Ferdinand Marcos y la verdad

Los pol¨ªticos, como son mortales, traman a menudo ficciones sobre su pasado. Pero, por audacia creativa, el presidente Marcos no tiene parang¨®n. De documentos de archivos militares se ha obtenido la evidencia de que fabul¨® su hero¨ªsmo en la II Guerra Mundial, invent¨® todo un aparato guerrillero, e incluso podr¨ªa haber colaborado con los japoneses. (...)As¨ª es como Marcos indudablemente espera vencer la presi¨®n norteamericana para volver a una democracia genuina. Pero al convocar las elecciones, no cont¨® con un partido de oposici¨®n unido y a la gente que aclama a su candidato, Coraz¨®n Aquino. Enfrent¨¢ndose a un reto real, Marcos le ha apartado de la televisi¨®n estatal y ha evitado las apariciones en p¨²blico que podr¨ªan exponer su propia falta de salud. (...)

A los amigos de los filipinos s¨®lo les queda esperar que estas intrigas sean finalmente in¨²tiles. Un mandato fraudulento no recuperar¨¢ la estima norteamericana y no aliviar¨¢ los temores de los financieros extranjeros. (...) La regla indecente de Marcos s¨®lo promete nuevas turbulencias, culminando en un espect¨¢culo familiar: la salida del presidente y la primera dama, a medianoche, con su equipaje repleto de riquezas.

Como si se anticipara al final, la familia Marcos ha estado exportando diligentemente una fortuna. Carlos Pomulos, su leal ministro de Asuntos Exteriores durante 16 a?os, dijo recientemente que se estaban aprovechando de ellos. Un subcomit¨¦ del Parlamento tiene un testimonio de credibilidad que dice que Imelda Marcos ha adquirido cuatro propiedades en Manhattan por un valor de 350 millones de d¨®lares. Dada la escala de la ayuda norteamericana, uno se podr¨ªa preguntar sobre el origen de este dinero. De hecho, el gran descubrimiento sobre Ferdinand Marcos se realiz¨® por casualidad y se remite a acontecimientos una generaci¨®n pasada. Un estudiante norteamericano descubri¨® en los archivos que Ferdinand Marcos dirigi¨® la guerrilla contra los japoneses en la II Guerra Mundial. Este supuesto hero¨ªsmo de Marcos fue el factor principal para este mito. Su fidelidad a Estados Unidos ha sido el motivo de muchos brindis.

El pasado jueves, el Times dijo que la diligente b¨²squeda del Ej¨¦rcito de Estados Unidos encontr¨® los hechos fraudulentos y absurdos. Los documentos citados por el Washington Post incluyen un devastador enredo: Ferdinand Marcos aparece como si hubiera colaborado con el presidente filipino instalado por los japoneses, Jos¨¦ P. Laurel. (...)

27 de enero