Que se queden
La campa?a publicitaria preelectoral de reducci¨®n de tropas norteamericanas en Espa?a empieza a hastiar a la afici¨®n porque ha sido lanzada con mala estrella y nadie ha gui?ado el ojo a tiempo. Ni los socialistas cu¨¢ndo han preguntado a los yanquies: "?Os vais, verdad?" Ni los yanquies al contestar: "Claro, desde luego, no faltar¨ªa m¨¢s". Todo estaba preparado para que los norteamericanos, conmovidos ante la vocaci¨®n atl¨¢ntica del Gobierno y conscientes de la voluntad soberana del pueblo espa?ol de superar los franquistas acuerdos hispano-norteamericanos, se retiraran a tiempo de que se pudiera orquestar una campa?a social-patri¨®tica de no te menees. Pero no ha sido as¨ª. Esta orquesta no estaba conjuntada y cuando Gonz¨¢lez y Serra iban por el D¨²o de la Africana, el Departamento de Estado caminaba sobre distra¨ªdos claqu¨¦s.Visto y bien visto el pastel ?para qu¨¦ han de irse? Que se queden. Cuantos m¨¢s seremos, m¨¢s reiremos. Del mismo modo que si permanecemos en la OTAN la conseguiremos convertir en la Unicef, si los norteamericanos permanecen en Espa?a acabar¨¢n comprendiendo mejor el proceso de cambio iniciado por el Gobierno socialista y luego lo aplicar¨¢n en Guatemala, Honduras, El Salvador, Chile, Paraguay, etc¨¦tera, etc¨¦tera. Al fin y al cabo si sobre 12.000 asesores hist¨®ricos norteamericanos, se consigue la retirada de 1.000 o 2.000, por una parte apenas si recibimos autosatisfacciones patri¨®ticas y por otra quedamos como unos taca?os. Nunca el espa?ol ha hecho el rid¨ªculo por cantidades tan peque?as y me molesta que nuestros m¨¢s sacrificados aliados reciban tan miserable pago moral, despu¨¦s de 34 a?os de habernos protegido de nosotros mismos. Bases norteamericanas, lunes, mi¨¦rcoles y viernes. Bases de la OTAN, martes, jueves y s¨¢bado y el domingo nos vamos todos, juntos y sumados, a una corrida de toros o a un recital de la Pantoja.
Que se queden. Que se queden. Donde comen tres comen cuatro y no olvidemos que, como dijo Franco, los enemigos de Espa?a permanecen al acecho, esos enemigos esenciales de una Espa?a esencial gobierne quien gobierne. Esa Espa?a, esa Carmen de Espa?a y no la de Merim¨¦e y no la de Merim¨¦e.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.