La dinast¨ªa Lee
Lee Kuan Yew, primer ministro de Singapur, con 26 a?os en el poder al frente del omnipresente Partido de Acci¨®n Popular (PAP), tiene fama de ser un gobernante de mano de hierro con guante de seda a la hora de llevar los asuntos del peque?o Estado asi¨¢tico, ex-colonia brit¨¢nica, asociado a la Federaci¨®n Malaya y, desde el 9 de agosto de 1965, Estado independiente.M¨¢s de un cuarto de siglo de poder bajo el mando de Lee Kuan, que logr¨® transformar la isla de un foco de tensi¨®n filocomunista en la ¨¦poca de Mao -el 77% de la poblaci¨®n es de origen chino- en un para¨ªso neocapitalista con normas pol¨ªticas y sociales que casi rozan la doctrina orwelliana.
En Singapur, el Estado est¨¢ presente en todo acto. Desde la penalizaci¨®n con multas de 500 d¨®lares de Singapur (unas 30.000 pesetas) por tirar un papel al suelo hasta estrictas campa?as antitabaco, pasando por la canalizaci¨®n oficial del ahorro obligatorio o la promoci¨®n, con incentivos para comprar piso o con vacaciones gratuitas, de una superraza basada en el cruce de parejas con diplomas universitarios.
La imagen actual de Singapur, cuyo nombre significa la ciudad del le¨®n, es la de una urbe supermoderna, donde casi no quedan vestigios de lo que fue el punto de rotaci¨®n de centro comercial del imperio brit¨¢nico en el sureste asi¨¢tico en la ¨¦poca de la East Indian Company, a finales del siglo XIX. Pero es una urbe asc¨¦tica, en comparaci¨®n con otras capitales del ¨¢rea.
Lee Kuan Yew, de 62 a?os, un puritano formado en Cambridge, quiere convertir Singapur en la Suiza de Asia. Cuenta para ello con un control total de la Asamblea Nacional, con la ¨²nica concesi¨®n de 2 esca?os para la oposici¨®n -de un total de 79-, uno de ellos ganado en la ¨²ltima elecci¨®n del 22 de diciembre de 1984, hecho interpretado como una leve protesta de las j¨®venes generaciones que no estar¨ªan del todo de acuerdo con la firmeza de la doctrina de Lee.
Sin embargo, Lee piensa perpetuar su l¨ªnea de aptuaci¨®n, cuando se retire en 1988, promocionando una carrera mete¨®rica para su hijo Lee Hsien Loong, de 33 a?os, ex-general del Ej¨¦rcito de Singapur convertido en diputado en las ¨²ltimas elecciones y actual ministro de Comercio. El padre Lee, por su parte, prepara una reforma constitucional, con mayores poderes para el cargo de presidente de las Rep¨²blica, que le perm¨ªtir¨¢ un pl¨¢cido retiro sin dejar las riendas del poder. Otro candidato en la v¨ªa de sucesi¨®n al cargo de primer ministro podr¨ªa ser Goh Chok Tong; de 44 a?os, actual viceprimer ministro.
Singapur, con un peculiar sistema de democracia firme, atraviesa un momento cr¨ªtico en su desarrollo econ¨®mico y, seg¨²n algunos singapureses, no ser¨ªa del todo extra?o el contexto de rigidez pol¨ªtica con que se administra la isla. En los negocios, el sistema de libre mercado tambi¨¦n exige mayores libertades.
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