"La naturaleza humana es profunda y libre"

A ra¨ªz de su gran retrospectiva en el Guggenheim Museum de Nueva York (noviembre, 1979-enero 1980), Joseph Beuys pronunci¨® una conferencia-coloquio en la famosa escuela de la Cooper Union. Sus declaraciones me parecieron entonces exageradamente ut¨®picas por no decir ingenuas, muy dentro del esp¨ªritu del grupo Fluxus y del mayo del 68. Casi seis a?os despu¨¦s, ante un panorama en el que apenas ning¨²n joven creador enlaza su obra con una amplia concepci¨®n del mundo y mucho menos con la din¨¢mica social, la actitud de Beuys habr¨ªa de ser vista como un eco tard¨ªo y saludable de aquellas posturas vitalmente radicales manifestadas por numerosos integrantes de las primeras vanguardias. "La naturaleza humana es profunda y libre", afirm¨® en aquel coloquio. La sociedad puede cambiar si existe una toma de conciencia individual que puede canalizarse en asociaciones ecol¨®gicas y comunitarias (no pol¨ªticas), a fin de desterrar la violencia organizada de nuestro mundo moderno. El proceso de concienciaci¨®n, dijo, es un largo camino que deber¨ªa empezar en la ense?anza.Coherente con sus ideas, Beuys ense?¨® durante varios a?os en la Academia de Bellas Artes de D¨¹sseldorf, hasta que fue expulsado por la polic¨ªa el 11 de octubre de 1972. Un a?o antes, Beuys hab¨ªa creado su Escuela Libre, de la que organiz¨® una oficina informativa en la Documenta V de 1972. Una rosa roja aparec¨ªa permanentemente en aquella sala como s¨ªmbolo de sus ideales: la uni¨®n de naturaleza y ciencia, de misticismo y revoluci¨®n. En la misma exposici¨®n Beuys mostr¨® una obra titulada Durero, yo conduje personalmente a Baader-Meinhof a la Documenta V, otro de los motivos que propiciaron su expulsi¨®n de la academia por parte de las autoridades alemanas.

Independientemente de sus ideas pol¨ªticas que condicionaron una buena parte de sus acciones, consideradas por ¨¦l como obras de arte en el supuesto posdada¨ªsta de que arte y vida son inseparables, varios de sus trabajos enlazan con experiencias de su juventud y poseen una altura po¨¦tica y dramatismo raros de encontrar en sus coet¨¢neos (s¨®lo en T¨¢pies, que es por otro lado mucho m¨¢s pintor, se acumula esta fuerza de lo s¨®rdido).

Tribu de t¨¢rtaros

La ca¨ªda de su avi¨®n -durante la II Guerra Mundial- en Crimea y sus heridas le proporcionaron una, si as¨ª puede llamarse, iconolog¨ªa que afectar¨¢ profundamente a sus materiales, a sus dibujos y a sus objetos. Recogido por una tribu de t¨¢rtaros que le curaron con aceite y grasa y lo protegieron en sus tiendas de fieltro, Beuys utilizar¨¢ muchos a?os despu¨¦s estos elementos para crear unas esculturas y objetos cuya inmediatez y pobreza no impiden su efecto ritual y emocionalmente sobrecogedor.

En sus dibujos palpita un primitivismo expresivo, en donde se equiparan el reino animal, los seres humanos y los objetos en una vena que nadie ha comparado, hasta el momento, a las producciones informalistas coet¨¢neas, tan marcadas por el existencialismo europeo. Sus acciones, por otro lado, influyeron considerablemente a finales de los a?os sesenta en artistas m¨¢s j¨®venes: la utilizaci¨®n del cuerpo del propio artista y su contenido ritual habr¨ªa de marcar toda una l¨ªnea de actuaciones art¨ªsticas en los a?os setenta.