La reforma de la CEE, estancada en Luxemburgo
ANDR?S ORTEGA / F?LIX MONTEIRA, ENVIADOS ESPECIALESLa reforma de la CEE qued¨® ayer estancada en la primera jornada del Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno de los doce que se celebra en Luxemburgo. Los mandatarios, en un ejemplo revelador, pasaron hora y media discutiendo sobre la definici¨®n gramatical del mercado sin barreras que se pretende crear en la CEE para 1992, un "espacio sin fronteras" o un "mercado interior". Y sin conclusiones. El primer ministro italiano, Bettino Craxi, declar¨® que la discusi¨®n avanza fatigosamente y no es propicia para llegar a resultados satisfactorios. Felipe Gonz¨¢lez, por su parte, apoy¨® la tesis mayoritaria del espacio europeo y, al igual que sus hom¨®logos europeos, se mostr¨® partidario de una mayor flexibilidad en el empleo y en todos los aspectos de la econom¨ªa.
La primera ministra Margaret Thatcher se puso algo nerviosa, seg¨²n fuentes brit¨¢nicas, con estas discusiones detalladas sobre art¨ªculos jur¨ªdicos y sin asesores en la sala. El portavoz franc¨¦s se?al¨® que "esta ser¨¢ una buena cumbre pero s¨®lo de aperturas a nivel t¨¦cnico". El secretario de Estado para la CEE, Pedro Solbes, declar¨® anoche que la lista de temas que ser¨¢n objeto de decisiones por mayor¨ªa en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) no saldr¨¢ de esta cumbre. Y la reuni¨®n se ha venido a caracterizar por una ausencia de tensiones.No ocurri¨® as¨ª afuera, pues en la carretera, a 80 metros del lugar de reuniones, un autom¨®vil solt¨® a las 17.45 un artefacto que hizo explosi¨®n, sin causar da?os materiales. La bomba llev¨® a una impresionante movilizaci¨®n de las fuerzas luxemburguesas de seguridad, ayudadas por efectivos belgas y alemanes. Este el el decimocuarto atentado, siempre sin reivindicar y sin v¨ªctimas, que se produce este a?o en Luxemburgo.
El Reino Unido se opuso a la definici¨®n de "espacio sin fronteras" pues se podr¨ªan plantear problemas de seguridad y terrorismo al permitir que alg¨²n particular acudiera al Tribunal de Justicia de la CEE para querellarse contra cualquier medida limitativa puesta en las fronteras.
El presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez apoy¨®, sin embargo, la tesis mayoritaria del espacio europeo. Seg¨²n el portavoz espa?ol, Gonz¨¢lez se pronunci¨® a favor de que exista un "compromiso jur¨ªdico" sobre el objetivo de 1992. Los textos comunitarios sobre este tema, aunque esta fecha quedar¨¢ recogida en el articulado de la reforma, se?alan que "no tiene ning¨²n valor jur¨ªdico".
Los problemas, tras los debates de ayer, segu¨ªan siendo los mismos que la v¨ªspera. La definici¨®n del mercado, el abandono -incluso parcial- de la regla de la unanimidad para cuestiones de comercio interno en la CEE (con numerosas excepciones), la concreci¨®n jur¨ªdica de la cooperaci¨®n monetaria (sin que vincule de hecho), los nuevos poderes para el Parlamento Europeo, el Tratado de Cooperacion Pol¨ªtica y la gran declaraci¨®n sobre la Uni¨®n Europea, segu¨ªan siendo origen de considerables divergencias.
Italia y B¨¦lgica se situaban a la cabeza de una reforma en profundidad, papel que parec¨ªa apoyar Espa?a. Dinamarca representa la oposici¨®n m¨¢s dura, al no ver a¨²n la necesidad de cambiar el Tratado de Roma. Y cualquier reforma ha de ser ratificada por los Parlamentos de todos los pa¨ªses miembros.
Profundos desacuerdos
Francia, seg¨²n el portavoz del presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, "no quiere quedarse sola en la vanguardia de la construcci¨®n europea". Mitterrand y el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, desayunar¨¢n hoy juntos como es tradicional. Y el portavoz franc¨¦s concedi¨® ayer a este encuentro una "iniportancia capital que ser¨¢ el gozne entre la toma de conciencia y el impulso final" de esta cumbre que concluye hoy. La RFA ha hecho ya en los ¨²ltimos d¨ªas -y ayer de nuevo- ciertas aperturas, sin grandes consecuencias, en el terreno monetario y en el de la adecuaci¨®n de normas de calidad. Pero Londres es el que m¨¢s se resiste a legalizar el Sistema Monetario Europeo.
El Parlamento Europeo, a trav¨¦s de una declaraci¨®n hecha p¨²blica ayer en Luxemburgo, consider¨® que "ser¨ªa peligroso para Europa que los jefes de Estado y de Gobierno intenten esconder sus desacuerdos bajo un compromiso sin significado ni verdadero alcance". El Parlamento pidi¨® tambi¨¦n que si no se llega a un consenso, prosigan las reflexiones sobre una "profunda reforma"
La sesi¨®n de la ma?ana estuvo dedicada al an¨¢lisis de la situaci¨®n econ¨®mica y social de la CEE, en base a un informe presentado por Delors. Los doce -incluida ahora Grecia, que a cambio solicita ayudas- coincidieron en la necesidad de mantener las pol¨ªticas de ajuste, a la vez que se intenta reactivar el crecimiento econ¨®mico y reducir el paro.
Concertaci¨®n social
Felipe Gonz¨¢lez, al igual que sus hom¨®logos europeos, se mostr¨® partidario de una mayor flexibilidad en el empleo y, al t¨¦rmino de la reuni¨®n mantenida por la noche al calor de la chimenea con su hom¨®nimos europeos matiz¨® que esa flexibilidad debe darse "en todos los aspectos de la econom¨ªa". Igualmente, el presidente espa?ol indic¨® que con ello no hace m¨¢s que apoyar el informe que sobre la situaci¨®n econ¨®mica ha presentado la Comisi¨®n Europea y concluy¨® afirmando que hab¨ªa destacado "el importante papel que tienen que desarrollar los sindicatos".
En este sentido, el presidente destac¨® la importancia de la concertaci¨®n social, siempre que vaya m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites cl¨¢sicos y establezca la corresponsabilidad de los agentes sociales. La pol¨ªtica de crecimiento, dijo, tiene que convivir con los actuales programas de saneamiento para no poner en peligro los logros alcanzados en la contenci¨®n de la inflaci¨®n y del d¨¦ficit p¨²blico. En su opinion, el aumento de productividad tiene que lograrse manteniendo a la vez la moderaci¨®n salarial y sin que ello provoque una p¨¦rdida en el poder adquisitivo de los trabajadores.
Los objetivos de una pol¨ªtica econ¨®mica concertada a doce para reducir el paro y relanzar el crecimiento econ¨®mico chocan con las posturas brit¨¢nica y alemana, que no quieren lanzarse en un proceso peligroso de impulso de la demanda.
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