El sector p¨²blico alarga los plazos de vencimiento de su deuda en pesetas a costa de los tipos de inter¨¦s
El Estado y los organismos p¨²blicos han iniciado en la ¨²ltima etapa del a?o una pol¨ªtica de emisiones de renta rija que tiene como objetivo prioritario alargar el plazo de vencimiento de la deuda, aunque eso suponga reducir en menor medida de lo que se podr¨ªa el tipo de inter¨¦s de esas emisiones. La Administraci¨®n ha logrado para 1986 un fuerte descenso de los costes financieros, a trav¨¦s sobre todo de la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s de los pagar¨¦s del Tesoro, y ahora trata de alargar el plazo de amortizaci¨®n del resto de las emisiones para impedir renegociaciones de vol¨²menes importantes de t¨ªtulos.
La estructura de la deuda p¨²blica en pesetas, centrada especialmente en los pagar¨¦s del Tesoro y en menor proporci¨®n en bonos del Tesoro (hasta ahora a dos a?os de amortizaci¨®n), deuda desgravable (tres o cinco a?os) y obligaciones del Estado (a seis o m¨¢s a?os de amortizaci¨®n) provoca tensiones cada vez que vence una cantidad importante de pagar¨¦s que tienen que ser recolocados entre las instituciones financieras y los ahorradores particulares.La baja de tipos de inter¨¦s permite que el Estado, preocupado por la creciente carga de intereses de su deuda, trate de obtener sus recursos financieros mediante emisiones a corto plazo que le garantizan costes menores.
Pero esta pol¨ªtica, comprensible dado el volumen global de la deuda interna, choca con problemas de renovaci¨®n de fuertes vol¨²menes de t¨ªtulos, lo que provoca distorsiones en los mercados monetarios, y con la rentabilidad decreciente de estas emisiones para las instituciones financieras que ven c¨®mo se estrechan sus m¨¢rgenes por tener ciertas dificultades para reaccionar ante las nuevas situaciones del mercado.
Los avances que peri¨®dicamente presentan los bancos extranjeros en cuanto a cuota de mercado por las variaciones de tipos de inter¨¦s, aprovech¨¢ndose de la baja con mayor celeridad que la banca nacional y no abandonando sus nuevas posiciones cuando cambia la tendencia, se explica por la lentitud de la banca nacional.
Esta situaci¨®n es la que est¨¢ forzando a la Administraci¨®n a alargar el plazo medio de amortizaci¨®n de la deuda interna, adem¨¢s de proporcionarle un mercado con menores tensiones. Para ello inici¨® primero una pol¨ªtica de alargamiento de los pagar¨¦s del Tesoro, reduciendo las emisiones a seis meses y un a?o de vida hasta su desaparici¨®n para hacer subastas a 18 meses.
Mercado secundario
Posteriormente se procedi¨® a la creaci¨®n de un mercado secundario de deuda p¨²blica y obligaciones del Estado, de vol¨²menes reducidos todav¨ªa pero con unas perspectivas importantes de crecimiento, m¨¢xime cuando el Banco de Espa?a est¨¢ interviniendo para facilitar liquidez.Los anuncios de emisiones de fin de a?o del Estado, la deuda desgravable y los bonos del Estado muestran esta tendencia a la ampliaci¨®n de los plazos de amortizaci¨®n. La deuda desgravable se ofrece a tres o cinco a?os, con un tipo de inter¨¦s del 11,50%. y el 15% de bonificaci¨®n fiscal. Los bonos del Estado, que hasta ahora hab¨ªan salido a dos a?os de amortizaci¨®n han visto ampliado su per¨ªodo de vida hasta tres o cinco a?os tambi¨¦n con una rentabilidad del 11,70%. Esta rentabilidad es bastante baja si se tiene en cuenta la de las emisiones iguales en plazo que suelen tener tipos similares y contar con la desgravaci¨®n fiscal adicional que proporciona cuando menos un punto m¨¢s.
Ello s¨®lo puede significar que ha habido una falta de planificaci¨®n en la Direcci¨®n General del Tesoro a la hora de establecer los tipos de inter¨¦s de sus emisiones, haciendo que coincidan dos clases de t¨ªtulos en plazos, o que ¨¦sto es s¨®lamente el primer paso para un alargamiento claro de la vida de algunos de estos t¨ªtulos que, para gozar de beneficios fiscales, tendr¨¢n que estar en poder de los tomadores durante m¨¢s tiempo.
Las conversaciones que tienen lugar entre las instituciones financieras y el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda para convertir los pagar¨¦s del Tesoro en poder de los bancos en emisiones a largo plazo obedece a la misma pol¨ªtica de alargamiento y, de hecho, los pagar¨¦s estar¨¢n destinados, en su mayor parte, a los ahorradores privados y muy especialmente al dinero negro.
Con ello, el Gobierno alcanzar¨¢ su objetivo de aflorar la mayor parte de este dinero oculto y lo penalizar¨¢ ofreciendo una rentabilidad por debajo de la de mercado, que equilibre, al menos en parte, su opacidad fiscal. El c¨ªrculo iniciado hace dos a?os se cerrar¨¢ de esta manera y se conseguir¨¢n los objetivos de tener menores problemas a la hora de refinanciar el d¨¦ficit p¨²blico, mantener las cuentas de resultados de las instituciones financieras a reasguardo del riesgo de intereses y tener controlado de alguna forma el importante volumen de dinero negro existente.
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