"Caminaremos juntos con el concilio para llevarlo a su plenitud".
El discurso de Juan Pablo II ante el s¨ªnodo extraordinario que comenz¨® ayer en el Vaticano fue le¨ªdo por el Pont¨ªfice en lat¨ªn. Esta homil¨ªa, pronunciada durante la misa que abri¨® la asamblea, servir¨¢ como texto program¨¢tico para los trabajos de los obispos reunidos. El contenido del mensaje papal es el siguiente:"Es muy significativo el hecho de que se inaugura hoy la segunda asamblea extraordinaria del s¨ªnodo de los obispos, que he convocado con motivo del 20? aniversario de la conclusi¨®n del Concilio Vaticano II. Comenzamos el intersinodal en esta celebraci¨®n eucar¨ªstica con la misma disponibilidad de escucha al Esp¨ªritu Santo, con el mismo amor la Iglesia, con la misma gratitud la divina Providencia que estuvieron presentes en los padres conciliares hace 20 a?os.
Durante las dos pr¨®ximas semanas todos los miembros del s¨ªnodo, entre los que se encuentran muchos que vivieron personalmente la excepcional gracia del concilio, caminaremos juntos con el concilio para volver a hacer vivir el clima espiritual de aquel gran acontecimiento eclesial y para promover, a la luz de los documentos fundamentales entonces emanados y de la experiencia madura en los sucesivos 20 a?os, el pleno florecimiento de la semilla de vida nueva suscitados por el Esp¨ªritu Santo en la reuni¨®n ecum¨¦nica, para mayor gloria de Dios y para la venida de su reino.
El reino del hombre
La Lumen gentium proclam¨® la verdad sobre el reino de Cristo. Cristo, habi¨¦ndose hecho obediente hasta la muerte y habiendo sido, por ello, exaltado por el Padre, entr¨® en la gloria de su reino.
A ?l est¨¢n sometidas todas las cosas, hasta que ?l se someta a s¨ª mismo y todo lo creado al Padre, a fin de que Dios sea todo en todas las cosas.
El Vaticano II explica en qu¨¦ consiste la libertad soberana que Cristo nos ha ganado mediante la cruz: consiste en el hecho de que los disc¨ªpulos, por su abnegaci¨®n y santa vida, venzan en s¨ª mismos el reino del pecado.
M¨¢s a¨²n, para que, sirviendo a Cristo tambi¨¦n en los dem¨¢s, conduzcan en humildad y paciencia a sus hermanos al rey, cuyo servicio equivale a reinar.
?sta es la verdad sobre la 'soberan¨ªa del hombre', sobre la dignidad que el ser humano ha alcanzado en Jesucristo.
"El concilio, que nos ha dado una rica doctrina eclesiol¨®gica, ha relacionado org¨¢nicamente su ense?anza sobre la Iglesia con la ense?anza sobre la vocaci¨®n del hombre en Cristo.
A prop¨®sito de esta relaci¨®n se ha podido tambi¨¦n decir que el hombre es el camino de la iglesia, precisamente porque la Iglesia sigue a Cristo, el cual es para todos los hombres el camino, la verdad y la vida. Aqu¨ª nos encontramos en el centro de esta soberan¨ªa cuyo nombre es reino de Dios.
En este nuestro tiempo, en el que, desde diversas partes, a la primac¨ªa de Dios se contrapone la primac¨ªa del hombre, el concilio, de manera convincente, hace a todos conscientes de que el 'reino del hombre' puede encontrar su justa dimensi¨®n solamente en el reino de Dios. ?sta es la sentencia misma de la verdad".
Vocaci¨®n cristiana
El concilio renov¨® la conciencia de la vocaci¨®n cristiana, que se forma mediante la participaci¨®n en la misi¨®n de Cristo, hijo de Dios.
Elevado a la dignidad de hijo por la adopci¨®n divina en Cristo, ¨¦l participa en su triple munus: sacerdotal, prof¨¦tico y real.
Ojal¨¢ estos valores de la solemnidad de Cristo,Rey puedan convertirse en la inspiraci¨®n profunda para los trabajos del s¨ªnodo de obispos durante la sesi¨®n extraordinaria que inauguramos hoy con esta celebraci¨®n.
"Hermanos de otras iglesias"
Saludo con ¨¢nimo grato a los padres sinodales y especialmente, con calor y afecto, a los hermanos de las otras iglesias y comunidades cristianas que nos recuerdan el largo camino ecum¨¦nico recorrido desde el concilio".
El Papa finaliz¨® su homil¨ªa con una llamada a la unidad de los hijos de Dios en "la verdad y en la caridad".
"En estos horizontes divinos", dijo el Pont¨ªfice con la Lumen gentium, "se desvela la Iglesia como la vieron los padres del concilio Vaticano II en Cristo: como un sacramento, o sea, signo o instrumento de la uni¨®n ¨ªntima con Dios y de la unidad de todo el g¨¦nero humano".
La misa en. que ley¨® el discurso el pape Juan Pablo II fue concelebrada por 165 padres sinodales -que son los que tienen derecho al voto- y otros 285 sacerdotes que asisten a la asamblea como observadores. Entre ellos, 12 te¨®logos nombrados directamente por el Papa.
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