?Qu¨¦ es el feminismo?
Nos ha sorprendido la equivocada interpretaci¨®n que ha dado la l¨ªder del Partido Feminista de los dos abortos realizados en las Jornadas de Barcelona (v¨¦ase EL PA?S, lunes 25 de noviembre, p¨¢gina 32). En nuestra opini¨®n, esta mujer no ha comprendido en absoluto ni el hecho en s¨ª, ni lo que significa, ni el precedente que puede sentar; es m¨¢s, quiere darnos al resto de las militantes una lecci¨®n magistral y, lamentamos decirlo, en su "madura conciencia feminista" encontramos una gran confusi¨®n mental.Es evidente que para ninguna de nosotras el aborto es equiparable a un grano o a una verruga, y el simple hecho de nombrarlo en el art¨ªculo puede dar a entender a cualquier lector/a que las feministas, a veces, nos tomarnos el aborto alegremente, como si de una mera extirpaci¨®n se tratase. Tal comparaci¨®n es gratuita, y sus consecuencias pueden ser nefastas.
Por otra parte, la autora presupone una "dignidad anestesiada" y una "falta de conciencia feminista" en las dos mujeres que libremente se sometieron al aborto. ?Qui¨¦n es ella, preguntamos, para saber tanto? Las dos mujeres decidieron abortar all¨ª sin que mediase manipulaci¨®n alguna por parte de las satisfechas inspiradoras".
La publicidad que se dio a las intervenciones nosotras la entendemos como una medida de presi¨®n y como denuncia de la grave situaci¨®n que atraviesa el aborto en nuestro pa¨ªs (la raqu¨ªtica ley del PSOE, as¨ª como las dificultades de su aplicaci¨®n, obliga a diario a muchas mujeres a abortar clandestinamente dentro y fuera de nuestras fronteras). Los aplausos no son a un supuesto espect¨¢culo, sino solidarios y c¨®mplices con un hecho valiente y quiz¨¢ pol¨ªticamente revulsivo.
La segunda parte del art¨ªculo no s¨®lo nos sorprende, sino que nos parece inadmisible por sus juicios de valor y sus teor¨ªas psicoanal¨ªticas, pues se necesitar¨ªa, para hacerlos, de estudios m¨¢s profundos y estad¨ªsticos. Nos referimos a su interpretaci¨®n del aborto como un acto de "desahogo personal impertinente contra el padre que siempre las fastidi¨®". Asimismo negamos rotundamente la valoraci¨®n acerca de la masa de mujeres que ella pone en nuestra boca: el analfabetismo, la alienaci¨®n y el embrutecimiento que se da en algunas es una triste realidad que nos impulsa a nuestra lucha diaria.
Tambi¨¦n habr¨ªa que pedir explicaciones a Lidia Falc¨®n sobre lo que entiende ella por terrorismo, pues creemos que su osad¨ªa al utilizar este t¨¦rmino procede del alejamiento de una cotidianeidad en que nos vemos inmersas las mujeres. ?Piensa que aterrorizamos a las otras mujeres con dos abortos realizados en buenas condiciones sanitarias, cuando la realidad de muchas es la explotaci¨®n, la violaci¨®n, los malos tratos y el miedo?
Por ¨²ltimo, exigimos una contestaci¨®n acerca de las graves afirmaciones que emite sobre el movimiento feminista: su elitismo intelectual y social, su futuro y su aislamiento con respecto a la gran mayor¨ªa de mujeres. ?Es ella la ¨²nica poseedora del conocimiento feminista? ?No ser¨¢ ella la iluminada?- y 2 firmas m¨¢s. Asamblea de Mujeres de Salamanca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.