Espa?a pretende negociar caso a caso su modelo de participaci¨®n en la OTAN

Los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores ultimar¨¢n sus estudios sobre el modelo de participaci¨®n de Espa?a en la OTAN en v¨ªsperas del debate parlamentario sobre seguridad previsto para febrero de 1986. Cualificadas fuentes gubernamentales, diplom¨¢ticas y de la Administraci¨®n consultadas coinciden en que, seg¨²n los planes actuales, la presencia de Espa?a en cada uno de los comit¨¦s de la OTAN se negociar¨¢ caso por caso, y se acceder¨¢ o se denegar¨¢ una por una las peticiones que sus aliados hagan a Espa?a. Actualmente se descarta que Espa?a abandone el Comit¨¦ Militar, al que pertenece.

Defensa y Asuntos Exteriores tienen pendiente la coordinaci¨®n de sus tesis sobre qu¨¦ significa la llamada no integraci¨®n militar en la OTAN. La doctrina mantenida hasta el momento por Exteriores es mucho m¨¢s restrictiva que la del Ministerio de Defensa y prev¨¦, por ejemplo, que la prestaci¨®n de apoyo log¨ªstico a la Alianza o la prestaci¨®n del territorio espa?ol para maniobras implicar¨ªa, autom¨¢ticamente, la integraci¨®n militar.Las fuentes consultadas coin ciden en que la no integraci¨®n militar en la Alianza Atl¨¢ntica prevista en el dec¨¢logo de Felipe Gonz¨¢lez, significa no integrarse en la estructura de mandos de la OTAN y, seg¨²n la gr¨¢fica expresi¨®n de un alto cargo de la Admi nistraci¨®n, "quedarnos como es tamos". Es decir, continuar en el Comit¨¦ Militar de la OTAN, en contra de las opiniones expresa das hace m¨¢s de un a?o por el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, que consideraba que la pertenencia a este comit¨¦ no guardaba coherencia con los deseos de no integraci¨®n militar.

Maniobras y log¨ªstica

Entre las fuentes consultadas existe tambi¨¦n coincidencia en considerar que, una vez que se decida de forma definitiva la permanencia de Espa?a en la Alianza Atl¨¢ntica, el resto de los detalles t¨¦cnicos se estudiar¨¢ caso por ca so. De este modo -y a veces en forma de negociaci¨®n con los aliados-, se plantear¨¢ la conveniencia o inconveniencia del ingreso de Espa?a en otros comit¨¦s de la Alianza Atl¨¢ntica.

Igualmente, se estudiar¨¢ de forma individuaiizada si Espa?a accede a prestar su territorio como base de maniobras o a instalar bases de apoyo log¨ªstico que sirvan a la OTAN en caso de conflicto Oeste-Este. Fuentes de la Presidencia del Gobierno estiman que Espa?a no acceder¨ªa a estas peticiones en formas que supusieran un compromiso indefinido y condicionar¨ªa el uso de las probables facilidades militares a cada uno de los casos que se le planteen.

Desde el punto de vista defensivo, los miembros de la Alianza est¨¢n interesados en poder realizar maniobras en Espa?a con zonas des¨¦rticas y muchas horas de luz natural- y en poder utilizar las costas espa?olas como lugares de acceso a la retaguardia en caso de conflicto con el Este, pero no muestran inter¨¦s en que tropas espa?olas sean asignadas al teatro centroeuropeo.

Existe tambi¨¦n coincidencia entre las fuentes consultadas en considerar que lo que se pretende es que no exista una respuesta autom¨¢tica de los mandos militares espa?oles a los requerimientos de la OTAN. De forma expl¨ªcita, el presidente del Gobierno espa?ol afirm¨®, en una entrevista reciente emitida por Televisi¨®n Espa?ola, que la contribuci¨®n que Espa?a ofrecer¨ªa a la seguridad de la Alianza Atl¨¢ntica consistir¨ªa simplemente en la propia defensa de su territorio.

Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas recuerdan las dificultades del Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo cuando negoci¨® la integraci¨®n militar de Espa?a en la OTAN, que podr¨ªan responder no s¨®lo a las resistencias de la OTAN a reconstruir su cadena de mandos, reparti¨¦ndola con Espa?a, sino a la menor sensibilidad de la OTAN respecto al norte de ?frica y al eje Baleares-Gibraltar-Canarias.