Jerez, dividido ante la reivindicaci¨®n de Ruiz-Mateos

CARLOS G?MEZ, "Soy el tipo m¨¢s grande de Espa?a. Estoy ahora como el PSOE con sus 10 millones de votos. Estoy insoportable", ha declarado Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos pocas horas despu¨¦s de que los jerezanos protagonizaran la mayor manifestaci¨®n de la historia de la ciudad en solidaridad con el ex presidente de Rumasa. Partidos pol¨ªticos, sindicatos y hasta los propios organizadores todav¨ªa no se han repuesto de su asombro -siete d¨ªas despu¨¦s de la manifestaci¨®n- por la magnitud de la respuesta popular. La ciudad se ha dividido y radicalizado entre quienes se sienten euf¨®ricos y quienes se sienten indignados por la demostraci¨®n de solidaridad con un h¨¦roe o con un delincuente. Unos y otros desconocen qui¨¦n mueve los hilos de la reivindicaci¨®n

Es una historia que no despreciar¨ªa el letrista de Concha Piquer, y tal vez, adem¨¢s, una sutil y oscura operaci¨®n dise?ada por gentes e intereses afines a Ruiz-Mateos, detr¨¢s de las bambalinas, para rehabilitar p¨²blicamente la figura del ex presidente de Rumasa y dar cobertura a determinadas adquisiciones de peque?as bodegas que est¨¢n cambiando de manos en Jerez y en las que aparecen muchos de los Colaboradores de toda la vida de Ruiz-Mateos.Un personaje venido de Torremolinos al que casi nadie conoc¨ªa en Jerez hasta la v¨ªspera de la manifestaci¨®n -y al que tampoco se conoce demasiado en M¨¢laga-, sin apoyo alguno de partidos, organizaciones de masas, cofrad¨ªas de Semana Santa, clubes deportivos o asociaciones ciudadanas, moviliza 20.000 o 30.000 personas (hay estimaciones dispares, pero todos reconocen que es la mayor manifestaci¨®n celebrada en la ciudad) en favor de Ruiz-Mateos. Y los moviliza cuando han transcurrido tres a?os de la expropiaci¨®n de Rumasa sin que se hubiera elevado el m¨¢s m¨ªnimo clamor popular en defensa del empresario de la abeja.

El buen bandolero

Para la izquierda, de manera abierta, y para la derecha institucional, de forma m¨¢s alambicada, la inesperada y elevada participaci¨®n de los Jerezanos en la manifestaci¨®n del domingo pasado se ha debido m¨¢s a los errores del Gobierno socialista en la reprivatizaci¨®n de Rumasa que a una identificaci¨®n de sus paisanos con la trayectoria de Ruiz-Mateos. Puede que haya mucho de verdad en esta afirmaci¨®n, aunque tambi¨¦n puede existir una cierta dosis de autodisculpa ante la evidente falta de previsi¨®n y c¨¢lculo pol¨ªtico por parte de estas fuerzas. Menospreciaron la convocatoria pensando que ir¨ªan cuatro gatos, y jam¨¢s pas¨® por su imaginaci¨®n que un desconocido concitar¨ªa -con peque?os anuncios en la Prensa, algunos miles de panfletos pegados por las paredes y una m¨ªnima flota de coches con megafon¨ªa- mayor apoyo a un presunto delincuente que el logrado por esas mismas fuerzas en efem¨¦rides como la defensa de la Constituci¨®n, tras el golpe de Estado de Tejero o en defensa de la autonom¨ªa andaluza.

Una ciudad tradicionalmente ap¨¢tica a las demostraciones populares despierta de pronto ante el reclamo de un desconocido y en favor de un personaje al que se supon¨ªa totalmente desprestigiado ("un delincuente, d¨ªgalo as¨ª, que lo es y tenemos pruebas", afirma Jos¨¦ Manuel Trillo, secretario general de CC OO).

Jos¨¦ Mar¨ªa Gaitero, secretario general del Sindicato Aut¨®nomo de la Vid, culpa tambi¨¦n al Gobierno por no haber explicado suficientemente a los jerezanos, "como nosotros mismos sabemos y como saben perfectamente los empresarios", que el marco de Jerez se habr¨ªa hundido irremisiblemente si Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos contin¨²a unos a?os m¨¢s al frente de sus empresas: "Esto no se explic¨® suficientemente a los jerezanos en el momento de la expropiaci¨®n. Nadie habl¨® de la degradaci¨®n de la calidad de los vinos con entradas clandestinas de caldos de Montilla, de la estrategia de tirar los precios para doblegar a las bodegas de la competencia, de la situaci¨®n de quiebra encubierta en que se encontraban muchas de estas sociedades, el impago del IRPF o las cuotas de Seguridad Social; nadie ha recordado que Ruiz-Mateos utiliz¨® a gobernadores civiles del franquismo para detener a sindicalistas, como es mi caso".

Y tambi¨¦n responsabiliza al Gobierno socialista por el desastroso proceso de reprivatizaci¨®n que ha llevado a cabo. Por razones pol¨ªticas, el Gobierno ha tenido prisa por deshacerse de las empresas expropiadas, y cuando todo el mundo conoce la urgencia que tiene alguien por vender, las operaciones comerciales suelen ser desastrosas. "Se han producido m¨¢s de 700 despidos en el sector, de ellos unos 400 en las bodegas, que se han pagado a precios de oro (entre 3,5 y 7 millones de pesetas, y en algunos casos se han llegado a pagar indemnizaciones de 10 y 11 millones), y que eran necesarios para aumentar la productividad y modernizar esta actividad. Hubiera sido mucho m¨¢s barato el plan de prejubilaciones que propusimos los sindicatos, que no acept¨® la Administraci¨®n, y se hubieran logrado iguales o mejores resultados sin un solo despido". Esta situaci¨®n ha provocado un clima de inseguridad entre empleados del sector -tras hab¨¦rseles garantizado, por activa y por pasiva, que la expropiaci¨®n garantizaba los puestos de trabajo en Rumasaque en tiempos de Ruiz-Mateos ignoraban la precariedad laboral en la que se encontraban.

A ello hay que unir otros dos factores: el grave malestar que ha provocado en Jerez el que buena parte del sector bodeguero haya sido cedido por la Administraci¨®n al control de firmas extranjeras y un cierto sentimentalismo ante los sufrimientos del paisano afamado.

Estas son las claves, a juicio de la clase pol¨ªtica jerezana y de los sindicatos (incluida UGT), que explican el caldo de cultivo del malestar popular y de la subsiguiente respuesta a la manifestaci¨®n del domingo pasado. El propio alcalde, Pedro Pacheco, militante del Partido Andalucista, recuerda que advirti¨® p¨²blicamente de este peligro ("la expropiaci¨®n de Rumasa puede ser un gol al Gobierno") al d¨ªa siguiente del 23-F de Boyer.

En palabras de un jerezano -que por razones obvias (es una ciudad de 200.000 habitantes) sofi cit¨® no ser citado-, la manifesta ci¨®n le ha recordado la vena m¨¢s tradicional y folcl¨®rica de Andalu c¨ªa, "y no s¨®lo porque se hiciera por buler¨ªas". "Me ha rememorado el homenaje al bandolero bue no que doblegaba a la oligarqu¨ªa del lugar (la aristocracia de generaciones de los Domecq, los Terry, los Garvey, etc¨¦tera), que aligeraba las an¨®nimas arcas del Estado y que repart¨ªa partenalismo y buenos salarios entre las gentes del pueblo". "El fin justifica los medios, y no hay que olvidar desde esta perspectiva", a?ade este jerezano, "que don Jos¨¦ Mar¨ªa es ferviente admirador del Opus Dei".

Trasfondo

A la manifestaci¨®n, seg¨²n distintas fuentes consultadas, acudieron mayoritariamente ex empleados de Ruiz-Mateos y familiares de los mismos; la peque?a burgues¨ªa local -comerciantes y profesionales (m¨¦dicos, abogados, etc¨¦tera)-; la extrema derecha y parte de la derecha -acudieron dos concejales de AP-, pero no corporativamente; algunos curas, y unos centenares de personas venidas de M¨¢laga, Madrid, Rota y C¨¢diz.

La convocatoria parti¨® de un nucleo de 12 personas sin gran relevancia en la vida de la ciudad (antiguos empleados de Ruiz-Mateos con distinta responsabilidad en Ruiriasa, alg¨²n peque?o comerciantey las esposas de un conocido m¨¦dico y un conocido hotelero de Jerez) que hab¨ªan sido conectadas meses antes por el desconocido empresario de Torremolinos, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sol¨ªs, a trav¨¦s de peque?os anuncios en la Prensa local de esta guisa: "Se comunica a todas aquellas personas que sientan sirripat¨ªa o admiraci¨®n por el gran empresario y trabajador jerezano Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos y deseen adherirse al gran homenaje que se le va a tributar pr¨®ximamente, que pueden dirigirse a la comisi¨®n nacional gran homenaje, apartado 517, Jerez".

Buerta parte de los miembros de la comisi¨®n jerezana tienen razones objetivas de tipo personal -p¨¦rdida de una buena posici¨®n- para sentirse dolidos por la expropiaci¨®n de Rumasa, aunque algunos de ellos confiesan que no conocen suficientemente al promotor malague?o y admiten que s¨ª existe un riesgo, una posibilidad, de que alguien quiera utilizarlos para fines ajenos -a pesar del apoliticismo que dicen defendera la estricta defensa de la figura empresarial de Ruiz-Mateos.