La lucha contra el c¨¢ncer

Me dirijo a ustedes con la intenci¨®n de aclarar ciertas dudas que quiz¨¢ hayan podido originarse tras la lectura de la entrevista publicada el pasado domingo d¨ªa 8 con el se?or G¨®mez-Acebo en relaci¨®n con su lucha contra el c¨¢ncer, pues pudiera desprenderse de la nfisma una muy dificil curaci¨®n si no se acude a especialistas en Estados Unidos. Hablo con conocimiento de causa, pues he sido tan afortunada como ¨¦l de haber superado el n-fismo tipo de c¨¢ncer. Y digo afortunada porque el primer m¨¦dico al que acud¨ª en San Sebasti¨¢n me envi¨® directamente a un cirujano, quien, sin dudarlo, me hizo una biopsia de ganglio, y ante el resultado de la misma me extirparon el bazo, cosa que seg¨²n parece no es siempre necesario, s¨ª en mi caso, pues depende del estadio en que se encuentre la enfermedad. Todo esto en el plazo de una semana, y a los 15 d¨ªas comenc¨¦ el tratamiento de quimioterapia en el Instituto Oncol¨®gico de esta misma ciudad. Los gastos de este tratamiento fueron a cargo de la Seguridad Social. A los dos meses y medio de aquella primera consulta estaba trabajando con toda normalidad, pudiendo continuar el tratan-fiento sin dejar de asistir a mi trabajo. Al cabo de los seis meses del mismo ya no he necesitado continuarlo, pues estoy perfectamente, y tras las correspondientes pruebas y an¨¢lisis s¨®lo debo acudir al Instituto Oncol¨®gico para revisiones peri¨®dicas. Esto ocurri¨® en 1983 y lo cuento para que aquellas personas que se encuentren actualmente o en el futuro en n¨²s circunstancias no se derrumben, pues aqu¨ª, en San Sebasti¨¢n, sin ir m¨¢s lejos, hay un centro extraordinario para tratarles, y con los gastos cubiertos por la Seguridad Social.Lo triste del caso es que este Instituto Oncol¨®gico se encuentra en estos momentos en una precaria situaci¨®n, que ustedes podr¨ªan f¨¢cilmente conocer y publicar por el bien de todos nosotros.- Arantza Echave.