El fiscal recurre la sentencia que desestim¨® la extradici¨®n de Ochoa

El fiscal Melitino Garc¨ªa Carrero ha recurrido la sentencia de la Audiencia Nacional, que desestim¨® el pasado 24 de septiembre la petici¨®n de extradici¨®n norteamericana sobre el ganadero colombiano Jorge Luis Ochoa V¨¢zquez, acusado de tr¨¢fico de drogas. La Audiencia Nacional decidi¨® que Jorge Luis Ochoa, de 36 a?os, sea juzgado en Espa?a por tr¨¢fico de drogas y que, una vez quede extinguida su responsabilidad ante la justicia espa?ola, sea enviado a Colombia para ser juzgado en aquel pa¨ªs.

La sentencia del pasado mes de septiembre consideraba que, "de accederse a la petici¨®n formulada por EE UU, el extradito podr¨ªa correr el riesgo de ver agravada su situaci¨®n por consideraciones pol¨ªticas". La defensa de Ochoa plante¨® entre sus argumentaciones que la Administraci¨®n americana pretende utilizar a Ochoa como cabeza de turco "para implicar a Nicaragua en el tr¨¢fico de coca¨ªna a Estados Unidos".

La petici¨®n de extradici¨®n norteamericana se basa, entre otras consideraciones, en las declaraciones del ciudadano norteamericano Adler Berriman Seal, condenado en diversas ocasiones por tr¨¢fico de estupefacientes. Seal, que redujo su pena a cambio de colaborar con la justicia norteamericana, ha involucrado en sus declaraciones judiciales a Nicaragua y al ej¨¦rcito sandinista en el tr¨¢fico internacional de droga.

La Audiencia Nacional consider¨® en su sentencia "la notoria enemistad" entre el actual Gobierno estadounidense y Nicaragua. Sin embargo, el fiscal Garc¨ªa Carrero se?ala en su recurso que "el hecho de las malas relaciones entre Gobiernos en modo alguno puede introducir la nota de sospecha en la actuaci¨®n de los ¨®rganos judiciales de los respectivos pa¨ªses, si existe una estructura institucional de Estado de derecho y un poder Judicial independiente que garanticen la objetividad de enjuiciamiento de un encausado".

Guerra 'de facto'

Por su parte, la defensa de Ochoa, dirigida por el abogado Enrique Gimbernat, considera en sus impuganaciones al recurso del fiscal que, "si dos Estados est¨¢n en una situaci¨®n de guerra de facto y uno de ellos trata de estigmatizar al otro (y, con ello, de infligirle una derrota moral), acusando al Gobierno y al ej¨¦rcito enemigos de ser unos vulgares delincuentes comunes, entonces es obvio que no se puede descartar la existencia del riesgo" para el procesado en el contexto de las referidas consideraciones pol¨ªticas.Por otra parte, fuentes de la defensa calificaron de "intoxicaci¨®n" la alerta dada por la Interpol a las autoridades penitenciarias espa?olas sobre una espectacular fuga que se estaba preparando para evadir del penal de El Puerto de Santa Mar¨ªa I al procesado colombiano.