Una pol¨ªtica exterior pendiente de un equilibrio virtuosista
La h¨¢bil pol¨ªtica exterior de Hungr¨ªa le evit¨® verse implicada en las contramedidas sovi¨¦ticas contra el despliegue de euromisiles en Europa occidental. Con las razones propias de un sistema que, como el h¨²ngaro, tiene mucho que perder con una escalada de la tensi¨®n, Budapest aplaudi¨® el encuentro de noviembre en Ginebra entre los m¨¢ximos dirigentes de Estados Unidos y la URSS.Las mayores dificultades en el extranjero las tiene Hungr¨ªa, parad¨®jicamente, en sus relaciones con un pa¨ªs hermano y vecino como Ruman¨ªa, que mantiene una pol¨ªtica exterior de mayor independencia con relaci¨®n a Mosc¨².El trato que el r¨¦gimen de Nicolae Ceaucescu dispensa a m¨¢s de dos millones de h¨²ngaros que viven en Transilvania, territorio que desde 1919 es rumano, mantiene en permanente tensi¨®n las relaciones entre ambos pa¨ªses. Los h¨²ngaros en Ruman¨ªa est¨¢n sometidos a una dura represi¨®n cultural, que se suma a la que sufren todos los ciudadanos de este Estado balc¨¢nico, sumido en una situaci¨®n econ¨®mica catastr¨®fica y v¨ªctima de un despotismo casi bizantino por parte del presidente Ceaucescu y su familia.
El relativo bienestar de Hungr¨ªa ha hecho resurgir, ya desde mediados de la pasada d¨¦cada, el nacionalismo h¨²ngaro en Transilvania, y como consecuencia, la represi¨®n gubernamental en Bucarest.
En Hungr¨ªa el r¨¦gimen se esfuerza por calmar los ¨¢nimos de la poblaci¨®n, cuyos v¨ªnculos con los h¨²ngaros de Transilvania son muy fuertes, en gran parte basados en lazos familiares. La tensi¨®n entre los dos pa¨ªses tuvo un claro exponente en el foro cultural de la Conferencia sobre Cooperaci¨®n y Seguridad en Europa, que finaliz¨® el pasado, noviembre en Budapest con la retirada de un documento final presentado por Hungr¨ªa, a causa del veto rumano.
A finales de a?o se especulaba en Budapest con la posibilidad de que el r¨¦gimen rumano cerrara este a?o la frontera entre ambos pa¨ªses para el tr¨¢fico individual.
En todo caso, la animadversi¨®n en Hungr¨ªa hacia el r¨¦gimen de Ceaucescu sit¨²a al Gobierno de Budapest en una dif¨ªcil situaci¨®n.
La suerte de esta minor¨ªa h¨²ngara en Transilvania es, no casualmente, uno de los principales caballos de batalla de la peque?a oposici¨®n organizada existente en Hungr¨ªa. Sus actividades se centran en solicitar del r¨¦gimen una m¨¢s firme defensa de los h¨²ngaros sometidos a un duro proceso de rumanizaci¨®n.
Aunque la oposici¨®n democr¨¢tica lucha por una aplicaci¨®n real de los principios democr¨¢ticos y pluralistas, que no se dan en Hungr¨ªa, su espacio pol¨ªtico real es muy peque?o, e intentan ampliarlo con los dos problemas que pueden movilizar a la poblaci¨®n, sobrelodo a la joven. ?stos son el problema de Transilvania y el ecologismo, que est¨¢ teniendo un fuerte auge en Hungr¨ªa, especialmente con el movimiento de oposici¨®n a una central hidroel¨¦ctrica com¨²n entre Hangr¨ªa y Checoslovaquia en el Danubio. En junio varios grupos de la oposici¨®n se reunieron por primera vez en la localidad Monor.
El Gobierno h¨²ngaro vigila, pero tolera a la peque?a oposici¨®n existente, y ¨¦sta es consciente de que el programa que elaborara con vistas a una profundizaci¨®n de la democracia no podr¨ªa diferenciarse mucho de los planes expuestos por algunos dirigentes del r¨¦gimen, si ha de ser v¨¢lido frente a las realidades geopol¨ªticas.Y nada es m¨¢s ajeno actualmente, 30 a?os despu¨¦s de la tragedia de 1956, a los h¨²ngaros que una estrategia maximalista del todo o nada. Hungr¨ªa ha vuelto a utilizar la f¨¢ctica del salami. Rodaja axodaja, ha ido logrando espacios pol¨ªticos y econ¨®micos. Y el r¨¦gimen de Budapest no deja de evaluar pros y contras de la pr¨®xima roda ja que cortar.
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