Roberto Hartas¨¢nchez

Roberto Hartas¨¢nchez recibi¨® anteayer en Bruselas, de manos del popular bi¨®logo de la televisi¨®n brit¨¢nica David Bellamy, el Premio Europa de Conservaci¨®n de la Naturaleza, patrocinado por la Fundaci¨®n Ford y dotado con dos millones de pesetas. "Pas¨¦ un mal rato, porque los candidatos franceses, dedicados a la protecci¨®n de los pasos de aves migratorias de los Pirineos, tambi¨¦n se lo merec¨ªan", fue el comentario de Roberto cuando ya ten¨ªa en su poder este galard¨®n, que le convertir¨¢ en un naturalista famoso.

A sus 32 a?os, este asturiano, dirigente del Fondo en Asturias para la Protecci¨®n de los Animales Salvajes (FAPAS), con 10.500 asociados, es el hombre en el que miles de personas han depositado su confianza para salvar de la extinci¨®n a los 150 osos que quedan en la cordillera Cant¨¢brica. Todo empez¨® hace tres a?os, cuando diversos medios de comunicaci¨®n publicaron una curiosa noticia: "Si quieres ayudar a recuperar las colonias de buitres de Asturias, env¨ªa un donativo de 100 pesetas al FAPAS". As¨ª comenz¨® esta asociaci¨®n, fundada por Hartas¨¢nchez en la aldea asturiana de Poo.Se trataba de contribuir a los gastos de gas¨®leo que originaba el continuo acarreo de vacas, potros y todo bicho que muriera en la zona de Llanes a un comedero para aves carro?eras que Hartas¨¢nchez hab¨ªa instalado en lo alto de un monte. Contra todo pron¨®stico, Hartas¨¢nchez, un veterano y solitario naturalista, comenz¨® a recibir cartas de toda Espa?a. A los pocos meses eran miles las personas que se hab¨ªan apuntado al FAPAS; al cabo de tres a?os son ya cerca de 11.000. Despu¨¦s de dos a?os de acarrear carro?as y concienciar a la poblaci¨®n local para que no disparara ni envenenara a los buitres, el FAPAS estaba en condiciones de anunciar que el objetivo estaba cumplido. Hartas¨¢nchez se encontr¨® con una de las asociaciones conservacionistas m¨¢s numerosas de Espa?a en las manos. A pesar de los miles de socios, durante mucho tiempo se resisti¨® a compartir el trabajo; al final no le qued¨® m¨¢s remedio que incorporar al equipo a otras tres personas y un ordenador.

El gran cambio vino cuando decidi¨® emprender la tarea de proteger a los ¨²ltimos osos pardos que quedan en la cordillera Cant¨¢brica. Era ¨¦sta una vieja idea de muchos naturalistas, pero Roberto decidi¨®, como siempre, emprenderla en solitario, lo que le cost¨® no pocos disgustos con quienes les hubiera gustado hacer lo mismo. "La vida me ha ense?ado que los proyectos en los que decide mucha gente casi nunca se realizan". Con esa filosof¨ªa, aunque apoyado por personajes como el artista Fernando Fueyo o el ornit¨®logo y escritor asturiano Alfredo Noval, y muy especialmente por su padre, un m¨¦dico que no dud¨® en apoyar econ¨®micamente a su hijo, Hartas¨¢nchez puso en pie este ambicioso proyecto, que consiste en recaudar fondos de sus asociados para indemnizar a los ganaderos afectados por los da?os causados por los osos.

Ahora los ganaderos tambi¨¦n reclaman que se les abonen los da?os causados por los lobos. Roberto, con la moral alta tras el premio recibido en Bruselas, ya est¨¢ preparando la tercera gran campa?a del FAPAS.