Espa?a se opone a que los c¨ªtricos del Magreb se vendan en Europa al mismo precio que los espa?oles

ANDR?S ORTEGA ENVIADO ESPECIAL Los pa¨ªses de la CEE, incluidos Espa?a y Portugal, se mostraron ayer un¨¢nimemente de acuerdo en mantener las corrientes tradicionales de intercambio con los pa¨ªses de la cuenca sur del Mediterr¨¢neo. Pero no sobre sus modalidades. Espa?a se opuso tajantemente a otorgar a varios productos agr¨ªcolas de esos pa¨ªses la misma modulaci¨®n de los precios de entrada en la CEE de que gozar¨¢n los espa?oles a partir del quinto a?o tras la adhesi¨®n. No obstante, los ministros de Asuntos Exteriores -con la participaci¨®n como observador del espa?ol Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez- debatieron ayer la oferta a presentar a los pa¨ªses mediterr¨¢neos.

La Comisi¨®n Europea hab¨ªa propuesto otorgar un desarme arancelario frente a la CEE para unos 23 productos mediterr¨¢neos similar al que tendr¨¢ Espa?a. Esta reducci¨®n arancelaria empezar¨ªa una vez que estos pa¨ªses hubiesen alcanzado las ventajas espa?olas, es decir, a partir del cuarto o quinto a?o tras la adhesi¨®n. Hasta entonces, el tratado de adhesi¨®n recoge peores condiciones arancelarias para los productos espa?oles.

Pero la Comisi¨®n no se para ah¨ª. Quiere definir las concesiones a los pa¨ªses mediterr¨¢neos para los pr¨®ximos 10 a?os, incluyendo a partir del quinto a?o, y con las mismas modalidades que Espa?a, una reducci¨®n del precio de entrada de los c¨ªtricos, las uvas de mesa y los tomates. [La Comunidad se vale del precio de entrada -el coste del arancel m¨¢s el precio de ese producto en el interior de la CEE dan la referencia m¨ªnima para los precios de los productos importados- para mantener el proteccionismo como uno de los fundamentos de su pol¨ªtica agraria.] Se atenta as¨ª contra el principio de la preferencia comunitaria.

Italia, Grecia, Espa?a y Portugal se opusieron tajantemente a esta medida, manteniendo que no hay que prejuzgar lo que ocurrir¨¢ dentro de cuatro a?os. Espa?a sugiri¨® que no se prejuzgue esta cuesti¨®n y que se examine al cabo del cuarto a?o cu¨¢l es la situaci¨®n.

Parece existir un acuerdo general sobre la urgencia de llegar a una pronta decisi¨®n, tal como la CEE lo prometi¨® en la cumbre de marzo de 1985. "Estamos pagando la letra antigua", de cuando Espa?a no hab¨ªa a¨²n firmado el tratado de adhesi¨®n, dijo Ord¨®?ez.

Espa?a muestra su preocupaci¨®n por el v¨ªnculo que puede establecer Francia entre esta cuesti¨®n y la ratificaci¨®n del tratado, problema que se abordar¨¢ en el pr¨®ximo encuentro hispano-franc¨¦s el 6 de noviembre. Las ventajas a otorgar a los pa¨ªses mediterr¨¢neos no suponen ninguna merma para los intereses econ¨®micos franceses. Por el contrario, Francia defiende as¨ª sus intereses exportadores, quedando, en palabras de una fuente espa?ola, como "el bueno de la pel¨ªcula".

Espa?a est¨¢ a favor de mantener las corrientes tradicionales de intercambio de la CEE, tras su, ampliaci¨®n, con los pa¨ªses del Mediterr¨¢neo. "No queremos provocar cat¨¢strofes en esos pa¨ªses", se?al¨® el embajador espa?ol ante la CEE, Gabriel Ferr¨¢n. Pero Espa?a no ve prisas. Y preferir¨ªa negociar "desde dentro", ya que podr¨ªa as¨ª ligar a la cuesti¨®n comercial, la financiera y la pesquera, que no se tratar¨¢n hasta finales de a?o.