La banca americana se niega a conceder mayores cr¨¦ditos para los pa¨ªses endeudados del Tercer Mundo
ENVIADO ESPECIAL"La gran banca norteamericana no est¨¢ dispuesta a adoptar la menor iniciativa que pueda conducir a un aumento de los riesgos financieros que ya tiene contra¨ªdos con el Tercer Mundo, especialmente Latinoam¨¦rica", ha manifestado a este peri¨®dico un directivo de uno de los m¨¢s importantes bancos neoyorquinos. Los grandes money central banks estadounidenses, los principales acreedores, con mucho, de los pa¨ªses endeudados, no han demostrado hasta el momento el menor entusiasmo ante la propuesta efectuada hace apenas dos semanas en Se¨²l por el secretario norteamericano del Tesoro, James A. Baker, en la reuni¨®n anual conjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.
Con la propuesta de Baker, la banca comercial deber¨ªa aportar 20.000 millones de d¨®lares (unos 3,5 billones de pesetas) en nuevos cr¨¦ditos durante los pr¨®ximos tres a?os, mientras que el propio Banco Mundial aumentar¨ªa su capacidad prestamista en otros 9.000 millones m¨¢s durante el mismo per¨ªodo.
"La idea de crear ese fondo no va a funcionar, porque no tiene cuerpo y habr¨ªa que resolver demasiados problemas para llevarla a cabo", ha manifestado a EL PA?S otro cualificado portavoz de uno de los grandes bancos de Manhattan. "Problemas como determinar sobre qu¨¦ base de exposici¨®n deber¨ªa contribuir cada banco: si en cuotas o en un desembolso fijo; globalmente o pa¨ªs por pa¨ªs. En suma, se trata de una propuesta demasiado vaga, que no tiene ning¨²n viso de salir adelante".
"Adem¨¢s", prosigue el mencionado portavoz, "resulta que la Administraci¨®n Reagan ha estado critic¨¢ndonos durante a?os por haber prestado en exceso, y ahora nos pide que aumentemos nuestra exposici¨®n. Eso no es serio". De hecho, la banca comercial, que mantiene cerca de 220.000 millones de d¨®lares de los 360.000 millones a que asciende la deuda exterior latinoamericana, ha cortado durante el a?o en curso casi totalmente el flujo de nuevos cr¨¦ditos a la regi¨®n, dedic¨¢ndose exclusivamente a fortalecer sus reservas, despu¨¦s de haber prestado 21.500 millones de d¨®lares en 1983 y solamente ya 8.500 en 1984.
Crear un superbanco
De acuerdo con las fuentes consultadas, tampoco tiene ninguna posibilidad de salir adelante la noticia aparecida la semana pasada seg¨²n la cual la Administraci¨®n Reagan, la Reserva Federal y la banca comercial estar¨ªan considerando la creaci¨®n de un superbanco internacional para manejar el tema de la deuda. "No pensamos embarcarnos en una aventura de ese tipo".Hasta el momento, la banca comercial norteamericana no ha hecho otra cosa que escuchar en silencio, como ya lo hiciera antes de Se¨²l. De acuerdo con las fuentes, d¨ªas antes de la reuni¨®n en la capital coreana tuvo lugar en Washington un almuerzo convocado por James Baker, al que asistieron Paul Volcker, presidente de la Reserva Federal, y un representante al mayor nivel de cada uno de los diez mayores bancos privados norteamericanos. All¨ª Baker adelant¨® su plan, que luego ser¨ªa revelado en Se¨²l, mientras la banca se dedic¨® a tomar nota.
"Lo m¨¢s importante de la propuesta de Baker es el cambio de pol¨ªtica de la Administraci¨®n Reagan en el tema de la deuda", se?alan los expertos consultados; "algo fundamental a causa del peso decisivo que Estados Unidos ejerce en las agencias multinacionales (Fondo Monetario Internacional) y Banco Mundial, especialmente). Washington se ha decidido a echar una mano para solucionar el problema, y eso es clave".
Los medios bancarios de Wall Street consideran vital el cambio de ritmo que la Administraci¨®n Reagan parece dispuesta a imponer en el Banco Mundial.
A. W. Clausen, actual presidente de la instituci¨®n, es uno de los hombres m¨¢s criticados desde hace tiempo por la banca norteamericana. "Es una verg¨¹enza que en 1984 el Banco Mundial dispusiera de 13.000 millones de d¨®lares de nuevos fondos para pr¨¦stamos al Tercer Mundo y s¨®lo concediera cr¨¦ditos por importe de 11.000 millones".
Los pr¨¦stamos del Banco Mundial al Tercer Mundo a trav¨¦s de proyectos concretos van a pasar a segundo plano, cediendo el protagonismo a los llamados structural adjustment loans.
Bajo el primer esquema, la disposici¨®n de los fondos concedidos por el banco a proyectos espec¨ªficos se concretan a cuatro/cinco a?os vista, seg¨²n lo va requiriendo el proyecto en cuesti¨®n, y sin que por ello se reflejen en los flujos econ¨®micos de los pa¨ªses en desarrollo y concretamente en sus balanzas de pagos.
Bajo el segundo mecanismo, que ahora est¨¢ empezando a funcionar a tope, los cr¨¦ditos, condicionados a pol¨ªticas econ¨®micas espec¨ªficas, son de disposici¨®n inmediata. La Administraci¨®n Reagan est¨¢ dispuesta a que los adjustement loans pasen a ocupar el primer plano en los programas del Banco Mundial, adem¨¢s de utilizar totalmente las posibilidades crediticias de la instituci¨®n y emplear lo m¨¢s positivamente posible los llamados fondos de compensaci¨®n de precios del FMI.
Para el aumento -prometido por Volcker- de los fondos del Banco Mundial, en Nueva York se piensa que no pasa de ser otro deseo bienintencionado. "Un aumento de la aportaci¨®n norteamericana -primer contribuyente del banco- tendr¨ªa que pasar por el Congreso, y hay aqu¨ª ahora demasiados temas calientes como para pensar en eso".
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