El desastre filipino
TIME
( ... ) No hab¨ªa signos de violencia en Manila la semana pasada, cuando 3.000 manifestantes comenzaron su marcha desde la Embajada estadounidense al palacio presidencial. La mayor¨ªa de ellos eran agricultores del centro de Luron, una de las regiones m¨¢s ricas en arroz del pa¨ªs. A ella se unieron estudiantes que protestaban a la vez contra los altos precios del arroz y contra el apoyo de Estados Unidos al r¨¦gimen del presidente Marcos. ( ... )Los resultados de la manifestaci¨®n fueron tr¨¢gicos: dos estudiantes murieron, otros 20 manifestantes fueron heridos y muchos polic¨ªas sufrieron heridas.
Seg¨²n los l¨ªderes de la oposici¨®n, la violencia fue una explosi¨®n frente a la dureza de la nueva pol¨ªtica del r¨¦gimen, que es considerada consecuencia de la visita a Manila, hace dos semanas, del senador norteamericano Paul Laxalt. El republicano de Nevada, que es ¨ªntimo amigo del presidente Reagan, se entrevist¨® con Marcos para expresarle las preocupaciones de Washington acerca del aumento de actividad de la guerrilla comunista en el pa¨ªs.
Esto parece como una luz verde dada por Washington a Marcos para aplastar las protestas del pueblo, dice Homobono Adaza, miembro de la oposici¨®n de la Asamblea Nacional filipina. A mitad de la semana, Marcos advirti¨® que la polic¨ªa adoptar¨ªa medidas severas y duras contra las protestas callejeras. ( ... )
La violencia no la practica solamente el Gobierno. La semana pasada, unos pistoleros, que se cree son militantes de un comando comunista, asesinaron a Gregorio Murillo, gobernador de Surigao del Sur, en la provincia de Mindanao. ( ... )
El Departamento de Estado, por medio de un portavoz, ha declarado que Marcos se ha tomado muy en serio las advertencias de Estados Unidos. Agreg¨® que Marcos ha respondido a la visita de Laxalt con varios pronunciamientos. Aunque ninguno es nuevo, incluyen una promesa de aumento del presupuesto militar de un 34%, as¨ª como permitir la presencia de observadores norteamericanos en las elecciones de 1986 y 1987. Marcos tambi¨¦n proporcion¨® a Laxalt dos informes, uno sobre la econom¨ªa y otro sobre la situaci¨®n militar, tendentes a apoyar su punto de vista de que la guerrilla comunista no es tan peligrosa como se afirma en Estados Unidos.
2 de noviembre
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