El Prado inaugura ma?ana una exposici¨®n sobre la pintura barroca madrile?a
Las salas del palacio de Villahermosa de Madrid contendr¨¢n a partir de ma?ana, viernes, la exposici¨®n Carre?o, Rizi, Herrera y la pintura madrile?a de su tiempo, con la que el Museo del Prado viene a conmemorar el tercer centenario de la muerte de esos tres grandes maestros de la segunda generaci¨®n de nuestra pintura barroca, fallecidos en 1685 con apenas unas semanas de diferencia. La muestra, que supone una revisi¨®n global y una revalorizaci¨®n de un per¨ªodo fundamental de la pl¨¢stica espa?ola, ha permitido tambi¨¦n la recuperaci¨®n de numerosas obras que han sido sometidas a un cuidadoso proceso de restauraci¨®n.
La exposici¨®n nos remite a la personalidad y la obra de Juan Carre?o de Miranda, Francisco Rizi y Francisco de Herrera, El Mozo, quienes, a partir de la lecci¨®n heredada de los grandes maestros espa?oles del naturalismo prebarroco y, de los numerosos ejemplos de la tradici¨®n veneciana y de la exuberante manera de Rubens reunidos en las colecciones palaciegas, establecieron su propio lenguaje en una s¨ªntesis original que alcanza en estos tres autores un nivel de extraordinaria calidad y define el gusto art¨ªstico del panorama madrile?o de la segunda mitad del siglo XVII.Asimismo, la muestra que ma?ana inaugura el Museo del Prado incluye otras muchas figuras directamente relacionadas con las pautas establecidas por Carre?o, Rizi y Herrera, permiti¨¦ndonos una visi¨®n m¨¢s plural de la pintura madrile?a durante el per¨ªodo que se extiende entre los ¨²ltimos a?os del reinado de Felipe IV y el final del de Carlos II.
En cierto modo se complementa con esta exposici¨®n la que fue dedicada en su momento al centenario de Antonio de Pereda -de la que tambi¨¦n fue responsable, como en este caso, el actual director del Prado., Alfonso P¨¦rez S¨¢nchez-, formando un gran resultado del panorama pict¨®rico del Madrid barroco, insuficientemente estudiado hasta ahora y cuya oportunidad e inter¨¦s enlaza con esa corriente general de atracci¨®n hacia el per¨ªodo barroco en que se insertaba la propia muestra de pintura napolitana que supuso la incorporaci¨®n oficial del palacio de Villahermosa al conjunto del Prado.
Restauraciones
Carre?o, Rizi, Herrera y la pintura madrile?a de su tiempo re¨²ne un total de 162 lienzos que, junto a una amplia selecci¨®n de obras de los tres maestros, incluye tambi¨¦n ejemplos del hacer de pintores como Aguero, Alfaro, Antol¨ªnez, Arellano, Arredondo, Cabezarelo, Camilo, Cerezo, Claudio Coello, Escalante, Ezquerra, Garc¨ªa Hidalgo, Diego Gonz¨¢lez de la Vega, Herrera Barnuevo, Jim¨¦nez Donoso, Jan van Kessel, Mart¨ªnez del Mazo, Miguel Jacinto Mel¨¦ndez, Agostino Mitelli, Palomino, Ruiz Gonz¨¢lez, Andr¨¦s Smidt, Francisco de Sol¨ªs, Mat¨ªas de Torres y algunos autores an¨®nimos de particular inter¨¦s. Las obras provienen de diversas iglesias, conventos y colecciones privadas espa?olas, as¨ª como de los propios fondos del Museo del Prado, y en particular del llamado Prado disperso, constituido por dep¨®sitos en diversos museos y entidades oficiales.
Igualmente, algunos lienzos de Carre?o que se incluyen en la muestra provienen de museos y colecciones austriacas.
El deficiente estado de conservaci¨®n de numerosas pinturas, especialmente algunas que proven¨ªan del patrimonio eclesi¨¢stico o de los propios fondos dispersos del Prado, hizo aconsejable emprender un ambicioso programa de restauraciones, largo y costoso, que ha sido acometido en los talleres y con los propios especialistas del Prado y que, dado el n¨²mero de obras y las excepcionales dimensiones de alguna de ellas, han obligado incluso a habilitar salas especiales.
Fruto de esa restauraci¨®n -que ha incluido enfoques y t¨¦cnicas muy diversas- han sido algunas recuperaciones altamente significativas. As¨ª, por ejemplo, el San Antonio predicando a los peces, de Carre?o, da?ado durante un robo en el Museo de Vilanova i la Geltr¨², o el conjunto formado por La comuni¨®n de san Francisco de Borja, Cristo ante Pilatos y Cristo camino del calvario, obras de Rizi que se creyeron perdidas por el deterioro causado en el incendio de la catedral de Madrid en 1934 y cuyo proceso de restauraci¨®n ha revelado un estado de conservaci¨®n bastante aceptable.
Pero el caso m¨¢s espectacular es, sin duda, el del enorme lienzo del Expolio, tambi¨¦n de Rizi, que form¨® parte del altar mayor de la iglesia del convento de la Paciencia y que, enrollado entre otros lienzos procedentes del Museo de la Trinidad, fue redescubierto hace unos a?os por Diego Angulo.
Debido a su compleja restauraci¨®n, a¨²n no totalmente concluida, la obra no se incorporar¨¢ al conjunto de la exposici¨®n hasta dentro de unos d¨ªas.
Igualmente, la publicaci¨®n del extenso cat¨¢logo preparado por el profesor P¨¦rez S¨¢nchez ha sufrido tambi¨¦n un retraso, originado por el deseo de reproducir las obras restauradas en su estado definitivo, tras un proceso que en muchos casos no ha concluido sino en v¨ªsperas de la inauguraci¨®n de la muestra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.