Washington afirma que las reuniones de Madrid fueron s¨®lo un paso m¨¢s en el estudio de la seguridad europea
El comunicado hispano-norteamericano difundido tras las reuniones de la semana pasada en Madrid es, simplemente, "un paso m¨¢s en un proceso de estudio" de la contribuci¨®n de los dos pa¨ªses a la seguridad europea y occidental, dijo a EL PA?S un portavoz de la Administraci¨®n de Ronald Reagan. Washington contin¨²a insistiendo en que se ha abierto una fase "exploratoria y t¨¦cnica". "Ninguno de los dos pa¨ªses estamos hablando de negociaciones o reducci¨®n de la presencia militar norteamericana en Espa?a. Las palabras hab¨ªan por s¨ª mismas", afirm¨® un portavoz del Departamento de Estado.
"Estamos en una etapa muy inicial y previa, y todav¨ªa no se sabe muy bien lo que se quiere hacer", dijo, por su parte, un funcionario espa?ol que tom¨® parte en las discusiones de la semana pasada. Un portavoz del Departamento de Estado norteamericano dijo a EL PA?S que no es previsible que el documento de trabajo que en la reuni¨®n de diciembre se ha comprometido a presentar la parte norteamericana se?ale cu¨¢l debe ser la futura presencia militar de ese pa¨ªs en Espa?a.Esta semana ha comenzado a discutirse en el seno de la Administraci¨®n de Reagan el procedimiento para preparar los estudios que se han comprometido a realizar ambos Gobiernos. Los an¨¢lisis ser¨¢n efectuados en el seno de una comisi¨®n intergubernamental donde participar¨¢n principalmente los departamentos de Defensa y de Estado.
Todav¨ªa no se ha decidido qu¨¦ ministerio llevar¨¢ la iniciativa en este primer estudio t¨¦cnico, pero el primer borrador ser¨¢ discutido y enmendado por funcionarios de la estructura civil y militar, en el seno del Pent¨¢gono, y por expertos de los diferentes servicios armados, as¨ª como por funcionarios de los departamentos de Asuntos Europeos y Pol¨ªtico-Militares del Departamento de Estado.
Interpretaci¨®n restrictiva
Estados Unidos hace una interpretaci¨®n restrictiva y literal del comunicado con el que el pasado s¨¢bado concluy¨® la primera reuni¨®n de un proceso que el presidente Felipe Gonz¨¢lez persigue que acabe con un todav¨ªa vago prop¨®sito, seg¨²n su dec¨¢logo, de "ajuste en la direcci¨®n de una progresiva menor presencia de fuerzas estadounidenses en nuestro territorio". La parte espa?ola realiza una interpretaci¨®n m¨¢s amplia y entiende que por primera vez hay un principio de aceptaci¨®n de una eventual reducci¨®n de fuerzas norteamericanas. Esta diferente lectura de las discusiones se seguir¨¢ produciendo probablemente durante todo el proceso, y medios norteamericanos la explican por la fuerte carga de pol¨ªtica interior que esta cuesti¨®n tiene para Felipe Gonz¨¢lez, que la necesita para el refer¨¦ndum.Seg¨²n fuentes espa?olas en Washington, es m¨¢s una cuesti¨®n de presentaci¨®n que de fondo, y lo que a¨²n no acepta EE UU es que las discusiones iniciadas este mes lleguen necesariamente al resultado que persigue Madrid: la reducci¨®n de la presencia militar; pero admitir¨ªa ya que el proceso busca precisamente ese objetivo.
Fuentes oficiales contin¨²an insistiendo en Washington en que Estados Unidos no acept¨® el inicio de negociaciones sobre la reducci¨®n de su presencia militar en Espa?a: ni en la entrevista que George Shultz celebr¨® en julio, en Helsinki, con su hom¨®logo espa?ol, el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ni en las reuniones mantenidas en Nueva York y en Washington el mes pasado por Felipe Gonz¨¢lez y el propio Fern¨¢ndez Ord¨®?ez con el presidente Ronald Reagan, el vicepresidente, George Bush, y el secretario de Estado Shultz.
Confusos criterios
Tampoco Espa?a ha pedido formalmente una apertura de negociaciones sobre la bases. El problema es que han creado expectativas en la opini¨®n p¨²blica espa?ola que ahora ser¨¢n dif¨ªciles de contentar, declar¨® un miembro de la delegaci¨®n espa?ola que ha tornado parte en la primera ronda de discusiones."La filosof¨ªa a¨²n no est¨¢ clara" y no sabemos si Espa?a persigue una renegociaci¨®n del actual tratado, que expira en la primavera de 1988, o una negociaci¨®n totalmente nueva, dijo en Washington uno de los asistentes a las reuniones de Madrid. El propio presidente del Gobierno espa?ol dijo en la capital norteamericana hace menos de un mes que se trataba inicialmente de "hablar"; y dej¨® claro que la negociaci¨®n va para largo y que hasta despu¨¦s del refer¨¦ndum no habr¨¢ discusiones serias. En sus entrevistas en Estados Unidos, Felipe Gonz¨¢lez no se refiri¨® a la negociaci¨®n, y no habl¨® de reducci¨®n del n¨²mero de bases.
"Felipe Gonz¨¢lez se contentar¨ªa con que se abra un proceso de di¨¢logo en el que se pueda discutir la eventual reducci¨®n de la presencia americana", explic¨® una de las personas que acompa?aron al presidente del Gobierno en sus entrevistas en la Casa Blanca. Estados Unidos, por su parte, tiene un evidente inter¨¦s en alargar el proceso y no iniciar ninguna discusi¨®n profunda hasta que se celebre el refer¨¦ndum y Espa?a defina, sin ambig¨¹edades, cu¨¢l ser¨¢ su integraci¨®n en la Alianza Atl¨¢ntica.
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