La RFA y Suecia empatan a una victoria en la final de la Copa Davis de tenis
La Rep¨²blica Federal de Alemania y Suecia empatan a una victoria tras los dos primeros partidos individuales de la final de la Copa Davis de tenis, que empez¨® a disputarse ayer en el Pabell¨®n Ol¨ªmpico de M¨²nich. Mats Wilander, n¨²mero uno sueco, venci¨® al segundo jugador alem¨¢n occidental, Michael Westphal, por 6-3, 6-4 y 10-8, pero Boris Becker derrot¨® luego a Stefan Edberg por 6-3, 3-6, 7-5 y 8-6. Hoy se jugar¨¢ el encuentro de dobles, que puede ser decisivo. El d¨²o alem¨¢n occidental estar¨¢ formado por Becker y Andreas Maurer, vencedor en el Torneo de Madrid de este a?o, mientras Suecia ha anunciado a Wilander y Joakim Nystroem (tres de la tarde, TVE-2).
Vivir un partido de Boris Becker en la RFA es como asistir a un musical en Broadway, comer un, paella en Valencia o beber una cerveza aqu¨ª, en M¨²nich. Becker cumpli¨® ayer con las expectativas que esta final hab¨ªa despertado entre sus compatriotas. En un partido dif¨ªcil, venci¨® a Stefan Edberg, de 20 a?os, dos m¨¢s que ¨¦l, y su m¨¢s directo rival en la clasificaci¨®n mundial. Edberg es el quinto y Beeker el sexto. La victoria de Becker reactiva la importancia del partido de dobles.Becker venci¨® logrando una identificaci¨®n insospechada con los espectadores alemanes. Cuando Boris fallaba repetidamente, el p¨²blico le animaba con palmas continuas; cuando lograba un tanto de saque, lo celebraba con gritos; cuando se lanzaba por los aires para golpear una bola y se dejaba la piel de sus codos en la pista de moqueta, aullaba. Es una fiebre que atemoriza al imparcial. Cuando se ha vivido tan de cerca, puede comprenderse perfectamente que esta fiebre haya atacado a un hombre capaz de ofrecer su apartamento o a una mujer, que garantizaba una noche de placer, seg¨²n dos anuncios publicados en diarios muniqueses.
Becker luchaba ayer por igualar una eliminatoria que Wilander hab¨ªa decantado a favor de Suecia. Y lo hac¨ªa contra Edberg, ganador del torneo de Australia hace apenas 15 d¨ªas. Sorprendiendo una vez m¨¢s a los que creen que es un fen¨®meno pasajero, Beeker se mostr¨® m¨¢s capaz de sorportar la presi¨®n ambiental que Edberg. Te¨®ricamente, todo estaba en su contra: Westphal hab¨ªa perdido el primer partido, Edberg llegaba tranquilo a un encuentro que no era vital para Suecia y toda la RFA confiaba ciegamente en ¨¦l.
Pero Becker tuvo que sufrir para ganar. La primera manga fue suya tras romper el servicio de Edberg en el cuarto juego. La segunda fue para Edberg, m¨¢s acertado en el juego de ataque, de saque y volea, que prodigaron los dos j¨®venes. En la tercera Becker reaccion¨® y solt¨® su brazo en el saque -se ha calculado que lo hace a una velocidad de 302 kil¨®metros por hora-, comenz¨® a acertar en sus voleas y a presionar lo suficiente a Edberg como para introducir la duda en su mente.
Nervios y triunfo
Gan¨® esa manga por 7-5, se fue decidido al vestuario para el descanso reglamentario y volvi¨® tan seguro de s¨ª mismo que inmediatamente se situ¨® con una ventaja de 5-2. Fue entonces cuando, por primera vez en este a?o, estallaron sus nervios. No supo acabar su trabajo y vio c¨®mo Edberg le igualaba a cinco juegos. La crisis dur¨® poco. Y Becker aprovech¨® su tercer punto de partido, con saque de Edberg, para ganar por 8-6 la manga y el encuentro.Mats Wilander gan¨® el primer punto para Suecia al derrotar a Michael Westphal por 6-3, 6-4 y 10-8 en dos horas y 24 minutos. Wilander y Westphal eran ayer dos jugadores parecidos en una circunstancia similar. Ambos prefieren las pistas lentas y desarrollan su juego desde el fondo y ayer se encontraron sobre una superficie rapid¨ªsima. La diferencia fue que el sueco golpe¨® la bola con la mirada puesta en el rinc¨®n m¨¢s inaccesible para su rival, mientras Westphal parec¨ªa pegarla con los ojos cerrados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.