1, con base en El Goloso, Madrid, se suicid¨® ayer, d¨ªa de su vig¨¦simo cumplea?os, de un disparo en la cabeza, tras sufrir un peque?o accidente con el veh¨ªculo militar que conduc¨ªa. El soldado, apenas 15 minutos despu¨¦s del siniestro, se dispar¨® en la sien con su pistola reglamentaria del calibre 9 mil¨ªmetros largo. Un portavoz del Ministerio de Defensa opin¨® despu¨¦s del suceso que el soldado pudo haber muerto a causa de un accidente al manipular su arma. Garc¨ªa Bola?os resid¨ªa en G¨¢ldor (Gran Canaria).

A una hora temprana de la ma?ana de ayer, sali¨® de la Divisi¨®n Acorazada Brunete, establecida en El Goloso, a unos 15 kil¨®metros al norte de Madrid, un Seat Panda tipo furgoneta pintado de color caqui y con matr¨ªcula ET-77569-1. A bordo iban el conductor Miguel ?ngel Garc¨ªa Bola?os y el cabo Ernesto Calvo Moral. Llevaban al Gobierno Militar, en el centro de la ciudad, la correspondencia oficial del cuartel general de la Acorazada.Hacia las nueve de la ma?ana, el Veh¨ªculo militar lleg¨® a la altura del kil¨®metro 8,7 de la autov¨ªa de Colmenar Viejo, frente al complejo sanitario Ram¨®n y Cajal, m¨¢s conocido como Piramid¨®n. La peque?a furgoneta de color caqui. circulaba por el carril situado m¨¢s a la izquierda y ten¨ªa delante un jeep Nissan Patrol, matr¨ªcula M-2779-EX, conducido por un particular. El tr¨¢fico era espeso, como casi siempre a esa hora.

Por causas desconocidas, el conductor del jeep pis¨® el freno y la furgoneta militar fue a empotrarse en su parte trasera. El accidente no ten¨ªa nada de particular; era el cl¨¢sico choque por alcance en una ruta de circulaci¨®n abundante, un asunto que, de no haber lesiones, se resuelve tomando los datos de las partes implicadas.

Tambi¨¦n ayer fue as¨ª en principio. Nadie hab¨ªa resultado herido y el jeep alcanzado tan s¨®lo ten¨ªa peque?as abolladuras en la parte trasera, por lo que muy pronto, tras hacer un sucinto papeleo, el particular reemprendi¨® su camino. En el peque?o arc¨¦n que hay en medio de la autov¨ªa para separar ambas direcciones qued¨® la furgoneta militar, que hab¨ªa llevado la peor parte en la colisi¨®n. Ten¨ªa hundida la parte delantera del cap¨® y una probable aver¨ªa en el radiador.

El cabo se hizo cargo de la situaci¨®n. Pens¨® en primer lugar que deb¨ªa avisar al cuartel general de la divisi¨®n para que una gr¨²a fuera a recogerles. Abandon¨® el lugar del accidente, atraves¨® la autov¨ªa y se dirigi¨® hacia el Piramid¨®n en busca de un tel¨¦fono. Al volante del Seat Panda qued¨® Miguel ?ngel Garc¨ªa Bola?os. Eran las 9.15 horas.

Es imposible saber lo que el joven soldado canario pens¨® en la fracci¨®n de segundo en la que, al parecer, tom¨® la decisi¨®n de acabar con su vida. S¨®lo se sabe que cumpl¨ªa 20 a?os lejos de su tierra, la localidad grancanaria de G¨¢ldar, que llevaba ocho meses de mili y le quedaban cinco m¨¢s.

Siempre seg¨²n las primeras impresiones, Miguel ?ngel Garc¨ªa Bola?os sac¨® la pistola reglamentaria que llevaba al cinto, la aplic¨® a su sien y dispar¨® un balazo definitivo. Cuando el cabo regres¨®, ya estaba muerto. El cristal parabrisas de la furgoneta qued¨® salpicado de sangre. Alguien lo tap¨® luego con unos papeles blancos.

Un teniente de la Divisi¨®n Acorazada acudi¨® al lugar de los hechos. Era el oficial bajo cuyas ¨®rdenes estaba el suicida. No se explicaba el hecho. Preguntado acerca de si el soldado pod¨ªa temer alg¨²n castigo por el siniestro, del que era t¨¦cnicamente culpable, respondi¨® que "nuestros conductores saben que si tienen un accidente, el seguro del Ej¨¦rcito se hace cargo del pago de los golpes a terceros y ellos no tienen por qu¨¦ preocuparse". La pregunta no hac¨ªa alusi¨®n a un castigo econ¨®mico, pero el teniente la entendi¨® as¨ª.

El juez Jos¨¦ Mar¨ªa V¨¢zquez Honrubia, ayer de guardia, se present¨® frente al Piramid¨®n una hora y pico despu¨¦s del sucesoy levant¨® el cad¨¢ver del soldado, que fue trasladado al Instituto Ariat¨®mico Forense, donde se le practicar¨¢ la autopsia. Por su parte, el comandante Manuel Marzo, de la Direcci¨®n de Relaciones Informativas y Sociales de la Defensa, declar¨® al periodista Jes¨²s Hermida en un programa radiof¨®nico que "es prematuro hablar de suicidio". El comandante a?adi¨® que pudo haber ocurrido un doble accidente: el automovil¨ªstico y luego un disparo casual del arma del soldado. "Desconocemos", dijo, "si ha habido intencionalidad por parte del fallecido".