La polic¨ªa investiga el aumento superior al 1.000% del consumo de metadona en Madrid en poco m¨¢s de un a?o

La polic¨ªa investiga las circunstancias que han provocado que el consumo de metadona en Madrid haya crecido en m¨¢s de un 1.000% desde abril de 1984 hasta agosto de 1985, seg¨²n un informe de la Consejer¨ªa de Salud y Bienestar Social de la comunidad aut¨®noma. M¨¦dicos que la recetan como lucrativo negocio y consumidores que la revenden en el mercado negro est¨¢n en el centro de la investigaci¨®n, en la que participan la consejer¨ªa y la delegaci¨®n del Gobierno. El mismo informe concluye que el 90% de las personas que consiguen recetas de metadona son traficantes que la revenden a heroin¨®manos.

El asunto se lleva con particular discreci¨®n porque, como afirma el delegado del Gobierno en Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado, "con la metadona es difilcil discernir d¨®nde termina el uso y abuso de una legislaci¨®n hasta hace bien poco confusa y tolerante y d¨®nde comienza el delito".Seg¨²n el informe de la Consejer¨ªa de Salud y Bienestar Social, el n¨²mero de madrile?os que en abril del pasado a?o dispon¨ªan del carn¨¦ oficial de extradosis era de 280. A los 16 meses la cifra hab¨ªa crecido hasta 3.195. El aumento del n¨²mero de m¨¦dicos que prescriben metadona ha sido tambi¨¦n espectacular: de 13 facultativos en la primera de las fechas a 136 en la segunda. El incremento es, pues, superior al 1.000%.

Un aumento tan importante del consumo de metadona -f¨¢rmaco empleado como sustitutivo de los opi¨¢ceos en los procesos de desintoxicaci¨®n- preocupa seriamente a los responsables sanitarios de la Comunidad de Madrid, que han llegado a la conclusi¨®n de que "el 90% de los usuarios son, sobre todo, traficantes y pasan la mayor parte de la metadona que reciben al mercado negro".

La situaci¨®n, seg¨²n el informe, "sobrepasa netamente las competencias sanitarias". Con este eufemismo se pretende indicar que el asunto est¨¢ ya en manos policiales. El delegado del Gobierno en Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado, ha confirmado estar al tanto de la situaci¨®n y ha a?adido que una investigaci¨®n policial est¨¢ en marcha.

"En Madrid", se?ala el informe de la Consejer¨ªa de Salud y Bienestar Social, "el uso de la metadona en toxic¨®manos es una pr¨¢ctica muy lucrativa, llevada a cabo s¨®lo por m¨¦dicos privados, que con frecuencia no son espa?oles de origen y ejercen en colectivos numerosos (en alg¨²n caso, m¨¢s de 15 m¨¦dicos en una sola cl¨ªnica)". Por ejemplo, una de esas cl¨ªnicas, situada en Malasa?a, anuncia en su fachada: "Centro de rehabilitaci¨®n para alcoh¨®licos y toxic¨®manos. Tratamientos con metadona".

Las personas que quieren recibir metadona -y de las gestiones realizadas por la consejer¨ªa se deduce que no todas son toxic¨®manas- acuden a algunos de estos facultivos. Los m¨¦dicos solicitan el carn¨¦ oficial de extradosis para sus pacientes, y la Delegaci¨®n Territorial del Ministerio de Sanidad los concede en pr¨¢cticamente un 100% de los casos.

Un mercado de 1.000 millones

Con ese carn¨¦, los m¨¦dicos pueden recetar a sus pacientes hasta 200 miligramos de metadona cada cuatro d¨ªas, que el usuario compra directamente en una de las ocho farmacias madrile?as que preparan en sus laboratorios la soluci¨®n oral. A partir de entonces, el cliente dispone con libertad del producto: puede consumirlo o revenderlo.

El m¨¦dico cobra entre 4.000 y 8.000 pesetas por consulta, esto es, cada vez que expende una receia, y esto puede ocurrir cada cuatro d¨ªas por paciente. Un c¨¢lculo estimativo permite deducir que entre 136 doctores pueden mover anualmente unos 1.000 millones de pesetas en Madrid, tan s¨®lo por recetar metadona.

En teor¨ªa, la delegaci¨®n en Madrid del Ministerio de Sanidad debe realizar controles peri¨®dicos a los usuarios que disponen del carn¨¦ de extradosis. Estos controles consisten en an¨¢lisis de orina, a fin de comprobar que el beneficiario del carn¨¦ est¨¢ consumiendo la metadona que ha sido autorizado a comprar. Pero ya hay soluci¨®n para sortear este posible obst¨¢culo: la venta a los defraudadores de muestras de orina de personas que, en efecto, la est¨¢n tomando.