Shevardnadze sentar¨¢ hoy en Tokio las bases del deshielo entre la URSS y Jap¨®n
La visita de cinco d¨ªas que el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Edvard Shevardnadze, realiza a Jap¨®n a partir de hoy supone un paso importante en el proceso de deshielo de las relaciones entre Tokio y Mosc¨², que ha sido activado con la llegada de Gorbachov y su equipo al poder y que deja al margen el problema territorial de las islas Kuriles. El litigio en torno a cuatro de las islas de este archipi¨¦lago, en poder sovi¨¦tico desde finales de la II Guerra Mundial, constituye un punto de fricci¨®n que impide la firma de un tratado de paz entre los dos pa¨ªses.
Diez a?os han pasado desde que el antecesor de Shevardnadze, el veterano Andrei Gromiko, visitara Jap¨®n por ¨²ltima vez, y fuentes japonesas opinan que Gromiko, que s¨®lo estuvo tres veces en Tokio a lo largo de 28 a?os al frente de la diplomacia sovi¨¦tica, no era consciente del peso pol¨ªtico de Jap¨®n.Tal situaci¨®n parece haberse subsanado. El diario gubernamental Izveztia llamaba la atenci¨®n recientemente sobre el decenio de pausa desde la ¨²ltima visita de un ministro de Exteriores sovi¨¦tico a Jap¨®n y dejaba claro que las se?ales de mejor¨ªa en las relaciones entre los dos pa¨ªses han surgido en 1985. Estas se?ales, afirmaba el diario, podr¨¢n ser verificadas "con mayor exactitud" durante la visita de Shevardnadze. ?sta aprovecha la suavizaci¨®n del clima internacional tras la cumbre sovi¨¦tico-norteamericana de Ginebra. Por otro lado, los ataques sovi¨¦ticos a la pol¨ªtica militar de Jap¨®n, principal aliado de EE UU en Asia, se han dulcificado ¨²ltimamente.
A su vuelta de Ginebra, Gorbachov manifest¨® ante el Soviet Supremo su apoyo a la mejora de relaciones con Jap¨®n y se mostr¨® convencido de que esta posibilidad "es real". Ya antes, cuando se entrevist¨® con el jefe del Gobierno nip¨®n, Yasuhiro Nalcasone, el pasado marzo durante los funerales de Chernenko, Gorbachov hab¨ªa asegurado que la URSS estaba dispuesta a dar "pasos pr¨¢cticos" para el desarrollo de relaciones mutuamente ventajosas. El tono contrastaba con el empleado poco m¨¢s de un a?o antes, durante el funeral de Yuri Andropov, cuando Gromiko lamentaba ante su colega Shintaro Abe que Tokio no mostraba disposici¨®n a mejorar sus relaciones con la URSS.
Gorbachov ha respondido a la carta de la ni?a japonesa Aiko Fukuda, de 12 a?os, que expres¨® al dirigente sovi¨¦tico su preocupaci¨®n por la paz. Aiko ha sido denominada la Samanta de Jap¨®n por la Prensa sovi¨¦tica, en memoria de la ni?a americana Samantha Smith, con la que se carte¨® Yuri Andropov y que falleci¨® en accidente a¨¦reo el a?o pasado.
Inter¨¦s por la tecnolog¨ªa
La URSS tiene, sin embargo, motivos para interesarse por los japoneses y su pa¨ªs, admirado por los sovi¨¦ticos por sus resultados econ¨®micos y su capacidad de distribuci¨®n y ahorro, as¨ª como por sus logros tecnol¨®gicos. Las relaciones militares de Jap¨®n con EE UU son motivo de alarma en la URSS, que de forma recurrente se refiere al "revanchismo" y al "militarismo" japon¨¦s. Tokio es considerado un eslab¨®n clave en lo que desde Mosc¨² se ve como un despliegue agresivo de EE UU en el flanco oriental de la URSS. La comunidad del Pac¨ªfico propuesta por Reagan es para Mosc¨² una versi¨®n oriental de la OTAN en torno al eje Washington -Tokio-Se¨²l.La URSS rechaza la presencia naval norteamericana en Jap¨®n y ve una ligaz¨®n entre un programa para equipar a las tropas norteamericanas en Jap¨®n con misiles de crucero y una eventual instalaci¨®n de bombas de neutrones en la pen¨ªnsula de Corea. Seg¨²n la revista Vida Internacional, los puertos japoneses permiten a la S¨¦ptima Flota norteamericana duplicar su radio de acci¨®n. Mosc¨² teme tambi¨¦n el bloqueo, en caso de conflicto b¨¦lico, de su salida al oc¨¦ano Pac¨ªfico desde el mar de Ojotsk, controlada desde las instalaciones militares sovi¨¦ticas en las Kuriles.
Mosc¨², que da muestras de temor ante la posible participaci¨®n de la tecnolog¨ªa japonesa en el proyecto SDI norteamericano, apela a los especiales sentimientos antinucleares del pueblo japon¨¦s e insiste en la conveniencia de las zonas desnuclearizadas en el Pac¨ªfico. El 6 de agosto, aniversario del lanzamiento de la bomba at¨®mica norteamericana sobre Hiroshima, fue utilizado como inicio de la moratoria nuclear sovi¨¦tica.
Fuentes japonesas en Mosc¨² no ven una soluci¨®n a corto plazo en el problema de las islas Kuriles que los japoneses reivindican y los sovi¨¦ticos se niegan a negociar. Pravda rechazaba la semana pasada las reclamaciones japonesas sobre las islas como "faltas de fundamento" y Tass advert¨ªa contra las expectativas de mejorar las relaciones esperando "concesiones unilaterales" de la URSS.
Posibles manifestaciones
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