Las naturalezas de Roca

?Es perturbador (EL PAIS, 6 de octubre) o saludable (Joaqu¨ªn Satr¨²stegui, 13 de octubre) que en una sola persona, Miquel Roca, se encarnen dos naturalezas (una menos que el Dios cristiano)? Me parece que EL PAIS peca de rom¨¢ntico en su visi¨®n de un liberalismo cosmopolita y solidario, que ser¨ªa incompatible con la cerraz¨®n nacionalista.Por su parte, Satr¨²stegui parece confundir motherland (tierra madre, o patria m¨¢s o menos) con naci¨®n (y sus pintorescas modalidades nativas: nacionalidades, autonom¨ªas y dem¨¢s inventos sem¨¢nticos de los ilustres padrinos de la Constituci¨®n); la procedencia natal o cultural es una cosa (y los actuales inquilinos de la Moncloa no disimulan la suya, tan distintiva como podr¨ªa serlo la catalana, con independencia de sus respectivos atractivos est¨¦tico-electorales), y la profesi¨®n de fe nacionalista (y su sustentaci¨®n en la dial¨¦ctica abuso/agravio comparativo) es otra muy distinta, y mucho m¨¢s perturbadora para quienes no la comparten, dentro y fuera de su ¨¢mbito de ejercicio activo.

La oposici¨®n entre ambos puntos de vista se resuelve, a mi entender, si se admite que Roca tiene, no dos naturalezas, sino tres (?c¨®mo podr¨ªa ser menos que Dios?): hay que sumarle la componente conservadora, inseparable del actual liberalismo a la europea, tan alejado, en la pr¨¢ctica, de los trasnochados conceptos a?orados por EL PAIS y, por supuesto, tambi¨¦n esencialmente unida al nacionalismo (por lo menos, el no revolucionario, y a menudo, tambi¨¦n el revolucionario). De ah¨ª se deduce -y en esto comparto la opini¨®n del senador Satr¨²stegui- que la hipot¨¦tica ascensi¨®n de Roca a los cielos liberales (o peor, al Olimpo monclovita) no satisfar¨ªa a los conservadores fet¨¦n (m¨¢s afines al Dios de Israel, de naturaleza un¨ªvoca y tonitronante), ni tampoco a quienes usufruct¨²an la etiqueta socialista, ¨¢vidos de ampliar sus atributos ideol¨®gicos y de recoger los ingenuos sufragios de las conciencias peque?o-burguesas adormecidas por el opio liberal.-