Convocatoria extraordinaria de la ejecutiva de CC OO para tratar las divisiones internas de la central
El sector carrillista de CC OO, encabezado por Juli¨¢n Ariza, secretario de Relaciones Pol¨ªticas y Unitarias de este sindicato, consigui¨® que se aceptara, apoy¨¢ndose en los estatutos de la organizaci¨®n, la celebraci¨®n de una reuni¨®n extraordinaria de la comisi¨®n ejecutiva para tratar con car¨¢cter monogr¨¢fico la unidad, la independencia y la pluralidad de CC OO y los efectos que en este sentido tienen las divergencias registradas en el PCE.
Esta misma propuesta, tambi¨¦n planteada por Ariza, hab¨ªa sido rechazada semanas atr¨¢s en la ¨²ltima reuni¨®n de la ejecutiva. El pasado martes, el secretariado tuvo que aceptar la petici¨®n de los carrillistas que ven¨ªa avalada por 18 firmas, adem¨¢s, de la del propio Juli¨¢n Ariza.
Esta ser¨¢ la ejecutiva que se celebra con car¨¢cter extraordinario en la historia del sindicato, seg¨²n informaron fuentes de la propia organizaci¨®n. En principio la fecha fijada ha sido el pr¨®ximo d¨ªa 19. El 20 se reunir¨¢ con car¨¢cter ordinario el mismo ¨®rgano de direcci¨®n para tratar temas propios del sindicato.
La lucha por el control de CC OO entre las diferentes corrientes que conviven en su seno se ha agudizado en las ¨²ltimas semanas. Los carrillistas -denominaci¨®n que engloba a los militantes de CC OO que siguen pol¨ªticamente a Santiago Carrillo- han buscado el apoyo de los prosovi¨¦ticos -afiliados al PC de Ignacio Gallego- en las luchas internas del sindicato. Por su parte, los gerardistas -nombre con el que se conoce el sector afin al PCE de Gerardo Iglesias- intentan evitar que los anteriores vayan ocupando los ¨®rganos de poder de las distintas federaciones del sindicato.
Esta batalla adquiere mayor virulencia a medida que se acercan las elecciones generales. Las distintas fracciones del partido comunista buscan el apoyo electoral que pueden darles las bases obreras. Dentro del sindicato, unos y otros se acusan de intentar instrumentalizar CC OO.
Hasta el final
Fuentes del sindicato reconocieron que unos y otros "est¨¢n dispuestos a llegar hasta el final". Y que ni siquiera el carisma de Marcelino Camacho sirve ya como elemento integrador de las distintas corrientes.Ya en el ¨²ltimo congreso de CC OO quedaron patentes las diferentes ideolog¨ªas que conviven en la organizaci¨®n. El reparto de los puestos de responsabilidad se convirti¨® en un pulso entre el sector encabezado por Juli¨¢n Ariza y los gerardistas. El apoyo que Marcelino Camacho prest¨® a esta ¨²ltima tendencia le cost¨® un voto de castigo en su reelecci¨®n como secretario general. Desde entonces, ninguna de las partes ha dado por cerrada la batalla.
Fruto de estas divergencias es el documento que el PCE de Madrid elabor¨® hace unas semanas sobre el papel de los comunistas en CC OO, en el que se advert¨ªa del peligro de que los seguidores de Carrillo traspasaran sus luchas al seno de la central. El documento denuncia, a la vez, los intentos de los carrillistas por controlar CC OO, uni¨¦ndose a los del sector de Gallego.
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