Norte y sur de Joan Manuel Serrat

Con el cartel de "no hay entradas" para los siete d¨ªas que durar¨¢n sus actuaciones comenz¨® Joan Manuel Serrat en Madrid, la tanda de recitales con que presenta su nuevo trabajo sobre poemas de Mario Benedetti El Sur tambi¨¦n existe. Situado en medio de tres pantallas blancas sobre las que se proyectaron de vez en vez diapositivas motivadas, al parecer, m¨¢s por el azar que por la necesidad, y con el acompa?amiento de su cuarteto habitual -Ricard Miralles al piano, Jordi Clua al bajo, Francese Rabassa a la bater¨ªa y Albert Cubero a la guitarra-, el cantante inici¨® la actuaci¨®n con esa vibrante declaraci¨®n de principios que es Cada loco con su tema.Desde el primer momento demostr¨® Serrat una vez m¨¢s su indudable capacidad de comunicar con el p¨²blico. Una comunicaci¨®n que se basa tanto en su actitud esc¨¦nica como en las canciones que compone y canta. Ofrece Serrat un mecanismo de comunicaci¨®n que se identifica a la perfecci¨®n con el p¨²blico, algo as¨ª como un espejo en el que se refleja el espectador y que le devuelve la imagen de un hombre com¨²n, igual a los oyentes, ajeno a cualquier misterio o segundas intenciones. Un mecanismo que se acent¨²a en los gestos t¨ªmidamente dubitativos con que adereza las presentaciones, en el rascarse la,cabeza pensativo o frotarse las manos c¨®mplice, en las sonrisas o gui?os de ojo, que no son sino una muestra del absoluto dominio con que se mueve el cantante en el escenario.

Una canci¨®n desnuda

Serrat sali¨® plet¨®rico de voz, seguro y confiado, y as¨ª fue desgranando sus canciones de l¨ªneas mel¨®d¨ªcas f¨¢cilmente identificables que el p¨²blico reconoce desde la primera nota haci¨¦ndolas suyas. Canciones irregulares en las que junto a hallazgos expresivos de primera magnitud (Tu nombre me sabe a yerba o Cada loco con su tema, por ejemplo) y la sabia utilizaci¨®n de un lenguaje cotidiano, al que conscientemente el cantante arranca toda tentaci¨®n de hacer literatura, se da a menudo una abusiva utilizaci¨®n de pareados que se despe?an peligrosamente hacia el ripio sin paliativos.Las nuevas canciones de El Sur tambi¨¦n existe, ocho de las cuales interpret¨® en su presentaci¨®n madrile?a, fueron acogidas con la incertidumbre que siempre da escuchair canciones poco conocidas, especialmente cuando se trata del canciones complejas, matizadas y ricas, como las escritas por Mario Benedetti, con verso exacto y Sugerente, algunas tan plenamente logradas como Una mujer desnuda y en lo oscuro, Los formales y el frio o El Sur tambi¨¦n existe.

El sonido del grupo, formado por excelentes m¨²sicos de probada sensibilidad y dominio del instrurnento, result¨® plano y sin matices, m¨¢s quiz¨¢ por la mezcla que llegaba al oyente que por la propia interpretaci¨®n.