Peres amenaza con cesar a Sharon por atacar su plan de paz

El Gobierno de uni¨®n nacional israel¨ª se encontraba anoche al borde de la ruptura entre los dos socios mayoritarios, los laboristas y los nacionalistas de derechas, despu¨¦s de que el primer ministro, el socialista Sim¨®n Peres, anunciara la destituci¨®n, sin embargo no cumplimentada todav¨ªa, de? ministro del Likud Ariel Sharon, por su continua oposici¨®n p¨²blica al plan de paz propuesto por Peres a jordanos y palestinos. La crisis no se resolvi¨®, a pesar de que Sharon present¨® disculpas en p¨²blico al primer ministro. Peres se tomar¨¢ 48 horas para determinar si hace efectiva o no la destituci¨®n.

Tras varias semanas de aguantar acusaciones de "mentiroso" y de "d¨¦bil" por parte, no s¨®lo de Sharon, sino tambi¨¦n del resto de los ministros del Likud -lsaac Shamir, Mois¨¦s Arens y David Levy-, Peres opt¨® por formularle un ultim¨¢tum al Likud. Peres pidi¨® a sus compa?eros de coalici¨®n que escogieran entre apoyar el plan de paz que formul¨® recientemente en la ONU -con una propuesta de soluci¨®n para la situaci¨®n de los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza- y retirarse del Gobierno.Peres se ha declarado en los ¨²ltimos d¨ªas decidido a promover los contactos y consultas necesarios para lograr unas negociaciones directas con jordanos y palestinos bajo los auspicios de un foro internacional apropiado, "con el Likud, si es posible, o sin el Likud, si es necesario".

Seg¨²n la legislaci¨®n, la dimisi¨®n del ministro de Industria no entrar¨ªa en vigor hasta 48 horas despu¨¦s de la recepci¨®n de la carta de cese. Te¨®ricamente, este plazo de 48 horas deja a Sharon una estrech¨ªsima v¨ªa de salida para volver al Gobierno, pero con una doble condici¨®n: que acepte expresar p¨²blicamente "su plena confianza en el primer ministro" y que Peres no haga efectiva la fat¨ªdica carta del relevo.

Sin embargo, la mayor parte de los observadores duda de que el orgulloso Sharon acepte, seg¨²n su propia expresi¨®n, "ponerse de rodillas ante Peres". La crisis parece abierta, por tanto, y la pelota se encuentra, consiguientemente, en el campo del Likud.

Shamir, l¨ªder de la coalici¨®n, derechista puede, evidentemente, nombrar un nuevo candidato que tome el puesto de Sharon y de esta forma permanecer en el Gobierno con el fin de heredar la presidencia del Consejo de Ministros en octubre de 1986. Pero ?ser¨¢ capaz Shamir de hacer frente a Sharon? Algunos de sus allegados le sugieren que ¨¦sta es una inmejorable ocasi¨®n para deshacerse de Sharon, quien trata desde hace tiempo de arrebatar a Shamir el liderazgo del Likud. No se puede excluir esa posibilidad, pero parece muy improbable. Pocos son dentro del Likud los que tendr¨ªan la osad¨ªa de enfrentarse a una apisonadora denominada Ariel Sharon.

Si el eventual, cese de Sharon acarreara la dimisi¨®n de los miembros del Likud del gobierno de uni¨®n nacional Sim¨®n Peres dispondr¨ªa de varias opciones: puede invitar a los dem¨¢s partidos de la coalici¨®n a permanecer en el Gobierno junto con los laboristas. Si aceptan, Peres se encontrar¨ªa dirigiendo un Gobierno minoritario apoyado por unos 51 o 53 diputados pero que gozar¨ªa del apoyo parlamentario de los dos partidos de la oposici¨®n de izquierdas (los cuatro diputados del Ratz y los cinco del Mapam).

Otra posibilidad es que Peres presente la dimisi¨®n, pero sometiendo inmediatamente al jefe del Estado un Gobierno alternativo basado en una coalici¨®n parlamentaria de 62 o 63 parlamentarios, si es que los principales partidos religiosos aceptan formar parte de este Gobierno. Hasta el momento, el Partido Nacional Religioso (con cuatro diputados) y el Shas -(con otros tantos) han proclamado abiertamente su negativa a participar en un Gobierno de este tipo.

La ¨²ltima posibilidad

Finalmente, Peres puede presentar la dimisi¨®n de su Gobierno al presidente israel¨ª, se disolver¨ªa despu¨¦s el Parlamento y se convocar¨ªan elecciones anticipadas. La ¨²ltima posibilidad, la renegociaci¨®n con el Likud con vistas a constituir una nueva coalici¨®n, es un expediente que, excluyen todos los expertos, tanto laboristas como del Likud.

Con todo, es posible que el cese anunciado no llegue a producirse y todo se reduzca a una maniobra intimidatoria de Peres para obligar al Likud a aceptar su planes de negociaci¨®n con Jordania sobre el futuro de los territorios ocupados.

Los observadores pol¨ªticos estiman que si el cese se produjera Peres intentar¨ªa formar un Gobierno alternativo sin el Likud, con el fin de poder continuar el di¨¢logo indirecto con el rey Hussein para construir las bases de una futura negociaci¨®n de paz sin tener que continuar sufriendo los duros ataques de Ariel Sharon. Mientras tanto los ministros religiosos, y fundamentalmente los del Shas, tratan de utilizar las 48 horas de plazo para salvar el Gobierno de unidad nacional.